―¿Realmente crees que Siora hará todo lo que le dijiste?―preguntó Zayn, cerrando la puerta de la oficina de Harry detrás suyo.
Harry no lo miró, simplemente avanzó hacía su mini bar para servirse un trago de su Whisky escocés. El jóven heredero de la Lamia estaba que rebosaba de felicidad aunque no lo expresará correctamente a su amigo. Creía más bien que un buen vaso lleno de alcohol sería perfecto para esa ocasión.
Ambos vampiros no llevaban mucho tiempo de haber vuelto de una extensa reunión de negocios, toda envuelta en el tema de su más reciente adquisición. Después de ponerle precio a la libertad de Louis, tanto Harry como el gobernador, decidieron las condiciones de aquella venta que serviría para apaciguar las aguas entre la familia de su futuro esclavo y la de la "justicia".
Harry fue simple, solo quería que nada se interpusiera en su camino, que matara a quien tuviera que matar. No le importaba. Por otro lado, Siora solicitó que firmara un contrato de confidencialidad. En este documento se estipulaba que, si Styles cometiera alguna falta o si la investigación finalmente lo implicaba, él pondría fin a cualquier acuerdo con su familia y los entregaría a las autoridades. No estaba dispuesto a arriesgar todo lo que tenía por un simple profesor.
Obviamente esa cláusula no se la mencionaría Harry a su padre. Hasta él sabía que era algo muy serio y que posiblemente recibiría una nueva bofetada por arriesgar al clan completo solo por un mundano que nadie conocía. Ni siquiera él.
Zayn le advirtió camino a su hogar que era una pésima idea. Tanto a él y como gran parte de los vampiros que se relacionan con Siora, sabían perfectamente que tipo de doble cara y mentiroso era ese tipo. Nadie podía confiar plenamente en él. Luego siendo el cazador más poderoso vivo que habitaba Sombervale, no era seguro que Harry tuviera que negociar algo tan importante como la mafia que tantos años le costó a su padre formar. Mafia que poco le importaba manejar en algún punto.
―Está obligado, Zayn―respondió Harry, yéndose a sentar a uno de sus sillones en el pequeño living que tenía dentro de su oficina
Con la elegancia que caracterizaba al vampiro de cabello rizado mientras se acomodaba en el asiento y daba un sorbo a su bebida, dejó en claro sus siniestras intenciones. Finalmente, mostró a su compañero de la eternidad una sonrisa única y traicionera que adquiría una especie de magia gracias a los hoyuelos que resaltaban en sus facciones.
―El gobernador debe cumplir su parte. Sino, créeme, se me van a escapar intencionalmente uno que otro salvaje en el pueblo―dijo Harry, ladeando la cabeza, viendo con diversión a Zayn―. Amaría ver su expresión al devorarse su pueblucho.
―Precisamente por ese tipo de acciones me temo que Siora no cumpla su palabra. Ni tú puedes dejar de pensar cómo destruirlo sin que haya hecho ya algo―dijo Zayn yendo a recargarse en el escritorio de Harry―. ¿Cómo es que eres negociador? Eres un asco.
Harry rodó los ojos. Detestaba que le recordaran eso cada vez que tenían la oportunidad. No entendía por qué; sabía que era excelente en su trabajo. Sí, a veces la cagaba, pero al final siempre lo solucionaba. Diría que es de humanos equivocarse, pero como era vampiro, no se podía dar ese gusto tanto como lo desearía. En la Lamia nadie podía equivocarse. Por eso lo juzgaban.
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Sangre Real |Larry Stylinson|
FanfictionEn las sombras de una ciudad sumida en el misterio, dos destinos colisionan. Harry Styles, heredero de una antigua mafia de vampiros, gobierna junto a su familia un mundo oculto de sangre y traición. Pero el imperio Styles se tambalea cuando Louis T...