"―Johanna, ¿En qué pude haber fallado?
Troy se tallaba la cara con evidente frustración mientras su esposa permanecía sentada en la orilla de la cama. La jóven madre acariciaba con tristeza una fotografía de su pequeño de diez años. Quería llorar, no sabía qué hacer con su marido; eran tantas emociones en tan poco tiempo. Luego con esa desesperación en el pecho de su amado, no era sencillo.
El matrimonio Tomlinson acababa de llegar de recoger a Louis del colegio católico dónde asistía. Justamente ese día, luego de una entrega de calificaciones, mientras el resto de padres salían con sus hijos, la directora citó a ambos padres para hablar seriamente con ellos sobre un tema serio para su institución.
Johanna rezaba con que no fueran el tipo de problemas en los que su hijo habitualmente se metía. No quería escuchar a una monja llamar nuevamente a Louis como el próximo anticristo cómo esa vez en la que se lanzó del segundo piso por simple capricho, y que, a la semana de volver, el le mostrara su brazo sanado a su profesora, asustándola. De por sí tuvo dificultad en comprobar con que todo era una mutación médica para que no lo expulsaran; ya imaginar qué otra cosa podría ser, era difícil. Nadie sabía qué esperar de él.
Sin embargo, esa tarde mientras Louis aguardaba sentado afuera de la oficina principal, sus padres tuvieron una charla un tanto... caótica con la directora del colegio. Aquella vieja monja estaba furiosa, aunque más decepcionada por no decir menos de él.
Johanna no entendía porqué había sido citada junto a su marido, pero luego de que la monja les entregará una hoja dónde su hijo se dibujó junto a otro chico de la clase, ella comprendió a qué iba todo. La madre no dijo absolutamente nada, quiso permitirle a Troy hacerse cargo de la situación. Lastima que ni él pudo con la irá de la directora.
Ese dibujo pudo haber pasado desapercibido, tal vez podrían haber pensado que eran simples amigos. Sin embargo, durante ese receso, en medio del comedor, Louis se atrevió a besar al chico que decía llamarse "Mike", para nada su mejor amigo. Esta acción inesperada causó conmoción entre todas las profesoras que presenciaron aquella situación, optando mejor no abordar el asunto con el joven hasta hablarlo primero con sus padres. En cambio el resto del colegio, los otros jóvenes de su edad, sin que el pequeño niño de dientes de leche y cabello desordenado se percatara, planeaban hacerle la vida imposible por considerarlo un pecador.
Nadie le dijo nada a Louis, pero sentía sus miradas juzgadoras. Él no entendía qué sucedía, tampoco el porqué el chico no le dirigía la palabra. Entendía que algo estaba mal. Todo lo estaba en realidad. Con él afuera, los chicos cuchicheando y con sus padres desconcertados, la directora lo quería fuera.
Nadie quería a un niño de diez años homosexual pervirtiendo a los demás. Claro que no. Ni siquiera mirarlo, hasta a la directora le daba asco. Asco le daba Johanna esa mujer que se dignaba a hablar mierda de su hijo frente suyo, ¿Y para qué? Para que hasta Troy doblará las manos ante ella y lo mandaran a otro colegio más acordé a sus pecados. Era el colmo.
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Sangre Real |Larry Stylinson|
FanfictionEn las sombras de una ciudad sumida en el misterio, dos destinos colisionan. Harry Styles, heredero de una antigua mafia de vampiros, gobierna junto a su familia un mundo oculto de sangre y traición. Pero el imperio Styles se tambalea cuando Louis T...