Confusiones, verdades y un secreto

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El freno abrupto que dio la camioneta al llegar a la residencia Styles nada más el sol se ocultó, sacudió a todos los presentes dentro de esta

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El freno abrupto que dio la camioneta al llegar a la residencia Styles nada más el sol se ocultó, sacudió a todos los presentes dentro de esta. Por orden clara de Harry, Jorge, su chofer, pisó el acelerador nada más entraron al bosque. Con los nulos rayos del sol entre las ramas y las hojas de los árboles, el resplandor de una luna encima del pueblo, despertó el hambre y la emoción de los vampiros salvajes que habitaban el pueblo. Cuando ellos se percataron de un aroma único que traspasaba el metal de la Explorer, no dudaron en lanzarse contra la camioneta mientras el guardaespaldas del Clan les disparaba desde la ventana en un intento de frenarlos.

Ese ataque irracional por su parte fue ocasionado por el exquisito perfume de una piel humana que desprendía adrenalina del temor que consumía la carne de Louis al estar sentado al lado de Harry. El joven profesor iba apretando las uñas en el cuero del asiento, dejando marcas en este, por el vivo terror que le daba ver como aquellas criaturas intentaban romper el vidrio al estrellarse contra ellos en una desesperada encrucijada por su escuálido pellejo.

Harry por su parte, no se inmuto. Iba tranquilo en comparación a los gemidos de angustia que soltaba Louis en cuanto la camioneta se hacía de lado por un golpe de los Salvajes fuera. No era como si estuviera acostumbrado a ello, no. De hecho, desde que llegó a ese bosque a principios de siglo, jamás había visto a las criaturas actuar de esa forma. Suponía que debía ser por el claro aroma a pavor que Louis emanaba de su cuerpo, siendo que quizás no era el único que también lo percibía. No le gustaba conocer el motivo de esa reacción de su piel, pero tampoco era como si tuviera algo que hacer. Nada le sucedería a Louis estando los vidrios blindados.

De igual forma, de perforar la puerta, Harry les arrancaría la cabeza. Sin dudarlo.

Cuando la camioneta dejó de humear frente a la residencia Styles y los balazos se detuvieron, Harry se retiró las gafas y las guardó en el bolsillo del saco. No quiso mirar de primeras a Louis. El profesor seguía tan aturdido por los movimientos bruscos, que no reaccionaba con claridad. Tanto sus pensamientos como sus emociones fueron lanzadas dentro de una licuadora en ese asiento, preparándolo para vomitarlas. Luego con los constantes chillidos de las criaturas que se quedaron a metros de distancia del patio de la residencia por el temor que les infundió el Clan de acercarse, solo aguardaban por el pequeño cuerpo de Louis, y él estaba consciente de ello.

―Roy, lanza una bengala para que se larguen. Nolo eos accedere ad eum . (No quiero que intenten acercarse por él)―ordenó Harry, retirándose el cinturón.

El guardaespaldas no se lo pensó mucho y salió de la camioneta, dando un azote a la puerta. Louis al pasarse el vómito que se le subió por la garganta, observó por el vidrio polarizado como el enorme hombre barbón rodeaba la camioneta para ir al otro lado. Aunque estaba a un paso de desmayarse por la presión baja en su sistema, le era impresionante que todo eso estuviera sucediendo solo por él.

Noli solliciti esse, tibi non nocebunt, cor. (No te preocupes, no te lastimaran)―Le comentó Harry a Louis, ladeando la cabeza para verlo. Con la distracción de Louis, sus palabras fueron las correctas que lo hicieron reaccionar en su realidad, girando a verlo con una clara confusión.

Sangre Real |Larry Stylinson|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora