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Danbata final (01)

Daniel

Cuando conocí a Tabata era un día de premiaciones a los cuales solo fuimos Diego, yo y mi saliente de ese entonces que era una influencer a la cual yo no le importaba la mitad que debía y que me terminó cambiando por otro wey de otra banda de aquellas en ese entonces.

Su cabello rosado y su peculiar vestido negro de cuero me llamaron bastante la atención al igual que sus tatuajes que adornaban parte de sus brazos y que eran tan pequeños que solo si la mirabas con atención podrías descubrir, en ese momento no lo noté pero estaba mucho más delgada que ahora y aunque eso no me importaba realmente era algo no muy normal ver a alguien con su contextura. Todo pasó muy rápido y en un momento cuando ella iba entrando al lugar donde eran las premiaciones ella piso mal y casi se cae pero yo la sujete a tiempo y le mande una de mis cuantas miradas coquetas junto a una clara insinuación que tuviera cuidado en los brazos en los cuales caía un ángel como ella.

Ella se sorprendió bastante al verme y se avergonzo un poco, no me dijo nada pero su mirada siempre quedará grabada en mi mente al igual que la primera vez que la conocí, luego de eso me enteré a las semanas que ella me detestaba y me confundí feo, luego ella me explicó que fue porque pensó que yo era un mujeriego de lo peor y que solo quería jugar con ella y tal que el mayor defecto de Tabata es que siempre juzgaba muy rápido (defecto que le estoy ayudando a cambiar).

Hoy era uno de los tantos días que me olvidaba del mundo y ponía de prioridad que le tocaba ir a rehabilitación y me alegraba ver cada mejora que tenía, sus mejillas estaban más regordetas y se veía llena de vida, nada me hacía sentir más orgulloso de ella que el gran esfuerzo que estaba haciendo aún con toda la mierda que estaba pasando con su banda.

Por eso mismo le tenía preparada una sorpresa para hacerle saber lo feliz que me sentía por ella y también para por fin hacer lo nuestro más oficial de lo que es, para mi ya era mi novia pero para las chicas a veces hasta que se lo pidas de la forma más romántica nada es muy oficial o eso me dijo Diego el día que se lo pidió a Tabika.

— Hola bonita — la saludé con una sonrisa ni bien la veo entrar al auto y ella se acerca a darme un pequeño beso— ¿Cómo te fue?

— Estuvo bien, logré comer más de la ración diaria sin sentir culpa,— me cuenta a la par que se hunde en el asiento y suspira— Hoy tenemos reunión todas las de Slash incluyendo a Ashley para decidir el futuro de la banda y la verdad no se que esperar, Ashley está más que decidida a irse y yo ya no quiero hacer nada al respecto, me cansé.

La escucho atentamente y busco su mano entrelazando nuestros dedos, su expresión cambia de triste a sonriente ni bien hago esto y se que estoy apoyándola como ella lo quiere y soy feliz por eso.

— ¿Tienes tiempo aún verdad?— asiente— Entonces déjame llevarte a un lugar.

Ella me da un pequeño beso en la mejilla y lo tomo como algo positivo y ponga en marcha mi plan.

Conduzco hasta llegar a la playa más cercana y ella se ve algo curiosa por saber lo que estoy tramando, ante su atenta mirada bajo del auto y saco una pequeña canasta con bebidas y un par de snacks para luego ir y abrirle la puerta.

— ¿Qué estás tramando Daniel Gal?— me cuestiona enarcando una ceja y yo solo sonrió.

— Algo que te va a gustar porque hace mucho leí por ahí que amas la playa— ella baja del auto ante mi atenta mirada.

— Lo averiguaste bien, es cierto,— pasa un brazo por mi cintura y deja un tierno beso en mis labios— Gracias por distraerme hoy, realmente lo necesito.

— No es nada Tata—  desordene suavemente su cabello rosado y aseguro el auto antes de tomar su mano y caminar.

Algo que Tabata nunca se esperaba es que yo sea un tipo tan romántico y enamoradizo de lo peor con la apariencia que tengo, ella creía que era un fuckboy 666 sin sentimientos con la pija tatuada que la iba a llevar a terapia, con el tiempo juntos le demostré que no era así y que si pudiera yo daría mi vida por ella y por su bienestar, que aunque existía Jota y era un tremendo simp, yo lo era el quíntuple.