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Jotari final (01)

Ari

Estaba envuelta en una gran manta de mi cama en el sofá de la sala mientras miraba una película de Disney y por una vez en mi vida quisiera de verdad poder meterme por un armario y salir en medio de un bosque, ser una reina y poder quedarme en Narnia para siempre sin tantos problemas en la vida, Disney es una basura porque no es realista y la vida nunca es tan fácil como encontrar a un principe azul perfecto.

¿Lo peor?, este día es mi cumpleaños y no hay señales de vida de ninguna de mis amigas y en cierta parte lo agradezco, Tabika anda con Diego organizando sus cosas para mudarse y Tabata se fue a ver a sus padres por todo el fin de semana, siento que me falta alguien y es extraño porque me había acostumbrado a que seamos 4 y ahora solo somos 3, un peso menos para mi, supongo.

Nada esta siendo bueno para mi, no estoy comiendo, ni durmiendo bien, el destino de Slash pende de un hilo y antes de que los productores tomen una decisión sobre que va a pasar con nosotras, vamos a tocar con Wiplash una última vez el Sábado que viene, por si fuera poco, Ashley también estará ahí tocando por última vez y se informará ese mismo día su retiro amistoso de Slash, ja, como si no nos quisiéramos agarrar de los cabellos con ella.

Tengo como 3 tabletas de anfetaminas en la mesa de centro más no me sentiría bien si vuelvo a eso, es decir, deje de ir a las charlas de rehabilitación y estoy casi dos meses sin consumirlas pero, estoy cayendo en un vacío profundo de donde siento no puedo salir.

Primero me traiciona la persona que amo y segundo, me traiciona la persona que era como mi hermana y tercero para rematar la situación, mi mamá no me quería ni ver porque se enteró por mi manager de que andaba en rehabilitación porque me volví una maldita adicta.

Cuando más necesitaba apoyo es cuando más nadie estaba, puedo entenderlo, no todos tienen la obligación en tomarme atención, pero me gustaría que los demás por alguna vez en sus vidas piensen como yo y se preocupen el mínimo de lo que yo me preocupo por ellos, no se que es lo que realmente espero de los demás, no todos son yo, ni se que estoy pensando ya de tanto estar en este modo.

Escucho el timbre y me extraño de sobremanera, nadie iba a venir que yo sepa, me levanto y voy a abrir modo zombie.

- Feliz cumpleaños a la chica más bonita y rockstar del mundo.- un enorme peluche junto a un ramo de rosas me impide la visión de la persona pero reconozco el acento sin dudas.

- ¿Qué crees que haces, Sara?- sonrió sintiendo mis ojos llenarse de lágrimas.

Este pasa y deja el enorme peluche a un lado junto a las rosas antes de abrir sus brazos hacia mi y sonreír.

- Eres mi mejor amiga y cuando te conocí prometí que no importaba lo que pase, siempre vendría por ti- corro y me tiró sobre él abrazando fuertemente su cintura para luego echarme a llorar.

- Gracias por esto, es la primera vez en semanas que me siento mejor- este se separa un poco y me acaricia el cabello todo desordenado que llevo.

- Ari, no deberías estar así por alguien que no vale la pena y podrá ser mi amigo pero no comparto su idea ni puedo pasar por alto lo que te hizo- limpió mis lágrimas con su jersey y volvió a abrazarme.

Me permito relajarme un poco y dejar de llorar por un rato en los brazos de mi mejor amigo, nos vamos a sentar y el me arropa como si fuera una niña pequeña y va a comprarme comida y miles de golosinas, para ser una visita inesperada me a alegrado bastante su presencia.

- También tengo un regalo - este sacó un sobre de su pantalón y me lo extendió.

- ¿Qué se supone que es?- dije algo extrañada abriendo el misterioso sobre.