En solo un segundo

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Daniel

El día había sido pesado y lo único que me mantenía en paz luego de haber terminado todos mis deberes era que pasaría por un oxxo, compraría miles de porquerías para comer, iría a casa y mantendría un momento para mi mismo.

A veces sentía que seguía soltero pues mi relación con Beth era a distancia aún porque ella vivía en otro estado y aunque tenía planes de venir a CDMX eso aún se veía algo lejos porque tenía muchas cosas que hacer, entonces debía conformarme con hablar por mensajes hacer videollamadas y todo ese rollo. No se para que diablos me esforzaba tanto en olvidar a Tabata si se que desde que la volví a ver no puedo quitarmela de la cabeza de nuevo, creí estarlo superando pero todo se arruinó cuando la volví a ver y se veía tan bonita, no quedaba rastro de la Tabata de hace dos años, ella realmente se había recuperado.

Mientras voy en el metro puedo ver a una señora con una bebé, raramente estas dos se me hacen conocidas y cuando voy buscando en mi memoria es donde me doy cuenta que la bebé es aquella que encontramos en el centro comercial perdida aquella vez y está mucho más grande que aquella vez pero siento como un malestar en el estómago al solo recordar a Tabata en esa faceta al cargarla y como pensé que se vería si tuviéramos hijos.

Llegó a mi estación y procedo a irme, tengo las manos en los bolsillos y tal vez una expresión de pocos amigos, poco me importa y voy directo al oxxo, sin embargo y como si no pudiera ser peor algo choca contra mi brazo y al mirar veo una cabellera rojiza, esta comienza a disculparse sin mirarme y quiere seguir su camino pero me temo que no podrá hacerlo.

— Tabata — la jalo suavemente de su capucha haciendo que vuelva al mismo sitio donde segundos antes estaba parada— Cuántas veces te dije que mires por donde caminas.

Esta parece sorprendida y de inmediato me mira, parece analizarme durante unos pequeños segundos antes de ver como se pone nerviosa.

— Ehm... Solo fueron dos veces con esta— se encoge de hombros.

— Deberías cambiar de hábito— le digo con algo de burla y esta rueda los ojos antes de querer avanzar de nuevo— Eh, ¿A dónde vas?

— Que te importa— dice a la defensiva y yo solo alzo las manos en señal de paz— ¿Primero me atacas el otro día en mi casa diciendo que no cumplo promesas y ahora te importa a donde voy?, tenías que ser géminis, tu actitud cambiante genera estrés.

— Fue infantil decirlo de esa forma tal vez pero debes entender que sigo enojado, tal vez ni enojado, solo triste— esta me mira de reojo y yo llevo mis manos a mis bolsillos— De verdad creí que volveríamos.

— Daniel — está voltea y sin esperarlo me planta un beso.

Debo parecer de lo más pendejo porque me he quedado en shock, siento sus tibios labios sobre los míos y toda una descarga eléctrica pasa por mi cuerpo, me siento como una gelatina y un sin fin de emociones estallan en todo mi ser, al momento que conectó todas mis neuronas sin esperar más la estampó contra la pared del oxxo, el lugar más romántico del mundo y la comienzo a besar con todas las ganas que llevo acumuladas en mi ser.

Siento sus manos en mi cabello apenas y me muero de ternura al pensar que para besarme esta de puntitas por lo chiquita que es, pero hay algo que me viene como una cachetada a la realidad, yo tengo novia.

Puedo ser de todo pero un infiel que no piensa en los sentimientos de otra persona jamás.

Me separo rápidamente de ella como si de fuego se tratará, Tabata tiene una mirada confundida y juro que no hay imagen más perfecta que ella con los labios hinchados y el cabello desordenado después de yo haberle comido la boca.

slash - wiplash !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora