🔥CAPITULO 18🔥

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SIN EDITAR

😈<<{Alina}>>😈

Juro que matare a la persona que contrató esos mercenarios, pero empezare con la persona a la que buscaban, empujo a Mischa hacia la pared ignorando que hay muchos más mercenarios afuera y pongo mi katana a un lado de su cuello para que entienda la amenaza.

Alina: ¿Quién mierda te quiere muerto?

¿Ahora? yo, juro que puedo verlo detrás de mis párpados decapitado, veo su cabeza rodando a mis pies y su cuerpo cayendo arrastrándose por la pared, veo la sangre cubrir el suelo y mi katana, veo rojo, jodidamente rojo.

Christopher: Preciosa cálmate, la misión no consistía en que lo mates.

No me calmaré.

No hay mierda sobre esta tierra que me calme hoy, Emir esta en peligro en un lugar lleno de mercenarios, casi matan a Piers y tengo una puta bala alojada en alguna parte de mi omoplato que me esta matando del puto dolor, estoy furiosa y quiero respuestas.

Mischa: No tengo idea.

Gruño y tiro mi katana sin importarme llamar la atención, si alguien me acerca me aseguraré de matarlo con mis putas manos, me alejo unos pasos de ellos para respirar y respirar y jodidamente volver a respirar, pero sigo viendo rojo.

Sigo siendo consciente de la ira que está corrompiendo mi pecho, sigo viendo todas las posibles cosas que quiero romper, que quiero matar y destrozar, sigo siendo consciente de que podría matar a los hombres que están conmigo y no quiero eso, joder no quiero esto.

¡No lo quiero!

Alina: Emir aléjate del borde y respira.

Está pálido como una hoja al lado de su vómito, me acerco a él y pongo ambas manos a cada lado de su cabeza apoyada en la pared a su espalda, mi mirada lo hace olvidar donde estamos y el hecho de que hay cadáveres por todos lados.

No debería estar aquí, es la puta primera vez que está en una situación así, tendría que haber empezado poco a poco y no ir a ver muerto y una puta guerra de sopetón.

Piers: Es Emil.

Alina: Si lo que sea —ignoro que mi fosforito grita que hay gente cerca y como empiezan a disparar, acerco mi nariz a la de Emir mientras lo veo a los ojos— dime algo o juro que saldré y matare a todos los que se me crucen aunque me disparen.

Emir: No salgas preciosa, estás herida, respira conmigo ¿Puedes?

Asiento con la cabeza e imito su respiración, no dura mucho cuando veo de reojo a un hombre apuntándonos y que me jodan si dejo que le disparen a Emir, lo muevo para que quede a mi espalda, aunque no lo suficientemente rápido como debería por la bala en mi omoplato, pero lo suficiente para ser yo la que reciba la bala y no él.

Emir: ¡No!

Mis ojos están cerrados mientras asimilo el dolor en mi vientre y lo controlo apretando la mandíbula, mi respiración es pesada, casi mortal, mi cuerpo arde, en ira, enojo, dolor, maldita sea.

Christopher: Carajo son demasiados, ¿Quién mierda te quiere tan muerto?

Lo veo sostenerse el hombro con la palma cubierta de sangre y la ira vuelve automáticamente con más fuerza, aprieto los dientes y me tiró al suelo luego de agarrar mi rifle, ignoro el dolor, el escozor y los gritos a mis espalda mientras disparo a todo lo que se mueve a un gatillazo de distancia, sea de la agencia, sea de la bratva o mercenario, te cruzaste por mi mira y estás muerto, jodidamente muerto.

Me quedo sin balas en algún momento mientras veo a un hombre caminar hacia mi tranquilamente con dos hombres a su espalda, si la vista no me falla por el inexplicable dolor le calculo mas de cuarenta años, pelinegro de ojos negros, asiático, es muy parecido a Jiro Yoshida.

Es Chiang Yoshida, aunque los japoneses no me lo hayan dicho se que es su padre, uno bueno según mi investigación, muy guapo debo decir, sus músculos firmes llenan por completo el traje que lleva puesto, su mandíbula marcada le da un aspecto duro y fascinante y aun con todo eso su rostro se me hace delicado, camina con calma hacia nuestra dirección mientras mata a los pocos sobrevivientes, por un hombre así no me molestaría tener daddy issues.

Me levantan de golpe y hago una estúpida mueca sin poder evitarlo, miró hacia abajo para ver la enorme mancha de sangre que dejé en el suelo.

Mischa: ¿¡Estás loca!? ¡Estás desangrándote! ¿¡No sientes el puto dolor!?

Mira todo mi cuerpo con tanta preocupación que un tirón en mi pecho no me permite matarlo por ser en parte responsable de esto.

Alina: No siento nada.

Mentira estoy muriéndome por dentro, pero la adrenalina y la ira me evitan pensar en eso, evito su mirada y miro a su espalda justo cuando llega el padre de los japoneses, mi fosforito, Piers e incluso Emir levantan sus armas para apuntarle mientras Mischa me sostiene apretando mi herida del vientre para que no escape, o me caiga, considero que con el temblor de mis piernas cualquiera es posible.

Alina: Bajen sus armas es...

¿Amigo? ¿Aliado? No tengo idea, pero su respuesta no la esperaba.

Chiang: Soy Chiang Yoshida y soy de ella.

Ya veo que la locura se hereda.

Alina. 5°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora