🔥CAPITULO 40🔥

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SIN EDITAR.

Gemelos Virtanen arriba

🫦<<{Mischa}>>🫦

Máxime: Oh mierda.

Mierda, sí.

Estoy muerto.

Estoy jodidamente paralizado viendo a los hombres sentados en el sofá frente a mí, que no me doy cuenta de lo que Sofía está haciendo hasta que la veo acercar su boca a la mía, muevo mi rostro, sus labios tocaron mi mejilla poniéndome tenso cuando veo dagas en los ojos de mi mujer, un puchero se instala en la boca de Sofía cuando la sacó de mi regazo y miro a sus hermanos.

No quiero una guerra aquí frente a mi mujer, pero ellos no parecen haber notado lo que hice por estar mirando a mi esposa, mirando como el vaso en su mano se rompió, pero aún sigue apretando, me pongo de pie y la miro.

Estoy tenso como la mierda, pero no puedo permitir que se lastime así.

Mischa: Preciosa suelta el vaso.

Es consciente de la sangre cayendo de su mano cuando lo suelta, el rubio mete su mano en la hielera para sacar la sangre mientras el pelirrojo pide un botiquín.

Enzo: Amigo, no sabes en lo que te metiste.

No lo sé, pero me lo imagino.

Sorpresivamente no hay golpes, gritos o incluso cadáveres como esperaba, una sonrisa rompe la seriedad de su rostro y se pone de pie antes de que se pongan a curarle la mano, acepta la toalla y se la seca, camina, pero otra vez no hace lo que espero de venir hacia mí, se dirige a los hermanos de Sofía, los gemelos Virtanen.

Los ojos cafés de ambos siguen cada paso de mi mujer como si vieran a una diosa acercandoseles, su mirada quema cada centímetro de piel descubierta de mi esposa y mis puños se cierran a mis lados.

Ninguno de los chicos dice nada de la forma en que la miran, algunos tienen muecas en sus rostros, otros me miran como si quieran matarme y no entiendo porque hasta que siento un apretón en mi brazo, Sofía estaba agarrada de mi brazo y no me había dado cuenta.

Mischa: Suéltame.

La separo de mí al mismo tiempo que mi mujer está de pie frente a los finlandeses.

Alina: Hola, un placer conocerlos, soy Alina Becker.

Ella extiende la mano, pero ellos no la toman, en cambio ambos se inclinan a cada lado de su cabeza y le dejan un sonoro beso en sus mejillas.

Elías: Elías y Leo Virtanen belleza.

Alina: Lo sé, los conozco.

La sonrisa ladeada de ambos se hace presente, sus ojos brillan y me acerco, mi esposa me mira con nada menos que sangre inyectada en sus ojos.

Varek: Ven aquí Mischa —me aleja— no te acerques, no podemos.

Mischa: ¿Por qué?

Máxime: Viste sus ojos, no está bien y está haciendo todo de ella para no matar a todos aquí, si te acercas no podemos estar seguros de que no te golpeé y si eso pasa ella desaparecerá de la vida de todos.

Chiang: ¿Qué?

Enzo: Es su protocolo, nos alejamos cuando la vemos así, porque al acercarnos si nos toca un solo cabello desaparecerá y nunca más la veremos.

Aprieto la mandíbula al verme acorralado, no quiero que esté cerca de esos hombres, pero tampoco quiero rozar la posibilidad de que desaparezca, tampoco creo que los chicos me agarren, cuando esas palabras salieron de ella boca de Enzo todos y cada uno de ellos agarró una parte de mi brazo y hombros y me sentaron otra vez.

Estoy jodidamente rodeado.

Leo: ¿Qué podemos hacer por ti hermosa? No nos ilusionaremos creyendo que viniste solo a saludarnos.

Alina: Observadores y directos, me agrada, me agradarían más si mantienen a su hermana lejos de mi esposo, puedo asegurarles que no querrán que yo me acerque a ella.

Sofía: ¿Esposo? ¡Mischa! ¿¡Te casaste!?

Vos hombres me miran un poco enojados, aunque no sé si es por mi título de esposo o por el puchero de su hermana, maldigo el día en que me folle a esta mujer, pero maldigo más que no haya sido una sola vez sino cuatro.

En mi defensa fue hace varios meses, cuando vino con sus hermanos a coordinar la ruta de un cargamento.

Alina: Oh no, quiero matarlo en este momento, pero sobre mi cadáver ustedes se acercarán a tocarle un cabello.

Ambos le dan un asentimiento de cabeza y miran a su hermana.

Elías: Sofía aléjate de él, está casado respeta.

Sofía: Pero yo…

Leo: El matrimonio es sagrado para nuestros padres Sofía, no se romperá por un capricho, no te consentiremos con esto.

Ella se va llorando y dando pisotones fuertes.

Alina: Gracias.

Ambos asienten y siguen mirándola con la adoración que le dedicarias a una reina, a una diosa, no a una esposa ajena.

¿No que el matrimonio es sagrado?

Mischa: Preciosa, yo…

Alina: Ya sabía que te la follabas, te permití hacer lo que querías cuando no sabías que eras mío, ahora lo sabes corazón y puedo asegurarte que no permitiré que nadie toque lo mío sin consecuencias.

Leo: No puedes hacerle nada a mi hermana.

Ella chasquea la lengua y mi cuerpo se tensa.

Alina: Las consecuencias no son para ella, son para mi esposo, para mis otros esposos esto es una advertencia, ¿Serían tan amables de acompañarme abajo?

Antes de que todos pudiéramos negarnos ellos ya le tomaron las manos y la ayudaron a bajar.

Emir: ¿¡Qué mierda hiciste!?

August: ¿Qué hará? ¿No se pondrá en peligro no?

Christopher: No sé que hará, pero agradezco que no haya pedido el divorcio con lo enojada que está.

Mika: No me gusta, hará algo que no me gustará.

Todos nos apoyamos en la baranda del vip para ver a los gemelos finlandeses frunciendo el ceño sentados en dos sillas sobre el escenario del club.

¿Qué hará?

Máxime: Eres un jodido hombre muerto Mischa.

Enzo: Despeja el club imbécil.

¿Qué, por qué?

Todo mi cuestionario se corta al escuchar la presentación del DJ.

DJ: Bueno, bueno, bueno, una ninfa de ojos grises quiere darles un show que no podrán olvidar, démosle un fuerte aplauso a…

Oh mierda.

Alina. 5°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora