🔥CAPITULO 27🔥

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SIN EDITAR.

💥<<{Mika}>>💥

¿En qué momento la vida se volvió una montaña rusa de emociones? un dia estamos tranquilos en Japón torturando topos, al siguiente estamos embarcados en una venganza que no nos interesaba para nada, al tiempo estábamos obsesionados con el puente para la venganza y al otro estamos aquí, apurados, desesperados, con el corazón en la garganta porque la mujer que nos tiene locos desapareció para cumplir su propia venganza.

¿Cómo es que esa mujer arrasó conmigo y toda mi voluntad como un torbellino? Nunca quise amanecer con una mujer a mi lado, pero anhelo hacerlo con ella, jamás quise casarme, pero me pondría de rodillas una y mil veces solo para que ella sea mi futuro, por ella, me haria el creyente mas fiel al dios del que todos hablan.

Yasu: Llegamos.

Bajamos del carro en el momento exacto en el que una pierna cae del hombro de la preciosa, sus ojos se cierran de golpe luego de que sus ojos se cruzaran con los míos robándome el aire por la intensidad en ellos, empieza a caer hacia el costado y el pelirrojo que es quien está más cerca corre apurado hacia ella para atraparla antes de que toque el suelo, la atrapa a tiempo para que su cabeza no se golpee.

Su caída fue tan jodidamente aterradora que pude verla perfectamente en cámara lenta, sus ojos se volvieron vulnerables frente a nosotros, la intensa fragilidad en su mirada voto todo el aire de mis pulmones, su cuerpo se dejó vencer por la aterradora inconsciencia y comenzó a caer frente a mí, mi pulso repitiendo incesantemente mis latidos en mis oídos como si quisiera recordarme que sigo vivo, estoy tan jodidamente asustado en este momento y no se por que, he visto personas desplomarse, romperse, morirse frente a mis ojos, he visto personas siendo desmembradas, quemadas y ultrajadas, pero nada, absolutamente nada podría hacerme sentir como me siento en este momento.

Sigo quieto a un lado del carro en el que llegamos, mis ojos no abandonan el cuerpo inconsciente de mi preciosa, no dejo de ver la sangre, no dejo de ver sus ojos cerrados, el sentimiento de temor es demasiado nuevo para mi, nunca me ha importado perder a nadie, salvo a mi hermano, pero verla vulnerable, notar lo fragil que es, lo facil que pueden arrebatarmela me rompió de formas en que una tortura jamas podria hacerlo, ver sus ojos apagarse calo profundo en mi oscura alma.

Chiang: Respira hijo, ya pasará.

No pasará, mi cabeza repite una y otra vez la imagen de Alina cayendo frente a mis ojos, sigue diciéndome que no pude hacer nada, que no la cuide como debí, ¿Qué clase de acosador no sabe dónde está su víctima? Debí saber que estaba aquí, debí saber que estaba mal, debí… Debí ser yo el que se desplomará frente a todos, debí ser yo el que se viera vulnerable, no ella, ella es fuerte, ella es mi fuerza.

Mika: No puedo volver a verla así.

Chiang: Está bien, ella está bien Mika.

Yasu: ¿Se quedarán ahí mirando?, hay que ir a la casa, la tiene que ver un médico.

El pelirrojo pasa por delante mio con el cuerpo inconsciente y cubierto de sangre de la preciosa y se monta en el carro con sus primos.

¿La sangre era de ella?

Miro a mi papá como cuando teníamos miedo de niños y nos decía que los monstruos solo estaban en nuestra imaginación, lo miro esperando que me diga que todo esto está en mi cabeza, que tengo un jodido problema en mi cabeza y Alina está absolutamente bien, que estoy delirando, o teniendo pesadillas, pero lo único que hace es meterme al carro.

Hubo un momento entre que me monte en el carro y parpadee en el que transcurrió todo el camino hasta la casa, se que lo hubo, pero mi cabeza no logra recordar nada del camino hacia aquí, solo se que parpadee y ya estaba aquí.

Yasu: Espabila hermano, la preciosa nos necesita.

Abre la puerta del carro del lado que estoy, está esperando que salga, pero lo único que hago es sacar las piernas.

Mika: Yasu, me siento mal.

Mi pecho arde al igual que mis ojos, mi corazón late en mis oídos, mis dedos tiemblan, siento mi cuerpo querer desfallecer poco a poco, me golpea tan jodidamente duro la realidad de la situación de mi vida, siempre creí que si perdía a mi hermano mi vida no iba a tener sentido, ahora con todo lo que ha pasado me doy cuenta de que perderla a ella sería mi muerte, ella es todo lo que sueño para mi presente y futuro.

Yasu: Oye —puedo verlo claramente golpeando mi rostro, pero no lo siento, no siento mis piernas, mi cabeza está perdida en algún punto entre la mirada frágil de la mujer que amo y su cuerpo cayendo frente a mi— Mika, hermano, mierda.

Mi rostro se mueve bruscamente, choco mis ojos con unos iguales a los míos, la preocupación abunda en ellos mientras que los míos los siento perdidos, vacíos.

Yasu: ¡Mika ella está bien!

Lo sé, sin embargo no puedo dejar de pensar en perderla, en cómo la opresión de mi pecho arrebatará mi oxigeno, en cómo mi cuerpo se sentirá tembloroso, como mi corazón dejaría de latir, mis ojos lloran por primera vez en años, tengo miedo por primera vez en años, miedo a perderla, miedo a abrir los ojos y no estar siguiéndola, miedo a que ya no sepa si soy Mika o Yasu.

Mika: Mi..edo…

Yasu: ¡Papá!

La oscuridad me atraviesa como un rayo, robando lo poco que aún reconocía de mi entorno, deje de sentir mi cuerpo, deje…

Deje de perderla.

Alina. 5°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora