🔥CAPITULO 21🔥

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SIN EDITAR.

🤤<<{Máxime}>>🤤

Me despierto en medio de la sala de cine, rodeado por mi hermano, el fosforito, Var y Piers, mi hermana no está por ningún lado así que me levanto sin despertar a los chicos y salgo, la busco en la cocina y no está, en la sala y la habitación tampoco, salgo al patio trasero donde hay unos sillones frente a la piscina y la encuentro sentada en un mirando el las estrellas, el silencio de la noche da tanta paz, me acerco y su mirada me sigue a cada paso, eso siempre me fascinó de ella, sabe cómo hacernos sentir amados y escuchados sin decir una sola palabra.

Alina: Te veías hermoso dormido ¿Por qué despertaste?

Y ahí está, el latido errático de mi corazón siempre que me hace un cumplido.

Máxime: Siéntate en mi regazo preciosa.

Se pone de pie y ocupo su lugar en el sofá individual antes de que ella se siente con la espalda apoyada en mi pecho, una de mis manos se apoya en su muslo y la otra en su vientre dentro de la remera, la gasa que cubre la herida me enoja, su piel es pura y tersa, no debería arruinarse con una bala o puntos.

Máxime: ¿Quieres contarme?

Alina: A veces odio que me conozcan tan bien —me río y beso su cuello— siento que algo está a punto de pasar, algo me pisa los talones y no me gusta la sensación de peligro que respiro.

La mano que está sobre su muslo se mueve inconscientemente para tranquilizarla, su piel está erizada por la brisa de la noche y mi cuerpo se siente caliente junto al de ella.

Sus nalgas empiezan a moverse sutilmente, pero por más suave que sea el movimiento mi polla lo reconoce y se endurece.

Máxime: Preciosa quédate quieta.

Alina: ¿Pasa algo hermanito?

Mi mira inocentemente mientras se mueve para darse vuelta y quedar frente a mí, siento el calor de su coño solo tapado por una braga a través de la tela de mi jogging, el pre semen sale disparado sin que pueda detenerlo y mis manos van a sus caderas, quisiera decir que para detenerla, pero no es así, la estoy moviendo para generar más fricción entre nuestros sexos tapados.

Máxime: Joder… preciosa estás herida.

Escucho lo que digo, pero mis manos siguen haciendo que se mueva sobre mi.

Alina: Saca tu polla Máx, nadie va a enterarse si no decimos nada.

Saco mis manos de su cuerpo y las pongo frente a sus ojos, la miró para que entienda que ella debe tomar lo que quiere de mí y lo capta enseguida, se levanta un poco y sus manos bajan la cintura de mi jogging hasta que mi erección golpea mi vientre, la masajea distribuyendo el pre semen para lubricar la antes de ponerse sobre la polla y mover su braga hacia el costado.

Alina: ¿Quieres esto hermanito? ¿o debería irme?

Cierro los ojos ante la provocación, mis manos vuelven a sus caderas apretando con fuerza y mi pelvis sube de golpe, mi polla se hunde profundamente en su coño, la pendeja sabía lo que provocaría y tenía su mano tapando su boca para que nadie escuche su grito.

Máxime: ¿Te encanta provocarme verdad?

Sus ojos están sobre los míos, sus grises ahora están de un brilloso color negro, salta sobre mi polla con una sonrisa descarada en el rostro

Por supuesto que le encanta joder.

Brinca con rapidez mientras mis manos la ayudan para que no se cansé, mi cuerpo se siente como lava, la brisa me estremece siempre que nos azota y es tan malditamente placentero de una forma extraña que no llego a comprender, son muchas cosas juntas, su caliente y jugoso coño, su piel frotándose con la mía, sus manos tocando cada centímetro de mi pecho desnudo y la briza helada azotandonos, estremeciendonos.

Máxime: Preciosa

Alina: Silencio hermanito, no queremos que nadie nos escuché —su boca se posa sobre mi oreja, sus jadeos me vuelven loco así que aprieto sus nalgas con más fuerza— te amo Máximax.

Joder

¿Cómo espera que me quedé callado cuando dice esas cosas? ¿como cuando usa el apodo que me decía de niños?

Mi cabeza da vueltas, mis pies están anclados en el suelo, una mano sostiene su espalda y la otra su nalga, mi pelvis sube y baja con fuerza, arremetiendo contra su coño con rapidez, sus jadeas envían ondas eléctricas a través de mi columna haciendo que un inexplicable placer me estremezca el cuerpo por completo.

Mis ojos se cierran, veo putos rayos en mis párpados y mi cuerpo se tensa cuando su coño se contrae a mi alrededor.

Máxime: Preciosa.. joder…

Gimo sin poder evitarlo, su coño se aprieta más, mis embestidas se vuelven más salvajes y mi polla engorda dentro de ella, sus gemidos son callados por sus labios en mi cuello y momentos después ambos acabamos tan malditamente fuerte que los rayos se vuelven una maldita luz blanca.

Máxime: Te amo mi preciosa hermanita.

Alina: Te amo.

Acarició su espalda mientras recuperamos el aliento, mi polla sigue en su interior y me encantaría que siga allí por el resto de la vida.

Máxime: Deja de preocuparte preciosa, nada pasará, nadie está en peligro.

Su cuerpo sigue tenso por ese pensamiento, lo sé, la conozco como si fuera mi trilliza.

Me río internamente de mi estúpido chiste.

Alina. 5°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora