SIN EDITAR
Al otro día…
🤤<<{Máxime}>>🤤
Estamos bajando de la camioneta junto con mis padres Kirill y Artem, también vinieron los japoneses Yasu y Mika y Var por supuesto, todos estábamos preocupados cuando nos dijeron que habían herido a Alina, Mischa llamo a mis padres quienes nos lo comunicaron justo cuando estábamos con los japoneses y Var tomando unos tragos, claramente el alcohol se nos fue del sistema inmediatamente al escuchar Alina y sangre en la misma oración, media hora después todos estábamos abordando el avión rumbo a Rusia.
Estamos en la casa que era de nuestra tía Ekaterina, la que mi madre le regaló para no tener que estar en la mansión en la que sufrió tantos maltratos desde chica, es más sutil, menos llamativa, perfecta para esconderse si alguien los persigue.
Entramos en la casa donde mi hermana está de pie mirando a los hombres sentados como si quisiera matarlos mientras tiene el teléfono en la oreja.
Alina: Estoy bien papa, calmate, deja de ser tan marica es solo una bala —aleja el telefono de su oreja mientras gritan del otro lado y ella rueda los ojos— si bien, tienes razón, fueron dos balas, pero viva, deja de llorar, no, no fue su culpa, los amo dejen de preocuparse por mi y preocupense por los hombres que tengo frente a mi y a mi espalda porque si me siguen mirando como si estuviera rota volvere con sus cabezas en mis manos, chau.
Corta y se da vuelta para mirarnos.
Artem: Sientate ya, Alina Becker, no me hagas cedarte para que hagas reposo porque no me cuesta nada.
Alina: Si llegas.
Se encoge de hombros.
Kirill: Princesa te dispararon dos veces, ¿Alguno te saco la bala?
Christopher: Yo saque la de su espalda y la cosi, mientras ella lo hacía con la del vientre, perdió un poco de sangre, y le hice una transfusión directa, Ivanov tiene su tipo de sangre.
Mika: ¿La anestesiaron por lo menos?
…: No quiso nada.
Todos giramos la cabeza hacia el hombre que acaba de salir de la cocina con una botella de agua en las manos, es muy parecido a los japoneses.
Yasu: ¿Papa?
Kirill: Princesa, puedes por favor sentarte antes de que me den ganas de romperte las piernas para que te quedes quieta, parece que no entiendes que tienes puntos en su espalda y vientre.
Alina: Pero papá…
Artem: No nos importa lo que digas, te sientas ahora.
Enojada se sienta al lado de Emir quien pasa un brazo por encima de los hombros y la abraza, puta madre si son como agua y aceite los doppelgangers.
Piers: Había mercenarios esperándonos cuando llegamos.
Christopher: Tenían nuestra ubicación sobre el edificio.
Enzo: Hay un sapo en la agencia.
Asiento con la cabeza, es lo más obvio, de que otra forma podrían saber la ubicación que les tocó.
Artem: Hablaremos con Alessandro y Hassan para que hagan una depuración.
Alina: Hay que hacer una en la bratva también —La mueca que hace Piers no me pasa desapercibida, el fosforito nos dijo que tuvieron que decirle quién somos, él siempre se rigió por el lado correcto de la ley y pasarse ahora es todo un reto, que tendrá que pasar si quiere a mi preciosa— Sabían horario, ubicación y cantidad de hombres que llevaría Mischa para revisar el cargamento.
Artem: ¿Quién te quiere muerto?
Mischa: Haber… soy el segundo al mando de la bratva, mi cabeza siempre estará en juego, pero hubieran ido primero por los herederos —señala a mi hermana— así que estoy seguro que es algo por mi no por la bratva, no se quien me odia tanto.
Enzo: No todos los enemigos son tan estúpidos, saben que acercarse a mi hermana es una muerte asegurada, así que no descarta que sea por la bratva.
Chiang: Murieron muchos por sus manos, así que si creo que es una muerte asegurada.
Kirill: Deja de mirar a mi hija.
Chiang: Es mí mujer.
Máxime: Sueñas.
Artem: No, no lo es, le llevas veinte años o mas y estas jodidamente casado, te quiero a metros de distancia de mi hija o no te gustaran las consecuencias.
Mika: ¿Tuya? ¿Y nuestra madre?
Yasu: Alina no será la otra, primero te mato papá antes de que la rebajes de ese modo.
Ambos Japoneses van contra su padre mientras este lo mira.
Alina: Qué bueno que tengo voz y voto para decidir lo que quiero ¿No? —Su voz roza lo mortal, es tan ronca y fría que me estremezco— Alejense de su padre, él nos sacó de donde estábamos, por alguna razón creo que comparten rasgos, también me estaba siguiendo.
Mischa: Ya habías matado a casi todos, no le des el crédito.
Chiang: El casi muerto tiene razón, quedaban unos pocos, solo me asegure de que lleguen aquí antes de que se desangre por salvarlos a ustedes.
Ya veo.
Miro a mi hermana y ella se encoge de hombros.
Alina: Mi vida no vale nada si ustedes no están.
Aprieto la mandíbula y la señaló, quiero decirle lo estúpida que fue, pero no puedo, porque ella siempre nos dice lo mismo, prefiere anteponerse entre una bala y nosotros qué vivir si nos pasa algo.
Varek: Vuelve a hacerlo y te atare a la cama.
Los ojos de mi hermana se oscurecen y una sonrisa descarada surca sus labios.
Alina: Preferiblemente desnuda, corazón.
Artem: ¡Alina!
Kirill: Joder somos tus padres no queremos escuchar eso.
Máxime: ¿Nacimos del aire? no sean hipócritas por favor.
Alina: ¿Con quienes se quedaron mis hijos? ¿Por qué no los trajeron? podría haberles enseñado Rusia.
Por supuesto que iba a reclamar eso.
Enzo: Nuestra madre se apropió de ellos, una tarde para consentirlos dijo o algo así.
Alina: Bien entonces vámonos.
Se pone de pie haciendo una mueca y es todo lo que aguanto, la levante y me siento en el sofa con ella encima, la sujeto con fuerza aunque se zamarrea, no se moverá de aquí por lo menos hasta que duerma unas horas, está pálida como una hoja.
Maxime: Quédate quieta Alina Becker, hablo en serio esta vez.
Christopher: Llevala a la cama de arriba, si no duerme al menos seis horas no sale de Rusia.
Alina: Como si alguno pudiera detenerme.
Varek: Preciosa, que te dejemos hacer lo que quieras cuando estás bien no quiere decir que no podamos encerrarte cuando estas mal, somos complacientes, pero hoy no es el dia.
Chiang: Somos muchos para atraparte y me fascina la cacería.
Mika: A nosotros igual.
Emir: Preciosa, ve a dormir por favor.
Ella lo mira y le sonríe.
Alina: Solo porque me lo pediste muy dulcemente.
Que pendeja si no le había dicho nada mal, no la dejó levantarse de mi regazo, me levanto con ella en mis brazos y subo las escaleras dejando a todos esos hombres hablando de la persona que casi mata a mi mujer.
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Alina. 5°
Storie d'amoreQuinto libro de la Saga Entre Familia (Independientes) 🥵Christopher🥵 Alina: ¡NO! Fue por ese desgarrador grito saliendo de la persona más fría de este mundo por lo que mis ojos dejaron de ver el lado bueno de todas las personas, la gran mayoría no...