🔥CAPITULO 26🔥

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SIN EDITAR.

Un día después...

💋<<{Varek}>>💋

Tuvimos que pedir que se adelantará el juicio, Alina no está bien, nada bien, después de que su puño se haya detenido a centímetros del rostro de su padre algo se rompió en ella, lleva sin hablar desde ese momento, por más que Emir le haya dicho con toda la alegría que pudo reunir que adelantó el juicio para hoy debido a las constantes agresiones que los chicos están sufriendo dentro de la prisión ella se negó a hablar o a demostrar cualquier tipo de emoción en su rostro, su rostro neutral me esta desesperando, nunca la había visto tan vacía.

Mika: Me preocupa.

Yasu: ¿Se le pasara cuando saquemos a los chicos?

Varek: No lo sé.

Chiang: Pudimos sacarlos ni bien entraron.

Mischa: Pero eso los haría prófugos y tendrán que correr toda su vida.

Varek: Tú no corres porque lo harían ellos.

Emir: Aquí lo que importa es que Alina quiere que los saquemos a través de un juicio, pero no la veo, ¿Ustedes?

La buscamos entre el mundo de gente que está terminando de entrar al tribunal, los padres de los chicos están aquí, les pregunto con la mirada si la vieron y niegan con la cabeza y se ponen a buscarla también, sacó el rastreador que le pusimos, esta aquí, pero ya no puedo salir, las puertas del tribunal se cerraron y el juicio está por comenzar.

El rastreador no se mueve del mismo lugar, ni un solo centímetro.

Piers: ¿Está en el baño?

Varek: No está aquí, ella tenía un jodido plan.

Esta mujer me hará morir joven.

😈<<{Alina}>>😈

Bajo de mi carro, mi katana está en el estuche de mi espalda detrás de la mochila, tengo un arma en cada mano con silenciador, la puerta está abierta, pero ingresó por la ventana con el sigilo que me caracteriza, me pongo a un lado de la puerta de la sala en la que entre, varios agentes pasan charlando y riendo animadamente haciéndome enfurecer.

Mis hombres no están riendo y charlando conmigo, no están animados, están golpeados y eso no me gusta.

Salgo de la sala cuando los dos agentes pasan y les disparó en la cabeza, ¿Está mal disparar por la espalda? si, ¿Me importa en esta ocasión? Ni mierda, a mis hombres los intentan matar mientras duermes, ellos jugaron sus cartas a espaldas de mis hermanos y el fosforito, se hicieron pasar por sus amigos muchas veces, fueron amables mientras hablaban pestes de ellos a sus espaldas, solo les estoy regresando lo que le hicieron, pero en lugar de palabras son balas.

Mato a seis agentes más, el resto esta en el juicio, me asegure de que el perro hijo de puta este aquí, mis padres no se enteraron de que su agente tiene una misión el día de hoy que sale en pocos minutos, es una total mierda, no tiene nada, ni lo tendrá nunca más, pero ni él ni mis padres lo sospechan.

Guardo las armas, una sonrisa extasiada rompe la seriedad de mi rostro, el olor a nafta impregna el aire mientras mojo las paredes el suelo y todo mi camino hasta la sala de reuniones donde él debe estar, dejo el bidón en el suelo, agarro mi katana con ambas manos y pateó la puerta de la sala de reuniones.

Alina: ¡Vine por ti doppelganger!

Me meto encontrándolo de pie al otro lado de la sala, su arma apunta en mi dirección, pero como todo estúpido no apunta a mi cabeza, si lo hicieran todos los que me dispararon alguna vez yo habría muerto más de diez veces, pero no, siempre apuntan a todos lados de mi cuerpo, menos a la frente.

Idiotas.

Emil: Baja eso Becker, no quiero dispararte.

Alina: Por favor hazlo, así tengo más motivos para buscarte en el infierno.

Lo hace, la bala entra en el mismo hombro en el que me disparó su amigo agente hace unos días, la herida me escuece, el impacto me envía dos pasos hacia atrás, pero nada detiene la corriente de ira que bulle desde el fondo de mi pecho, tan potente y enérgica que ni siquiera siento caer la sangre hasta que la veo en el suelo.

Hago un recordatorio en mi cabeza para dejar de recibir balas en mis hombros o no me funcionaran bien los brazos y lo anclo fijo en medio de toda la mierda que hay en mi cabeza mientras corro y salto por encima de las sillas hasta llegar al bastardo bueno para nada.

El filo de mi katana corta fácilmente ambas piernas, lo que queda de su cuerpo cae con un ruido sordo al suelo que es interrumpido por sus estridentes gritos de dolor, la sangre hizo un charco alrededor de sus piernas y parte de su cuerpo y me apresuro antes de que se muera desangrado, guardo mi katana en el estuche, agarro una de sus piernas con una sonrisa y me la apoyo en el hombro luego agarro sus cabellos y lo arrastro manchando toda la agencia y asegurándome de pasarlo por encima de la nafta que rocíe en el suelo.

Sus gritos de ayuda son jodida música para mis oídos, el temblor de lo que queda de su cuerpo incrementa al ver los cuerpos de sus amigos en el suelo con un hoyo en la cabeza, un charco carmesí debajo de sus rostros lo hace volver a gritar, con mucha más fuerza.

Alina: Llegamos.

Sonrío viendo la entrada de la agencia, en este mismo lugar interceptaron a mis hombres, de este mismo lugar me los arrebataron, me parece justo que desde este mismo lugar el perro se muera.

Alina: Me llevo tu pierna como premio, no te preocupes por tu hermano, me aseguraré de darle lo que tu nunca tendrás —lo miro gritando y llorando en el suelo, la palidez de su piel se extiende a todo el cuerpo— mi amor.

Salgo y tiro un zippo por mi espalda, me apoyo en el capó de mi carro con la pierna de él aun apoyada en mi hombro, la sonrisa en mi rostro es una que no tenía hace unos días y se agranda al ver las llamas que empiezan a consumir la estructura con sus cuerpos dentro, los gritos de dolor escapan de entre el fuego llenando mi cuerpo de emociones satisfechas y felices, los vidrios estallan al mismo tiempo que escucho carros estacionarse en mi espalda, un grito incesante proviene del interior de la agencia, el último antes de que todo se derrumbe frente a mis ojos.

Me doy vuelta encontrando a los tres hombres a los que no vi por unos días, sus ojos me transmiten el amor que extrañe cada maldito segundo desde que se los llevaron, mi sonrisa se borra, no por ellos, por mi.

Días de mal sueño, las drogas administradas, los puntos mal curados, el agujero en mu nuca para sacar el rastreador, la bala en mi interior, el cansancio, el hambre, los constantes ataques, todo se me vino encima como la agencia se le fue encima a Emil, la oscuridad me consumió en un torbellino de inconsciencia, pero a diferencia de él, yo tengo más días para vivir.

Alina. 5°Donde viven las historias. Descúbrelo ahora