CAPÍTULO 10

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Álvaro bajó las escaleras dio vueltas antes de decidir decirles a sus hijas que su padre apareció.
" Ahora ellas querrán irse, no las quiero perder después de tantos años buscándolas" — Se cuestionaba mentalmente. — "Pero el las tenía prácticamente secuestrada, el tenía que haberme dicho de ellas después que Carla murió. — Era una disputa entre su lado bueno y su lado malo, era un caos total.
Salió al jardín sin saber que decir y terminó diciendo lo primero que se le ocurrió,
—  Niñas, tengo una propuesta que hacerles.
Ellas miraron y Giorgia preguntó.
—  ¿Que propuesta? Papá.
—  Irnos de vacaciones, sería nuestro primer viaje en familia, daremos la vuelta al mundo, ¿les parece?
—  ¡No! ¡Si! —  Respondieron las dos a la vez.
Ginevra se negó a salir de Capri, mientras que Giorgia se vio entusiasmada.
—  Que fácil para ti es reemplazar a mi padre, y no entiendo por qué Álvaro viene con esa idea de salir de viaje.
Giorgia suspiró profundo y contestó.
—  Gin, ¿Es en serio? Pareces una niña malcriada, padre murió Gin, no estamos solas tenemos otro padre y una hermana
—  Gio, No voy a salir del país, si deseas ve tú, eres libre de irte.
Yo me voy donde mis tíos.
Álvaro sintió un mal sabor de boca al ver la discusión entre sus hijas.
—  Ginevra, Giorgia, tranquilas, solo fue una idea, no quiero que discutan y mucho menos por mi culpa.
—  No te preocupes Álvaro, yo me voy donde mis tíos, estoy segura de que en cualquier momento papá aparece, y quiero estar en donde el nos dejó
—  ¡Hija! Tranquilo papá, yo sé que tú intensión es buena, que deseas compartir con nosotras, pero yo no voy a ningún lado hasta que mi padre aparezca.
—  Espera, te llevo, por favor.
Álvaro se tía que la situación salía de sus manos, estaba consiente del error que cometió y ahora cuando Ginevra se entere de que Jórdan apareció, sería peor la situación.
Ginevra se cambió y bajó con su maleta, caminó sin mirar ni decir nada a Giorgia.
—  Giorgia, por favor ve a cambiarte que las llevaré a casa de Fabrizzio.
—  Esta bien papá. —  Giorgia subió y quince minutos después estaban de camino a la mansión Ferrari.
Cuando llegaron el movimiento llamó la atención a Álvaro y las chicas, los vieron subir a los autos y fue ahí cuando Ginevra salió corriendo y preguntó.
—  Tío, ¿que sucede?
—  Cariño, ¿acaso Álvaro no te lo dijo?
—  ¿Decirme que tío?
—  Viajaré a El Hohe Acht, en el Eifel Alemania, tu padre está en un pueblo con mi hija, y vamos por ella.
Fabrizzio y los hijos subieron al auto para irse al aeropuerto.
Ginevra miró a Álvaro e hizo un gesto de negación y se acercó a él.
—  Ahora entiendo por qué tú afán de las dichosas vacaciones, ¿quieres alejarnos de mi padre? Eso es lo que pretendes ¿verdad?
Álvaro salió del auto cerró los ojos y se acercó un poco más.
—  Hija, cometí un error, no quiero perderlas, por favor entiende me.
Ginevra lo miró fijamente a los ojos.
—  Hace años cometiste un error, y ese aún no me lo has contado, no me has dicho cual fue la razón tan poderosa que mi madre tuvo para alejarse de ti. Parece que tú vida es de errores.
—  No le hables así a papá Gin, —  Renegó Giorgia.
Ginevra los miró y se fue al interior de la casa.
Álvaro sintió pesar por su error.
Ginevra entró y se abrazó a Mericci, sabía que con la llegada de su padre, llegarían los problemas, que él no se imaginaba.
—  Tranquila mi vida, ya pronto papá estará aquí y llegarán a un acuerdo, debes entender que Álvaro tiene derecho sobre ustedes, el es su verdadero padre, y Jórdan cometió un error.
—  No tía, mi padre no cometió un error, madre le pidió jamás entregarnos a Álvaro, alguna razón tuvo ella y mi padre la complació.
—  Veremos qué pasa cuando llegue, toca esperar.
Dos días pasaron y todos estaban en el aeropuerto esperando el arribo del jets que traía a Jórdan y Julianne.
Mericci, Ginevra y Giorgia estaban que no podían de la felicidad, sus corazones retumbaban en sus pechos de la emoción, mientras Álvaro sentiría igual, pero por una sensación diferente, su celular sonó, lo miró y era Jisso.
— Padre, ¿Donde estás? El abogado te está llamando y tú no respondes.
— Traje a Giorgia al  aeropuerto, Jordan está llegando.
— Lo sé, con la noticia de que está vivo, el juez de la niñez le notificó a tu abogado que se extendió una orden de captura para Jórdan, por la denuncia que pudiste del secuestro.
— ¿Que estás diciendo? Eso no puede ser, yo no puse tal denuncia.
— ¿Como que no?
— Yo jamás hice esa denuncia, hablaré con el abogado ahora.
Álvaro llamó al abogado, y este no contestó, volvió a llamar sin tener respuestas.
El jets aterrizó y las ambulancias llegaron y ahí estaban bajando en la camillas a Julianne, que venía muy mal por la mordedura de la serpiente.
Mericci corrió a la ambulancia, mientras Ginevra y Giorgia corrían a los brazos de su padre.
—¡Papá! — Gritaron al unísono y se lanzaron a sus brazos.
— Hijas mías, como las extrañé tanto, cada día en esa selva traté de vivir por mis amores que son ustedes
— Papito, ni sabes lo feliz que estoy de tenerte aquí.
Todas esas expresiones de amor eran vistas a la distancia por un dolido Álvaro, entonces su corazón se enfureció y no evitó lo que a continuación pasó.

— Señor Jórdan L'Blank queda detenido por el  secuetro de las menores Ginevra y Giorgia Sánchez.
La sorpresa de Jórdan fue tan grande que sintió un temblor en todo su ser.
— ¡Que! ¿Como que secuestro?
— No te llevarás a mi padre detenido,¿Acaso no te das cuenta en las condiciones en las que llegó.?
Ginevra miró a Álvaro y lo fulminó con la mirada, sea acercó a él a pasos acelerados y lo enfrentó.
— ¿¡Como te atreves a encarcelar a mi padre!? ¿Con que derecho.?
Álvaro tragó el nudo en su garganta, y miró a Jórdan.
— Una vez te creí mi amigo, pero te llevaste a mi mujer y con ella a mis hijas.
Jórdan miró a sus hijas, y luego a Álvaro, no quería decir frente a ellas el por qué Carla decidió desaparecer.
— Tiene que acompañarnos señor L'Blank. — Habló el oficial y caminaron al auto de la policía.
Julianne fue trasladada al hospital su estado era crítico y fue ingresada en UCI, los médicos pasaron antiofidico a su sistema y solo tocaba esperar su recuperación. Los médicos realizaron todo tipos de exámenes para valorar su estado de salud y pudieron descubrir la pérdida de su bebé. El galeno y colega de Fabrizzio los hizo pasar para decir lo que pasaba con su estado de salud.
— Fabrizzio, Mericci, Julianne está muy delicada, su salud está en peligro no solo por la picadura de esa serpiente, si no también por la fuerte infección que se produjo por los restos de su mal logrado embarazo.
Fabrizzio miró a Mericci y vio la sorpresa en su rostro.
— ¿Embarazo? Mi hija estaba embarazada y perdió a su bebé por esa picadura, Dios mío. — Se lamentó Mericci llorando.
Fabrizzio sintió estrujar su corazón, perder a su nieto y ahora estar a punto de perder a su hija.
— Enzo, salva a mi hija, por favor. — Pidió Fabrizzio sin preguntar por el tiempo del embarazo que se pudiera detectar.
— Fabrizzio, cariño, ¿Que pasará con Jórdan? tenemos que ayudarlo.
— Si, enviaré a los abogados para que vean  que pueden hacer.
Jórdan fue llevado a la cárcel, sentía impotencia el no saber de Julianne.
— Están cometiendo un error, yo no secuestré a nadie. — Habló mientras quedaba tras las rejas.
Álvaro se acercó a él y lo miró fijamente.
— ¿Como pudiste hacer esto cobarde?
¿Crees que con encerrarme me quitarás a mis hijas.?
— No son tuyas son mías, y por tu culpa no las vi crecer.
Jórdan lo miró y sonrió con sorna.
— ¿Estás seguro de que es por mi culpa? Por qué mejor no te haces un exámen de conciencia, estoy seguro de que ahí encontrarás al verdadero culpable.
— Eso no justifica el que escondas a mis hijas.
— Nunca las escondí, simplemente cumplí con la petición de Carla en su lecho de muerte.
— No es razón para la ley, y responderás por ello.
Álvaro salió de la celda, y Jordan lo vio irse. Dio golpes en las rejas y se maldecía por no saber de Julianne y el no poder estar con sus hija.
Mientras Ginevra estaba como gato enjaulado caminando de  un lugar a otro, estaba furiosa por qué aún era menor para dejarla pasar  al interior de la cárcel.
— Ya cálmate Gin, harás una zanja en el piso.
— ¿Come pides calma? ¿Acaso no te importa que nuestro padre este detenido por algo injusto?
— Papá Álvaro lo sacará de ahí ya verás, esperemos a que llegue.
— Eso espero Gio, por qué de lo contrario, no me importará que su sangre corra por mis venas. — Espetó muy furiosa.
— Hola chicas, ¿Como están? —Preguntó Jisso viendo la euforia con la que hablaba Ginevra.
— ¿Y tú, cómo te sentirías con tu padre en la carcel?
— Tranquilas mis niñas, Jórdan saldrá de la cárcel, es un proceso, y mi padre lo arreglará, Jordan estará de vuelta.
— Es lo que le digo, papá Álvaro lo sacará de la cárcel.
Jisso trató de tranquilizar a Ginevra, intentó acercarse a ella, pero no se lo permitió.
— Vete de aquí Jisso, podemos llevar la misma sangre, pero eso no significa que pretendas ser muy cercana a mí, yo no soy Giorgia, no te equivoques conmigo. Mantén tu distancia.

Apuesta Por Una Noche  (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora