La fiesta de recepción duró el resto de la tarde y noche. Todos disfrutaban, reían hasta que llegó el momento de dar la noticia.
—Muy bien familia, mi amor por favor acércate, que tú también eres el responsable de que está familia siga creciendo. —Habló Julianne mirando y sonriéndole a su esposo. Y continuó
—Familia quiero compartir otra felicidad y bendición con ustedes, quiero decirles que aquí está creciendo otro miembro de la familia Ferrari Aicardi y todos los apellidos que confirmamos esta gran dinastía.
Jórdan la abrazó por la cintura y ella se volvió a su cuello.
—Amor, nuestro segundo hijo.
—Tercer hijo, por qué jamás olvidaré a mi primer amor chiquito, ese que me enseñó a sentir amor sin conocerlo.
—Será nuestro angel, y seguro nos ve desde allá.
Unieron sus labios en un beso apasionado.
Todos volvieron a felicitar a la pareja, y continuaron con la celebración
Las horas pasaron y ya estaban listos para viajar primero a Alemania.
Horas de vuelo y llegaron al departamento de Jórdan, el la cargó en brazos y entraron hasta la habitación.
La dejó sobre la cama y muy despacio fue subiendo por sus piernas, llegó a su húmeda feminidad, arrancó las finas bragas y rasgó el vestido dejando la expuesta a él completamente desnuda. Jordan delineó con la punta de su dedos todo su cuerpo, dejó besos húmedos y llegó a sus pechos mordió cada uno de ellos, siguió recorriendo su pecho y llegó a su boca, profundizaron ese beso desbordante de amor y pasión,
—Mmm, Jórdan. Te amo.
Jordan devoraba sus pechos como un hambriento y sediento.
Cómo pudo se quitó su ropa, y volvió su recorrido por sus piernas y llegó a esa entrada y se abrió paso y jugó con su lengua en ella, Julianne movía sus caderas mientras sus manos apretaban tan fuerte las sábanas.
—¡Oh! Jórdan. —Genia del placer que sentía.
Jordan se posesionó en su entrada y muy despacio se adentró en ella, causándole un estremecimiento en todo su cuerpo.
Sus embestida fueron cada vez más fuertes y profundas, sus frentes perladas por el sudor era el resultado del placer que sentían ambos, Julianne sintió su cuerpo contraerse , sus piernas tensarse y se apoderó de ella la electrizante sensación del orgasmo que experimentaba seguida de Jórdan. el amanecer les llegó, entregándose a su amor.
Las horas pasaron y Julianne había enviado un mensaje a su celular.
—Esta noche a las siete en el club.
—Ahí estaré puntual. —Respondió él con una sonrisa y asiendo cosquillas a su mujer.
—Amor, está noche no estaré contigo.
Informó Jórdan fingiendo indiferencia.
—¿Dejaras a tu esposa para ir con esa desconocida?
—Si, es una desconocida que pretendo atar a mi para siempre.
—Osea... ¿Nos tendrás a las dos?
—¿Tu no eres celosa verdad?
—Pues mira que yo también tengo una cita con un desconocido está noche. Apostemos que me lo llevo a la cama.
—¿En serio? —Dijo el sonriente.
—Si, si es así alto, apuesto y mayor claro que sí, apostaría por él, siempre.
—Estoy seguro lograrás cautivarlo.
Unieron sus labios y se dispusieron a salir por su cuenta.
Al llegar al club, Jórdan ya estaba en el mismo sitio que cuendo la vio por primera vez.
Julián estaba con el mismo vestido y misma peluca negra, caminó sin dejar de mirarse mutuamente.
Llegó a la mesa donde estaba.
—Hola, me invitas una copa.
—Por supuesto que sí. Un copa de agua mineral para la dama. —Pidió al mesero, y ella sonrió.
—Pedí una copa de vino.
—Mi intelecto sabe cuándo una hermosa mujer lleva una hermosa luz en su vientre.
—Eso es trampa.
—No me importa, le haría trampa a la vida por cuidar a mi reina y a mi príncipe.
Pasaron la noche en el club y el resto de la semana amándose y entregándose a la pasión que revivían cada momento.
Se dispusieron a viajar a la isla, donde ya Jórdan tenía su propia embarcación para viajar cuando ellos lo disponían, horas de navegación y llegaron y fueron recibidos como siempre.
Los llevaron a su cabaña y al día siguiente todos estaban festejando su llegada.
—La madre desea verlos. —les informo Hunno.
Julianne y Jórdan acudieron a el llamado de la matriarca de la tribu.
—Anciana madre, aquí estamos.
—Bienvenidos nuevamente aquí, siempre será bien recibidos y me alegra que siempre piensen en nosotros, y en los niños de aquí.
—Jamás olvidaría este lugar madre, es nuestro segundo hogar siempre, y nuestros hijos sabrán y crecerán conociendo los a todos ustedes.
—Siempre tendrían mi bendición, y los felicito por ese nuevo fruto que crece dentro de ti. Será un niño, hermoso como su madre, e inteligente como su padre. Vayan y disfruten de su estadía aquí.
—Madre, nos iremos a nuestro refugio.
—Lo sé, por eso Hunno preparó una choza muy confortable para que se queden ahí.
—Gracias madre, nos iremos después de dar los regalos a los niños.
La Made asintió y ellos hicieron todo lo que dijeron.
—Y esto es para ti Hunno, así estaremos comunicado con este generador puedes recargarlo y así podemos estar en contacto.
—Gracias Jórdan, no creí tener uno.
Así poco a poco fueron incursionando a los miembros de la comuna con la tecnología y la educación. Luego de dar y dejar instalados a los maestros, partieron a su refugio.Ahí vivieron sus momentos de amor recordando todo lo vivido, durmieron bajo el cielo estrellado, y se sumergieron en el arroyo
Las semanas pasaron y ya estaban de regreso a Capri.
Los meses pasaron y Atike estaba de camino al hospital para recibir a su princesa.
—Ya, ya casi llegamos, ¿Pero por qué se adelantó está pequeña traviesa.
—¡No lo seeee! Pero date prisaaaa me duele y nacerá aquí si no te apuras.—decia ella apretando los dientes y el brazo de Álvaro.
—¡Una camilla por favor! —Gritó bajando del auto y corriendo a ayudar a salir a Atike.
Media hora después estaba Álvaro aguantando los apretones de su mano por la fuerza que hacía ella.
—¡Aaagh! No puedo más
—¡Puja! ¡puja! Una ves mas.
—¡Aaaaaaaaagh!
El llanto de Sheila se escuchó, y, el pediatra la recibió y la puso en el pecho de su madre.
—Mi princesa, mi pequeña Sheila.
—Gracias mi vida, soy el hombre más feliz del mundo, te amo esposa mía te amo.
—Y yo a ti mi Álvaro. Te amo.
Tras horas después estaban en la habitación, donde estaban todos esperando por la pequeña Sheila.
Los días pasaron convirtiendose en semanas y estás en meses, ahora era Paulina la que estaba en labor de parto.
—¡Mishaaaaa! El próximo lo tendrás tu, esto es terrible voy a ¡moriiiir!
—No mi vida, tranquila es normal no me dejes sin ti no vivo.
—Duele mucho.
—Puje señora puje.
—Me ¡dueleeeee! —Dió el último grito y el llanto de Dimitri se escuchó en los pasillos.
—Un hermoso niño. —Dijo el Galeno. Lo dió al pediatra y terminaron de preparar a Paulina para llevarla a la habitación.
—Doctor, ya no quiero bebés, no sé cómo pueden decir que la llegada de un bebé es lo más hermoso del mundo si eso es una gran mentira, es lo más traumático... No quiero volver a parir.
—Tranquila amor, no volverá a suceder.
Misha la miró y sonrió por los gestos que hacía su esposa
—Acaso estás pensando en ya no tener más bebés.
—Amor si tú no deseas no los tendremos.
—Bichi, yo si quiero pero encontraremos la forma de que no duela.
—Será como diga mi reina.
Los días siguieron su curso. Y ya
Ginevra y Giorgia pronto partiría de Italia a Rusia.
Solo esperaban el nacimiento de Aarón.
—Jórdan, ya viene, nuestro hijo viene en camino.
—¿Dónde?
—¡Jórdan! Llévame al hospital. Date prisa.
Jordan dió vueltas por toda la habitación, y es que está vez la noticia vino directamente de ella.
—¡Jórdan!
—Ya, ya ya, ya vamos encontré el bolso.
Jordan ayudó a Julianne a bajar las escaleras con todo el cuidado del mundo, todos esos meses se encargó de consentirla. Y ella se dejó, muy en su interior sentía que le debía esa experiencia, pues de Arielle Anastasie la vivió Sergio.
—Amor, date prisa o tu hijo nacerá en el camino.
Jordan se apresuró y manejó lo más rápido que su lentitud le permitía .
—Jórdan, a no aguanto, ¡carajo! nacerá aquí en el auto
Llegaron al hospital y ya estaban esperando, pasaron a la sala de partos y comenzaron nuevamente las contracciones.
—Cuando le diga puje lo hará ya casi está. Puje ahora.
—Vamos mi amorcito, tu puedes, estoy contigo. Se fuerte. —le decía Jórdan mientras apretaba su mano y secando el sudor de su frente .
Julianne pujó tan fuerte y el llanto se escuchó.
—Eso, es un niño. —el Galeno lo recibió lo puso en brazo de su padre.
—Mi amor, nuestro hijo.—expresó Jórdan sintiendo su corazón estallas de felicidad.
—Perdóname mi vida, perdón.
Jordan beso su frente, y unió la suya a la de ella, también estuve en el nacimiento de nuestra hija mi amor, no tengo nada que perdonarte.
Jordan entregó su hijo a los pediatras y dejó besos en la frente de Julianne, salió de la sala y fue a dar la noticia a todos de que ya Aaron había nacido sano y hermoso, vio tristeza en los ojos de Julianne, pero en su corazón no cabía el resentimiento ni el reproche, el perdón que necesitaba Julianne no existía por qué no había nada que perdonar.
Julianne lo vio salir sintió en su corazón, que le faltaría vida para arrepentirse de la decisión equivocada del pasado.
Los días sugiero su curso y ya había pasado un mes, ahora despedían a Ginevra y Giorgia era hora de volar y vivir sus propias historias de amor.
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Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomantizmJulianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una a...