Jórdan, junto a sus gemelas siendo ya unas hermosas adolescentes de dieciséis años, Adrien Ginevra y Giorgia Beatrice Le'Blank Moreno. Vivían en la isla de Capri.
Desde el nacimiento de ellas jórdan y Fabrizzio Ferrari establecieron una amistad, en todo esos años, Julianne y Jordan jamás coincidieron en una de ellas.
El era capitán de aviación, ahora ya retirado, pero seguía ejerciendo el cargo solo por emergencia.
En el jardín de su residencia junto a sus hijas, el sonido de su celular le llamó la atención.
Miró la pantalla y su amigo de siempre.
— Te estamos esperando.
— Ya estamos de salida. — Responde cogiendo sus pertenencias y apurando a sus hijas.
— Niñas ya es hora ¡Vamos!.
— Papá, ¿tú ya conoces a Charlotte? —Preguntó Giorgia.
— No Gio, nunca antes la vi, solo en fotografías.
— ¿Ya le quieres buscar novia a mi papá? — Protestó Adrienne.
Subieron al auto y salieron en dirección a la mansión Ferrari.
Llegaron y fueron recibidos por Fabrizzio y Mericci.
— Sean bienvenidos a casa, pasen. — Habló Mericci llevando a las chicas al jardín mientras Jórdan y Fabrizzio se encaminaban a la oficina de la casa.
Ya en el jardín, todos esperando a Julianne y fue una llamada que les anuncia su retraso.
— Como que tú piloto se embriagó, eso es una irresponsabilidad, de su parte. — Protestó Fabrizzio muy enojado.
— Papi será que me puedes enviar un jets, o un piloto, no quiero ir en vuelo comercial, por favor.
— Está bien mi princesa, veo como lo soluciono pronto y te aviso.
— ¿Sucede algo? Fabrizzio.— Interrogó Jordan viendo lo enojado que estaba su amigo.
— El piloto de mi hija no está disponible y no veo a quien enviar por ella .
— Pues si tu deseas, me ofrezco a ir por ella.
— En verdad harías eso, no me confío en que venga en un vuelo comercial.
— Solo dime a qué hora salgo para organizar todo.
— si puedes ahora y por estas princesas no te preocupes Mericci y yo nos hacemos cargo en lo que regresas.
Así fue. Jordán salió del aeropuerto de Italia para ir al encuentro con una Julianne Charlotte, hija de papi.
Jordán no conoció a Julianne Charlotte mientras frecuentaba la mansión Ferrari, solo en fotografía la vio, era una adolescente de cabellos castaños rubio, ojos expresivos y una sonrrisa dulce.
Luego de horas de vuelo llegó a Berlín, fue al hotel se duchó y cambio vistiendo una chaqueta de cuero negra y decidió bajar al bar del hotel, entró al club que se encontraba en uno de los pisos, la música era retumbante en los oídos caminó al centro y fue a la barra, pidió un vaso de whisky y lo bebió, luego pidió agua y continuó conversando con el bartender.
La música era de ritmo pegante, miró a la pista y la vio, una hermosa pelinegra bailando sola sus movimientos sensuales le llamaron la su atención, desde que enviudó jamás se interesó por otra mujer, mantenía el recuerdo de Carla, el poco tiempo que vivieron juntos fueron felices, y se dedicó a cuidar de sus pequeñas. Ahora está ahí, mirando a esa mujer que le llamó la atención y su polla dio un tirón de verla con esos sensuales movimientos.
La siguió con la mirada, la vio entrar a la sala VIP, y después de un rato la vio salir al salón abierto. Caminó muy despacio la miró desestresar se y se acercó a ella entre las sombras de los arbustos.
Y la escucho hablar sola.
— ¡UF! Nada como un poco de tranquilidad.
— ¿Hablando sola? — Una voz magnética la sacó de sus cavilaciones, se giró y vio entre las sombras una figura sexi.
— Es mi problema el que hable sola.
Julianne intento irse al ver que era el hombre que la miraba en la pista. y una fuerte mano la detuvo.
— Bailas muy sensual, me encantas.
Unió sus labios y le robó su primer beso, el sabor del whisky en su boca la embriagó y correspondió a ese beso, y en un impulso mordió el labio del hombre.
— Niña malcriada. — Habló limpiándose la sangre con su pulgar y sonriendo de lado.
— Y tú idioma entrometido, déjame sola.
Aquel hombre se acercó más a ella la agarró por el brazo y la apegó a él.
— Niña malcriada, ¿no te enseñaron a respetar a tus mayores.
— ¡Suéltame! Claro que respeto a mis mayores pero tú no estás en ese circulo. ¡Suéltame! — Intentó zafarse del agarre pero esa cercanía hizo que cada uno se perdieran en sus miradas, Julianne parpadeó y nuevamente intentó zafarse, y fue cuando Jordan unió sus labios a los de ella.
Jórdan intensificó el beso explorando la toda, y fueron a la sala VIP.
La despojó de sus vestimentas y la acostó subte la cama, la recorrió toda dejando suavemente mordidas a su camino.
Fue una entrega llena de pasión, fue una entrega total de ambos, llenos de deseos desbordantes, él le dio todo de su experiencia y descubrió que ella le entregó su primera vez.
Al día siguiente Jordan despertó miró a todos lados y sonrió.
— Mariposa imperial, ese será su nombre, quien eras ¿mujer? — Pensó mientras sonreía.
Miró la hora, se levantó y fue al hotel, se puso su uniforme de capitán y fue al aeropuerto.
Una hora y su pasajera no aparecía.
— !Carajo! Será que esta niña no piensa venir pronto.— Se cuestionaba llamó a Fabrizzio su sin darse cuenta tropezó con alguien.Julianne dejo su departamento, subió al auto y se fue al aeropuerto.
Sus pensamientos estaban en esa noche ardiente que vivió.
Recordar a ese hombre bajar a sus pechos que mordió sus pezones sobre la tela del brazier, eso le causó un estremecimiento en su cuerpo, cerró los ojos y suspiró profundo.
El auto llegó al aeropuerto, fue al salón privado a espera el llamado de abordaje. Media hora tenía ahí mirando su reloj a cada momento.
— Odio esperar, mi padre sabe que no me gusta, y aquí estoy como una tonta esperando. — Se cuestionó marcando a su padre nuevamente.
— Padre, ya estoy aquí esperando.
— Hija ya el capitán te espera solo aborda el avión.
Mientras caminaba sin darse cuenta Julianne colisionó contra alguien, y por no ser, por esos fuertes brazo hubiera se ido de bruces al suelo.
Quedaron tan cerca que sus alientos se mezclaron se miraron a los ojos y sus labios casi se rozaban de lo cerca que estaban.
"¡Carajo! No pude se cómo es que lo encuentro aquí." Pensó parpadeando con nerviosismo.
— ¿Pero que carajos te pasa?. ¡Mira!
— Disculpe señorita no fue mi intención. — Se disculpó Jórdan.
La ayudó a ponerse de pie tratando de secar su blusa, Julianne lo apartó con brusquedad lo fulminó con la mirada y salió echando chispas a cambiarse, de pronto su celular suena nuevamente y era su padre quién le llamaba para decirle que ya el piloto estaba esperando por ella en el hangar.
— Listo padre me cambio y voy porque un idiota me lanzó agua encima
Julianne se cambió de ropa camino rápido para llegar al hangar donde el jet privado la esperaba .
Subió se sentó en su lugar y despegaron, Jordan marcó el destino, Capri, Italia.
— Señorita, voy a mi habitación a descansar un poco, me llevas algo ligero por favor.
La aeromoza asintió, y fue a preparar mientras ella fue y se recostó en la cama. el avión en pleno vuelo hizo turbulencias, algo fuerte que logró asustarla, decide ir a la cabina de mando din imaginar a quién tendría de frente.
Mientras el capitán monitorea el vuelo, una voz le llamó la atención.
— Capitán será que .
Sus palabras se atraganta ron en su garganta cuando vio quien era el piloto.
— ¡Tu¡
Dijeron al unísono sus miradas se profundizaron.
— Jodida broma del destino. — Se dijeron mentalmente, ella por saber que estaba frente al hombre del club, y el por ver qué era la misma mujer con la que se encontró momentos antes.
— Acaso esto es una broma de mal gusto del destino. — Expresó ella mientras Jórdan empezó a hablar a la torre de control.
— ¿Que sucede capitán? — Preguntó algo nerviosa.
— ¡Ve a tu lugar! Y abrocharse los cinturones desviaré la ruta para evitar una tormenta, solo perderemos unos minutos con esta maniobra, no localizo un aviso intermitente en el panel de control. Ya realice todas las pruebas y aún sigue el aviso, no se qué pasa.— Ordenó Jórdan y dando los datos que tenía a la torre de control.
— ¡No me moveré de aquí! — Habló con temor y sentándose en otro asiento, tras el primer oficial.
La comunicación no era buena, era imposible mantenerse constantemente comunicados.— Escucha, ten cuidado con la velocidad.— Hablaron de control.
— Estoy en eso. — Respondió Jordan.
— ¡No! Pon atención, la velocidad está bajando.
— Estoy descendiendo un poco para más velocidad, comuníquese con control central para pedir permiso y bajar a tres cero cero.
Jórdan trató de comunicarse pidiendo permiso para descender cinco mil pié.
Trató de comunicarse una y otra vez, pero todo intento fue en vano, y cuando por fin recibió respuesta era inaudible la repuesta.
Jórdan ordenó a su primer oficial poner más velocidad.
— Ya bajamos casi cuatro mil pié capitán, algo no está bien. — Respondió.
Jórdan logro identificar la falla, y le comunicó al primer oficial.
— Glen ya se lo que está pasando, se arrancaron los velocímetros reduce la velocidad.
El primer oficial obedeció sin protestar
— De acuerdo, iremos para arriba.
Julianne escuchaba su corazón retumbar en sus oídos.
— Todo estará bien. — Se dijo en voz alta, Jordán la miró por el rabillo del ojo, sin decir nada.
Jórdan en su intento por mantener el equilibrio, bajó los slap para bajar la velocidad sin imaginar que ese sería un gran error.
Pues el slap del ala izquierda se rompió, perdiendo la estabilidad, todo tipo de sonidos se escuchaban en el panel de control, el miedo en ella era visible, el piloto presentaba una serenidad que no sentía, se vio obligando a maniobrar el jets, y tener un aterrizaje forzoso en unos terrenos montañosos.
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Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)
Roman d'amourJulianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una a...