Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)

CAPITULO 39. DE VUELTA A CAPRI

Ya casi amanecía cuando Jordan se acercó a Álvaro, para despedirse, y recordó.
La noche de Hunno
En el tiempo que habían salido con Hunno, mientras lo aconsejaban fueron a su lugar favorito, el refugio, en el tiempo que estuvo ahí, logró buscar un camino mas cerca, luego recreó el lugar tal y como lo tenía cuando estuvo junto a Julianne.
-Es increíble que pudieran sobrevivir en este condiciones. -dijo Álvaro mirando el lugar .
-Si, y fueron los meses más apasionantes de mi vida. -respondió Jórdan.
-Me imagino, fue intenso el amor de ustedes y lo echaste a perder grandísimo idiota, ¿Cómo se te ocurre decirle que te habías casado con esa loca.?
-Fue mi peor error y lo pagué con creces, pero la voy a reconquistar ahora seré yo quien apueste por su amor, ella volverá a ser mia, y entonces no la dejaré ir jamás.
-¿Tan seguro estás? -Preguntó Alvaro.
-Lo estoy. -Respondió Jordan, recordando las palabras que le dijo la anciana madre cuando llegó a ese lugar.

Flash Bakc.
Jórdan viajaba al pueblo donde Fabrizzio Ferrari los recogió aquella vez, en Alemania, él, abordaba un barco para irse a la isla donde estuvo y vivió su amor junto a Julianne, el viaje fue tranquilo, horas después se visualizaba la misma isla con las personas esperando como siempre, la llegada de ese barco
Tomó su bolso y desembarcó caminó y su amigo Hunno, los ancianos de la congregación lo recibieron muy contentos.
-Amigo de Hunno haber vuelto a esta tierra, eso es bueno. -Habló uno de los ancianos.
-Bien aventurado en esta tierra amigo, tu presencia es grata aquí.
Hicieron el trabajo de intercambio y ya en la noche prepararon la fiesta de recibimiento para Jórdan.
Al siguiente día, la embarcación partió quedando con ellos Jórdan.
La madre anciana sentía curiosidad por saber de las mujeres y lo mandó llamar a su choza.
-Madre anciana. -Dijo a modo de saludo.
-Siéntate junto a mi hijo. -Ordenó y lo miró fijamente.
-Tu corazón está muy lastimado, y tu alma está rota, pero sanará no sé el tiempo, pero sanará. ¿Cuantas lunas tienes hijo.?
-Cuarenta y dos años tengo anciana madre.
-Eres joven aún hijo, y tienes mucho por vivir. Cuéntame de Julianne.
Jórdan suspiró profundo y miró a la nada y respondió.
-La perdí madre, la perdí por mi estupidez, le mentí y ella se fue de mi lado dejando me, con mi vida en pedazos.
-Esa mentira tubo un propósito, puedo ver a través de ti, que ella vive angustiada.
Jórdan frunció el ceño al escucharla decir eso, pues el vio a una Julianne feliz sin angustias.
-Ella es feliz junto a su esposo.
-Hijo, los ojos ven lo que las almas no. ¿recuerdas todo el ritual de unión sagrada que ambos hicieron ante de la ceremonia?
-Si madre.
-Sus almas quedaron ligadas para siempre, en el dolor de la perdida y en el amor de la sanación, cuando existe la verdadera conexión.
-El verdadero amor. -Interpretó Jórdan.
-Ella está unida a un hombre, pero esa unión no tiene fuerte conexión, no durará para siempre, está destinada a la separación, separación carnal, por qué sus almas jamás han estado unidas, el alma de aquel hombre le pertenece a otra, a su verdadera conexión.
-¿Que cosas está diciendo madre? Esta felizmente casada. Y no creo que Sergio la deje.
-Hijo, tu camino y el de ella están unidos, sana tus heridas, para que cuando ella vuelva a ti nada los separe, cuando ella vuelva olvidarás el pasado doloroso y seguirán al futuro.
-Madre, no quiero tener esperanzas, si estoy aquí es por que quiero olvidar.
-Cuéntame de mi niña Atike.
Jórdan sonrió al recordar a sus amigos, ahora tendría que decir sobre su embarazo, pero no se sentía con derecho a revelar esa verdad.
-Madre, no se qué tan malo sea según sus costumbres que una mujer rechazada se una a otro hombre que no sea de su tribu.
-Ella eligió irse, y tu esposa es su dueña, solo ella puede decidir si dejarla hacer su vida y tenerla como servidumbre.
-Bueno, mi mejor amigo se enamoró de ella.
-¿Que te dio a cambio.?
Jórdan quedó en silencio, tenía que dar una dote que pertenece a la tribu.
-No lo sabía.
-¿No tienes por qué? No conocías nuestras costumbres, pero ella debió informarte, que cuando un miembro de la Tribu elige ser servidumbre no hay dote, pero si decide salir de ella quien la lleve deberá dejar una dote.
-No tenía idea de que las cosas fueran así, como no pidieron nada cuando nos la llevamos.
-Es muy diferente, Elle se fue siendo sirvienta. En cambio de ustedes se liberó, tenía que comprar su Libertad.
Jórdan no continuó más y la madre anciana pidió que saliera.
Hunno lo llevó a la que había sido su cabaña y así Jórdan se quedó en esa isla compartiendo y conociendo las costumbres ancestrales de ese pueblo que alguna vez le dió cobijo.
Fin Flash Bakc.
-Es increíble, lo que me cuentas, Jórdan, tu y Julián estás destinados a estar juntos por siempre. ¿Y por qué no les hablaste de mi hijo a la madre?
-Esa noticia era cosa de ustedes, yo no creí que Atike volviera a estás tierras.
-Pues mírate, tú te refugiaste en ellas, y ahora planeas reconquistar a tu mujer ahora que el destino la trajo aquí, es como si lo hubiéramos planeado.
-Está vez no volveré a cometer errores. Ahora, ayúdenme a reconstruir mi refugio.
Juntos prepararon el refugio y ya de regreso Jordan estaba seguro de que Julianne asistiría a la cita.

En la aldea
Julianne fue al llamado de la madre anciana, sentía los nervios a flor de piel, pero aún así caminó en dirección a la choza
-Anciana madre, ¿me mandó a llamar? -saludo haciendo reverencia.
-Siéntate hija, así como hablé con Jordan cuando llegó aquí hace meses, ahora hablaré contigo.
Julianne parpadeó y tragó grueso.
-La escucho madre.
-Cuando Jordan llegó nuevamente a estás tierras, fue recibido con mucho cariño y respeto a su persona, así como a ti, lo mandé llamar para poder mirarlo a los ojos, así como veo los tuyos justo ahora, llenos de tristeza, y deseos de querer correr a los brazos del ser amado y no poder.
-Madre. -pronunció en un susurro con lágrimas en los ojos.
-Hija, llora, llora todo lo que quieras hasta sentir que no queden lágrimas, llora que las lágrimas son manantial del alma, y ellas la limpiarán.
-No puedo volver el tiempo, volver para no aceptar y no entregarme a un amor que creí que sería para siempre y también fue momentáneo.
-Tu lo aceptaste sabiendo que era momentáneo, sacrificaste tu amor por darle felicidad para terminar creyendo lo que crees hoy.
-¿Lo que creo hoy? No comprendo.
-Algún día lo comprenderás, y cuando ese día llegue recordarás estás palabras y lo entenderás, los ojos no ven lo que las almas si, y tu alma está ligada a la de Jórdan, nunca estuvo unida a la de ese que tú creiste amar.
Tengo el poder de ver a través del aura de cada persona, y tu aura y la de Jordan están unida formando un infinito.
-Con mi error como voy a mirarlo a los ojos y decirle que lo amo, siempre existirá esa sombra entre nosotros.
-No hay sombras cuando hay amor de verdad, así le dice Jórdan, yo le digo conexión de verdad. Y esa conexión entre ustedes es tan fuerte que no hay sombra que se interponga, aclara tus sentimientos y dale paso al amor, ya no te resista más. Anda el amor te espera. Ya no sufras mas ni hagas sufrir a ese hombre, ya fue suficiente tu auto castigo.
Julianne salió de la choza con lágrimas rodando por sus mejillas, dió vueltas y la confusión fue más grande, una parte de ella, quería correr al refugio y ota la detenía, sentirse sin valor de volverle a mirar a los ojos y decirle te amo. Cerró los ojos y corrió.
Subió al barco y ordenó salir de ahí inmediatamente.
-Es hora de zarpar, ya no quiero estar aquí. -hablò fuerte.
Álvaro miró a Atike y se encogió de hombros.
-¿Que le dijo para que este así? -preguntó Álvaro.
-No tengo idea, no imagino por que se puso así. -respondió Atike muy preocupada. Julianne entró a su camarote y ordenó a la Nana que sacará a la pequeña Arielle Anastasie de ahí.
-¡Aaah! -Un grito desgarrador salió de su garganta con toda su alma.
-¡Por qué a mii! -Lloró tanto que sus sollozos eran tan fuerte, Atike corrió a su camarote y se puso a su altura, de rodillas en el suelo.
-Julián, ya, tranquila, cálmate que Arielle Anastasie no puede ver a su madre así, se asustará.
-Atike, nunca debí casarme, lo reconozco, lo hice por despecho y rabia, sentirme desplazada del corazón de Jórdan me bloqueó, y con Sergio a mi alcance no medí las consecuencias de ese acto, me odio por ser yo, por ensuciar nuestro amor, el nunca se casó, solo mintió y yo si lo hice, lo hice para lastimarlo, y soy yo la que no puede con este dolor que me carcome el alma. Ahora está allá esperando por mi, y yo no puedo ir, por qué no me siento preparada para tirarme a sus brazos y hacer de cuenta que no pasó. A él no le importó, pero yo no logro perdonarme, no puedo.
-Julián, mi Julián ¿Que te puedo decir? estás tan herida que solo tu puedes sanar las heridas de tu alma.
-Saquen me de aquí por favor, no quiero volver jamás a este lugar.
Álvaro las vio ahí abrazadas mientras Julián lloraba desconsoladamente, salió de ahí y ordenó zarpar.
-Hunno, ve y dile a Jordan que partiremos ya.
-¿Ya? ¿Ahora? Si ella se va, el no podrá alcanzarla.
-Ve por Jórdan, yo haré algo para retrasar la salida.
-Capitán, prepara la salida partimos en menos de quince minutos. -Ordenó alvaro en voz alta que Julianne logro escuchar.
-Capitán, por favor, retracte veinte minutos la salida, invente algo que se yo. -le habló por lo bajo.
Mientras Hunno agarró el primer caballo y cabalgó lo más rápido que pudo, llegó y casi de volada y desmontó.
-Jórdan, tu mujer ordenó zarpar, si no vas no lograrás detenerla.
Jordan estaba sentado a la orilla del arroyo, escuchó a Hunno lo que dijo e hizo un intento por salir de prisa y se detuvo.
-No, no puedo retenerla, si ella no viene a nuestro encuentro, entonces entenderé que todo terminó entre nosotros.
-Jórdan, no la dejes ir, yo perdí a Atike por mi estúpido orgullo ahora la veo feliz con otro, no la pierdas por segunda vez.
-No Hunno, si ella no viene, respetaré su decisión.
Hunno hizo gesto de negación con un movimiento de cabeza, volvió a subir al caballo y regresó.
-¿Dónde carajos esta Jordan. - Preguntó Álvaro algo ansioso.
-El la está esperando, si ella no va será el final de su amor. Es ella la que tiene que decidir.
-¡Carajo! En verdad que se castigan sin razón.
Álvaro se despidió de todos y se alejaron del puerto con rumbo a abordar el Jets que lo llevaría de vueltas a Capri.