CAPÍTULO 25. TOMAR UNA DECISIÓN.

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Luego de casi dieciocho horas de vuelo, el jets que lleva a bordo a Jórdan aterrizaba en Medellín Colombia, bajaron del avión y caminaron por los pasillos y debieron a los autos que los esperaban.
Karen dio la dirección de donde vivía su madre.
— Por favor, al barrio la Honda.
El chofer manejó hasta que llegaron al barrio , dio vueltas y por fin estaban frente a un edificio donde vivían Katiuska Gaviria de Medrano.
Jórdan ayudó a Karen y luego a las niñas, todos miraban curiosos de ver quiénes eran los que llegaban a casa de Katiuska, pues nadie con apariencia de tener mucho dinero la visitaba.
Karen pidió el ascensor, todos entraron y marcó el piso número cinco.
— Que emoción, voy a conocer a mi abuela. — Manifestó Giorgia derrochando felicidad.
— Tranquila sobrina, ella está igual que tú de ansiosa, estará muy feliz de conocer a las hijas de mi hermana mayor.
Todos estaban  frente a la puerta, Karen tocó y fue abierta por Katiuska.
— Madre, ¿Como has estado mamá?
— Hija mía, ¿Que te sucedió?
— Un pequeño accidente madre, pero no es grave. Mirá ellas son Ginevra y Giorgia, las hijas de Carla, tu hija mayor, por la que siempre lloraste.
Katiuska Gaviria, se paró frente a las niñas y las miró, acarició sus cabellos.
— Las hijas de mi hija.— Susurró y se abrazó a ellas.
— Mis niñas, nunca imaginé tener a alguien tan cercano a mi hija.
— Abuela, para nosotros también es muy importante saber que mi madre tenía familia.— Habló Ginevra abrazando a su abuela.
— El es nuestro padre, Jórdan L'Blank.
— Mucho gusto señora Katiuska.
Las presentaciones fueron dadas y pasaron la tarde hablando de cómo su esposo, Pablo Medrano se había llevado a Carla siendo una niña y la entregó a sus padres adoptivos.
— ¿Y nunca hiciste nada por buscarla abuela?
— Como que no, lo hice, y ves hija, soy muy pobre y para buscar a mi hija necesitaba mucho dinero, denuncie a las autoridades y el caso solo pasó a ser un número más de personas desaparecidas.
— Me alegro que la tía haya coincidido con nosotros aquella tarde en el cine.
Entrada la noche, se disponían a marcharse al un hotel, pero Karen no lo permitió.
— Bien chicas despidan se de la abuela que nos vamos, no conocemos la cuidad.
— Pueden quedarse a dormir aquí, las niñas dormirán el la habitación de huésped, tu en la mía Jórdan y yo dormiré con mamá.
— Si papá, por favor. — Pidió Giorgia
Jórdan miró a Ginevra y ella hizo un gesto de aceptación.
—  Está bien, solo por esta noche — Respondió.
Los días pasaron convirtiéndose en semanas, Álvaro hablaba con ellas por teléfono por las noches, Giorgia le contaba cada cosa que hacían, mientras que Ginevra trataba de evitar esa conversación.
— Papá, tienes que venir y conocer a la abuela, cocina riquísimo, y la cuidad es muy hermosa. Pensamos ir a las islas Galápagos, tienes que venir.
— Iré hija, estoy montando mi propia empresa aquí en Capri y estoy muy ocupado en eso, cuando tenga un tiempo libre iré a verlas, cuidate mucho y dale muchos besos a tu hermana, las amo.
— Y nosotras también papito, cuidate mucho, besos.
Ginevra la miraba por el rabillo del ojo, haciendo muecas.
— Papá te envía muchos besos, así que no me quedaré con algo que no es mío.
Giorgia empezó a darle besos a su hermana y hacerle cosquillas.
Reían y jugaban sobre la cama. Y fue Jórdan quien interrumpió su juego.
— Niñas, comporten se, aquí estamos en un condominio y los ruidos se escuchan de un lado a otro.
— Papá, ¿y si nos llevamos a la abuela? — Propuso Giorgia.
— Sería muy bueno eso. — Dijo Ginevra poniéndose de pie.
— Y si ella no quiere, no la podemos obligar. — Respondió Jórdan.
Karen ya estaba recuperada completamente, estaba muy al pendiente de Jórdan y respondiendo las llamada de la agencia donde trabajaba.
—  Aún sigo con mi pie enyesado como voy a salir así, no sería una buena compañía. Yo te llamo cariño ahora tengo visita en casa, después voy a tu casa, adiós.
Karen al ver a Jórdan cambio por completo la conversación.
— ¿Listo para salir a recorrer medallo? Hoy te llevaré a conocer...
— Karen, ya tenemos tres meses aquí, es hora de volver.
— Jórdan, y las vacaciones de las chicas en las Islas.
— Tengo que volver, ya pasamos mucho tiempo aquí, tres meses es mucho tiempo, además, no quiero enfrentar otra demanda de parte de Álvaro, creyendo que lo estoy alejando se las niñas.
— Jórdan..
En ese momento a Karen dió un mareo, y cayó desmayada en los brazos de el.
— ¿Estas bien Karen? ¡Llamen una ambulancia!
Ginevra y Giorgia corrieron a la habitación de Karen y la vieron inconciente en la cama.
— ¿Que pasó hija? Contestáme.
Katiuska no entendía lo que le sucedía a Karen.
La ambulancia llegó y los paramédicos la revisaron.
— Hay que trasladarla al hospital, está muy pálida y sus signos vitales son muy débiles.
Karen fue trasladada al hospital, todos caminaban tras la camilla que llevaba a Karen.
— Doctor ¿Que le sucedió a mi hija?
Preguntó muy angustiada Katiuska, después que un rato que vió a un médico salir de la sala de emergencias.
— Se le está realizando todo tipo de exámenes para ver qué produjo ese desmayo.
Las horas pasaron y un nuevo médico salió llamando a los familiares de la paciente Medrano.
— Dígame doctor. ¿Que tiene mi hija?
El médico miró a Jórdan y luego a Katiuska.
— Vamos a mi consultorio.
Jórdan y Katiuska siguieron al médico, y no se esperaron la noticia que le dieron.
— La señorita Karen padece una afección cardíaca, está muy delicada, debe tener una vida tranquila, sin contradicciones, su corazón puede detenerse en cualquier momento sin hacer el mínimo esfuerzo.
Katiuska se llevó las manos la boca ahogando un fuerte sollozo.
— Dios mío, mi hija, tan joven, su padre padeció de lo mismo, un día se acostó a dormir y simplemente no despertó jamás.
— Doctor, ¿y será que con alguna cirugía  tiene una mejoría?
— Es muy arriesgada puede quedarse ahí en la mesa de cirugía.
— Entonces, ¿qué podemos hacer?
— Darle una vida tranquila sin contratiempos, no debe de tener preocupaciones de nada. Se quedará aquí en observaciones por veinticuatro horas.
Katiuska lloraba desconsoladamente.
— Dios otra vez está pesadilla, ¿y esos medicamentos son muy caros? Los de mi difunto esposo lo eran. Doctor,..
— Tranquila Katiuska, llevaremos a Karen a los mejores especialistas, estará mejor.
Katiuska regreso a la casa con la Ginevra y Giorgia, y Jordan se quedó a pasar la noche con Karen en el hospital.
— Señor Jórdan, la paciente desea verlo.
Jórdan pasó a la habitación y la vió con los ojos cerrados, se acercó despacio.
— Karen, ¿como te sientes?
— Jórdan, siento mucho causarte molestias, ¿mi mamá está afuera?
— No, ya la envíe a casa con las niñas.
— Voy a contarte algo, y por favor no se lo digas a mamá.
— Tranquila, cuenta conmigo, no te preocupes.
— Jórdan, hace tiempo descubrí que tengo este mal, y cada día que pasa siento que es el último,
— No digas eso, tienes una vida por delante, tienes mucho que vivir.
— Jórdan, yo te amo, me enamoré de ti desde el momento en que te ví,  y cuando me enteré de que fuiste el esposo de mi hermana, traté de sacarte de mi corazón, pero no pude y decidí amarte en silencio, si te confieso mis sentimientos ahora es por que no sé si salga de esta crisis, mi madre no lo sabe, pero hace unos meses le mentí que estuve de viaje, pero estuve ingresada, y así es siempre.
— Karen, yo, yo amo a otra mujer, "Así yo sea un juego para ella"— pensó lo último.
— Mi amor es suficiente para los dos.
— Esa teoría no funciona Karen, el amor es de los dos, por que si solo uno ama este sale lastimado.
— Solo el tiempo que me queda de vida, no pido más.
— Karen
— Jórdan si esa mujer te amará, tú no estuvieras aquí conmigo, estarías con ella, eso significa que tú no le importas, no luchó por mantenerte a su lado.
— Estoy consiente de eso.
— Vamos a intentarlo.
— No quiero lastimarte Karen.
— No lo harás, te amo Jórdan, y yo sí lucharé por mantenerte a mi lado.
— Descansa, mañana será otro día.
— Mañana puedo no despertar.
— Si que lo harás, y cuando habrás lo ojos me verás.
— ¿Es una promesa?
— ¡Es una promesa!.
Karen cerró los ojos y durmió, Jordan la miró y a sus pensamientos llegó Julianne.
"Una apuesta, una apuesta para esa noche nada más, y si ese accidente no hubiera ocurrido jamás nos hubiéramos enredado en esa locura que puede llamar amor. Ella jamás me hubiera dicho nada si no la descubro por esa mariposa."
Apretó los puños y tensó su mandíbula, apretó tanto los dientes que dolieron,
— Mentirosa, bien que estabas con Sergio, y yo creyendo las mentiras, por eso nunca quisiste que hablara con Fabrizzio.
Salió de la habitación y fue a la cafetería ahi fue cuando recibió la llamada de Álvaro.
— Dime Sánchez, ¿Que sucede?
— Buenas noches para ti también, yo estoy muy bien, gracias por preguntar. Saluda primero, ¿Que te pasa? Estás amargado últimamente.
—  No te importa, dime ¿qué sucede?
— Solo quiero ver a mis hijas, ¿Cuando vienen? No puedo viajar estoy montando mi empresa aquí en Capri, para no estar lejos de mis hijas.
— Pronto estaremos ahí, está semana viajaremos, no se qué día.
— Perfecto, estaré pendiente, necesito hablar contigo, no me haga viajar hasta allá.
— Sería bueno, así saldrías con Gin y Gio, viera lo feliz que están con la abuela.
— Bueno ahí estamos viendo si viajan o viajo.
Álvaro se despidió de Jórdan, y este se dispuso a tomarse un café a esperar el nuevo día en la sala del hospital.

Apuesta Por Una Noche  (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora