CAPÍTULO 31. ENCUENTRO INESPERADO

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En Medellín.
En la sala del hospital, Karen abrió los ojos al día siguiente, y  lo prometido por Jórdan se cumplió. Ahí estaba para cuando ella despertó.
— Jórdan, estás aquí.
— Lo prometí, aquí estoy.
El médico entró a la habitación con los resultados de todos los exámenes y Karen se sorprendió al ver a otro médico.
— Buenas días, señores L'Blank, aquí están los resultados del chequeo que se le hizo, todo está muy bien no tiene nada grave.
— ¿Donde está el otro médico? El que me atendió ayer.— Contradijo Karen no queriendo que sea el quien la atienda.
— No se de quién me habla señora, pero estos resultados de exámenes estaban en mi consultorio.
— ¿Como que está en perfectas condiciones? Pero el médico de ayer dijo que estaba muy mal. — Interrogó Jórdan algo dudoso.
— Eso, que la paciente está en perfecto estado.
— Eso no es verdad, mi corazón está delicado, siempre estuve mal. ¡Repita esos exámenes doctor.! — Exigió
Jórdan miró a Karen achicando los ojos y se acercó a ella.
— ¿Acaso me has estado mintiendo todo este tiempo? Creí que estabas grave, deje de hacer mucho por estar pendiente de ti.
Jórdan salió de la habitación furioso.
Karen se levantó de la cama y empujó al galeno.
— Es usted un entrometido, aparece de mi camino. — Vociferó furiosa y salió tras de Jórdan.
Jórdan salió del hospital subió a un Uber y fue al edificio donde vivían.
Salió y pagó el servicio y subió al piso, entró como un vendaval arrasando con todo.
— ¡Katiuska! Venga aquí de inmediato. — Llamó furioso, Katiuska salió secándose las manos con una mantel y fue a ver a Jórdan.
— Jórdan ¿Le sucedió algo a mi hija?
Jórdan la miró furioso.
— Su hija es una farsante, ¿sabía que no está enferma de nada? Ustedes son unas...y si ve ese teléfono no de qué fira
— ¡Padre! Cálmate, no digas algo de lo que puedas arrepentirte. — Lo interrumpió Ginevra.
— Jórdan, no se de qué me habla, ¿que hizo Karen?
— No tiene ninguna afección cardíaca, es mentira lo de su enfermedad. — Miró a sus hijas.
— Y ustedes arreglen sus cosas que no vamos de aquí.
— Que bueno, mi hija no tiene nada, ¿pero como es eso de que nos engañó?
Jórdan la miró como escudriñando la verdad en sus ojos.
— ¿En verdad no sabe nada del engaño de Karen?
— Se lo juro Jórdan, creí que lo padecía su padre lo padeció.
— Katiuska, nosotros nos vamos hoy, si usted desea venir con nosotros bienvenida sea, pero no puedo quedarme un día más aquí tengo que trabajar.
— Gin, ve y arregla tus cosas y avisale a Gio. — Ordenó sin darles tiempo a reprochar. Katiuska lo pensó por un momento y decidió ir con ellos y fue a preparar sus cosas.
El sonido del  celular lo sacó de su enojo al ver que era Álvaro.
— ¡Dime Sánchez!
— Gracias por preguntar estoy bien ¿y tú? Es que no te enseñaron a saludar,
— Al grano Sánchez.
— Yo sé que no te importa y que estás felizmente casado, pero creí que te gustaría saber que ya Julianne te superó y está a casi nada de casarse con Sergio Bright.
— ¿Que carajos estás diciendo? Yo no estoy casado con nadie ¿quien te..?
Jórdan recordó lo que le dijo a Julianne.

"por favor, mi esposa y yo nos vamos de viaje junto con mis hijas."
—  ¡Carajo! ¿Que carajos hice? Álvaro, ¿cuando es la boda?
— Mañana.— respondió.
— ¿Mañana? Eso no puede ser.
— Lo es L'Blank, lo es, la perdiste hermano.
— Yo no me casé con Karen. Soy un imbécil, salgo hoy mismo para Italia.
Colgó la llamada y volvió a llamar al capitán para que prepare el vuelo de regreso.
— Julianne mi vida, no lo hagas, no lo soportaría, no soporto perderte, fui un imbécil al decirte eso.
— ¿Que te pasa padre? ¿Por qué das vueltas colo un loco?
— Tenemos que volver ahora, y ya.
Karen entró al departamento como un vendaval arrasando con todo a su paso, fue directo a donde estaba Jórdan .
— Jórdan mi amor no...— habló intentando abrazarlo, él se lo impidió agarrando sus muñecas .
— No te atrevas a tocarme, eres falsa, mentirosa y manipuladora.
— Jórdan, mi amor...

— No me digas así, no soy tu amor. ¡ Niñas, de se prisa, tengo algo muy importante que hacer en Capri.
Ginevra y Giorgia estaban listas y muy molesta al ver el engaño de su tía. Katiuska salió de la habitación lista para irse.
— ¿A donde vas madre?
— Me voy con mis nietas, no perdonó tu engaño, fingir una enfermedad,  tu sabes lo que sufrí con tu padre, y hacerme esto Karen, que decepción.
— No puedes irte madre.
— Tu no me necesitas, mis nietas si, y me voy hasta que Jordan quiera que los acompañe. Vamos niñas.
Katiuska arrastró su maleta y fue seguida por Ginevra sin antes mirar con decepción a su tía.
—  Creí que eras buena persona, pero me equivoqué, sabes engañar por qué a mí me convenciste. Adiós Karen, no te vuelvas a cruzar en mi camino. — Sentenció mirándola fríamente a los ojos.
Giorgia la miró con tristeza y siguió a los demás.
— Gio...
— Giorgia para los desconocidos, por que creo no conocerte, adiós.
Jórdan salió ayudando a Ginevra, Giorgia y a Katiuska, subieron al auto y fueron rumbo al aeropuerto, abordaron el jet privado y media hora después estaban despegando desde Medellín a Roma.
— Padre, ¿Que sucede, por qué tanto apuro en salir de Colombia así?
— Gin, la mujer que amo esta a punto de casarse con otro, y deseo llegar pronto a Capri, no puedo perderla, cometí un error muy grande al decirle  que me casé con Karen.
— ¿Que hiciste padre? ¿Como pudiste decirle eso a Julianne.?
Jórdan la miró ¿Como se enteró, si el nunca confirmó?
— Hija...
— Padre, no me subestimes, se más de lo que te puedas imaginar.
— Siento que la perdí, si se casa la habré perdido.
Jórdan no estaba tranquilo después de que Álvaro le dio la noticia de la boda, sentía esa presión en el pecho era señal de que estaba perdiendo al amor de su vida.
Dieciocho horas después, estaban aterrizando en el aeropuerto de Roma, vio su celular y marcó de inmediato el número de Álvaro, de quién tuvo respuesta inmediata.
— Álvaro, ¿dime qué le contaste la verdad?
— No pude acercarme a ella Jórdan, las circunstancias no me lo permitieron.
— No me digas que se casó Sánchez.
— Lo siento mucho Jórdan, pero no pude impedir esa boda, y ya está df viaje de casados.
Jórdan colgó la llamada, y se posó en cuclillas con las manos en su cabeza.
— ¡Maldición! ¡Maldita sea! — Dio un grito poniéndose de pie y lanzando el movil al piso.
Ginevra lo miró y luego a Giorgia, caminó hasta estar frente a él, y puso su mano en el hombro.
— Padre, lo lamento, me siento culpable, si no hubiera insistido en que nos quedaríamos, tú hubieras podido impedir esa boda.
— No es tu culpa hija, yo soy el culpable de todo, yo la arrojé a los brazos de otro.
Jórdan salió del aeropuerto, caminó por los hangares para llegar a los pasillos, caminó perdido en sus pensamientos y la escena que vio le rompió el corazón en mil pedazos.
Julianne caminando de la mano de Sergio muy  sonriente y feliz.
Parado como una estatua la vio caminar, pasando frente a él.
— Julián...
Julianne se detuvo y parada de frente, sin inmutarse le respondió.
— Buenos días señor L'Blank.
— Julianne, ¿podemos  hablar un momento?
Sérgio beso su mano y les dio espacio.
— Amor, voy a pasar los tickets.
—  No amor, no tengo nada que hablar con el señor L'Blank, y si es con respecto al juicio, están las abogadas del consorcio.
— Julián...
—  Abogada para usted señor L'Blank. Vamos amor no quiero retrasar nuestro viaje.
Julianne caminó unos pasos y se quedó estática por unos momentos l escucharlo decirle.
— ¡No me casé con Karen, maldita sea!
Julianne se giró despacio, su corazón se estrujón al escuchar esas palabras, y recordó cuando le dijo sin piedad lo de su supuesta boda.
" Mi esposa y o viajaremos junto con mis hijas"
Julianne lo miró fijamente a los ojos.
— ¿Que te hace pensar que eso me importa? Yo si me casé, y soy muy feliz, con mi marido. Por qué no solo soy su esposa, también fui su mujer.
— Julianne. — Pronunció Jórdan en un susurro. Su corazón se rompió nuevamente en mil pedazos, su mujer había sido de otro, y eso era su culpa.
— Señor L'Blank, el día que lo detuve aquí en el aeropuerto, le traía una noticia que usted no quiso escuchar, tenga dentro de cuatro meses no le negaré su derecho. — Habló Julianne buscando en su cartera y  entregando una ecografía en mano de él.
— Ten, estabas destinado a que esta noticia la recibierás aquí en este lugar. — Jórdan cogió el sobre y la miró. Julianne caminó para alcanzar a Sergio tomar su mano y seguir sin mirar atrás.
Jórdan miró el sobre y luego lo abrió miró detenidamente y ahora no solo era su corazón destrozado, si no su vida entera era desolada.
—  Un hijo, Julianne tendrá un hijo mío. — Se dijo así mismo miró en dirección por donde salió Julianne y corrió a  alcanzarla.
— ¡Julianne! ¿Por qué?
Julianne se detuvo ante el fuerte llamado de Jórdan, se giró y lo vió acercarse a paso a acelerado.
— Julianne, ¿Por qué no me lo dijiste antes?
— Me silenciaste con tu noticia, ¿Lo olvidaste? Yo vine aquí a decirte.
— Perdóname, mi amor.
— Respeta a mi esposa L'Blank.
— Jórdan, no soy tu amor, ya  o me digas así, y mucho menos delante de mí esposo, no te voy a negar el derecho sobre tu hijo, negarle la verdad a él no es justo, lo verás cuando quieras, pero por favor, a mí ya no me llames mi amor, ya no lo soy.
Julianne y Sergio siguieron su camino y se perdieron por los pasillos llegaron al hangar que los llevó a abordar el jets privado para irse a su viaje de luna de miel.

Apuesta Por Una Noche  (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora