Atike aceptó la condición de la anciana madre, era absurdo pero lo aceptó, Hunno había rechazado a Yahoa por la misma razón que rechazó a Atike, no quedaba embarazada.
Álvaro parecía un león enjaulado al saber a Atike lejos de él.
— Jordan que cosa más absurda de este tipo, ¿Pedir que mi mujer comparta su casa junto a su ex solo por decir que así sanará su mal, esta gente está loca.
— Cállate Álvaro o perderás la cabeza, y no lo digo literalmente, entonces si dejaras a Atike para Hunno de verdad.
Álvaro miraba a la cabaña donde estaba Atike y Yahoa junto a Hunno.
— No pasará nada, ella estará en su lugar, es solo un protocolo de costumbres, ella y tus hijos son como amuletos de buenas vibras, así lo ven aquí. Es su costumbre.
— Muy estúpidas por cierto.
— Álvaro, ¿con quién dejaste a mis hijas? Jordan cambio totalmente la conversa para distraerlo.
—Asi como visitaste a Arielle Anastasie no dudo que las hayas visto a escondidas.
— No lo hice, ellas te hubieran dicho, solo quería alejarme, ellas te tienen a ti y a Katiuska, y mi pequeña pelucita no tiene a nadie más que a su madre.
— ¿Sabías que Sergio murió?
—No, creí que se habían divorciado.
—El la alejó de su lado estaba muy enfermo.
—Imagino, ahora ella está sola con mi hija.
—Solo espero que está vez no lo arruines L'Blank
—Voy a reconquistar el amor de mi mujer, y está vez nada ni nadie me alejara de ellas.
—Eso espero L'Blank, por que no creo que existan las terceras oportunidades, y te juro que ahí si te daré la golpiza que no te di por imbécil, hasta yo creí lo de tu estúpida mentira.
Jordan se sonrió y Álvaro casi le ordenó.
—Ahora llévame con mi mujer quiero saber si ella está bien, está embarazada.
—Hunno es buena persona, no la lastimara es solo un protocolo de separación. Ellos y sus costumbres.
—¿Me llevarás o me voy solo.?
—Está bien, vamos creo que tendremos una charla de hombres con Hunno.
Álvaro y jordan salieron del barco y fueron a la choza de Hunno dónde Atike daba consejos a Yahoa de conquistar el corazón de Hunno, y que el no tener descendencia no era motivo de separación.
—Hay muchos niños en otras aldeas que necesitan un padre y una madre, y ustedes le pueden dar ese amor de padres y si son repudiados por eso será su elección de seguir una injusta tradición o formar una verdadera familia lejos de todos. —Habló Atike, y lo que decía era algo que ella había comprendido sobre el amor a la familia.
—¿Podemos ayudar en la enseñanza? Habló Jórdan mientras Álvaro sonreía mirando a Atike muy contenta con Yahoa y Hunno.
—Claro que sí, Hunno, ve con ellos que de pronto y te dan consejos de como enamorar a una mujer. —expresó ella mirando fijamente a Álvaro.
Hunno y los demás salieron y caminaron lejos de la choza, mientras Atike y Yahoa salían para ir al barco donde Julianne estaba en su camarote con los pensamientos en cada lugar de esa aldea.
—¿Que sucede Atike, te hizo algo Hunno? Mira que lo agarro si te puso un dedo encima.
—No, tranquila, todo está bien vine con Yahoa, vamos a transformarla para reconquistar a Hunno.
Yahoa miró cada cosa dentro del barco.
—Todo es muy hermoso y diferente, pero no me iría de aquí jamás, nunca dejaría a Hunno aunque el me rechace.
Julianne miró a Yahoa y luego a Atike.
—Yahoa, está muy bien lo que piensas y dices, pero todo tiene un límite, más allá del amor de pareja existe el amor hacia uno mismo, ¿Me entiendes? Si quieres reconquistar a Hunno no será humillando te y arrastrándose a él, dale un poco de su porción y verás como lo tendrás en tu mano, muéstrame indiferente, como si el ya no te importa y verás como verá en ti la mujer que el deseara tener siempre.
—¿Que tengo que hacer? —Preguntó muy curiosa mirando la ropa de Atike.
—Escoge el que más te guste. —Le ofreció Atike.
—Solo lo estoy mirando, no lo usaría.
—Está bien, pero te daré algo y lo aceptarás.
—Ven vamos a darte unos pequeños toque y verás lo hermosa que quedarás.
Atike y Julianne hicieron su trabajo mientras Jordan y Álvaro el suyo.
—Tienes que regalarle flores, enamorarla cada día. —Dijo Álvaro mientras Jordan estaba en silencio.
—No puedo dar consejos a nadie, soy bueno perdiendo a mis mujeres.
Y así entre lamentos, consejos y risas les llegó el día a todos.
—Puedes ir con tu esposo Atike, de mi parte no me debes nada mujer, se feliz con tus hijos, que Yahoa y yo decidimos nuestro destino, y si es formar nuestro hogar lejos de todos lo haremos. —Expresó mirando lo hermosa que estaba Yahoa frente a él, la que no quería como esposa, Julianne sonrió, giró sobre sus talones y se volvió al barco.
Atike y Álvaro sigan con su labor de cupido.
—Me alegro mucho por ti Hunno. —Respondió Atike dando un abrazo a Yahoa y luego a Hunno.
—Ahora tenemos que hacer que este par vuelvan a estar juntos. —habló Álvaro mirando a Jordan caminar tras de Julianne.
—No creo que haya oportunidad para ellos, dijo Hunno. El dijo que ella se unió a otro y fue su culpa.
—Tu me despreciaste, y aquí estamos dispuestos a enfrentar el mundo por nuestro amor. —contradijo Yahoa.
mientras ellos planeaban Jordan y Julianne estaban en la habitación de Arielle.
— ¡Hola mi amor! Ya está despierta la reina de mami.
—Y la princesa de papi, por qué su reina está inalcanzable. —Expresó Jórdan mirando fijamente a Julianne.
—Jórdan no es el momento.
—¿Cuando es el momento? Se que pronto partirán de aquí, Julianne quiero que volvamos al lugar donde todo empezó, por favor, necesitamos hablar, aclarar muchas cosas.
Julianne lo miró parpadeó y tragó el nudo formado en su garganta.
—No comprendo a qué lugar deseas volver, ¿al club, a ser objetivo de mi apuesta? ¿Dónde? ¿Donde inició esto? por qué si sé, dónde y cómo se terminó.
—A nuestro refugio, ese dónde nos cobijamos para darnos calor, a nuestro arroyo, dónde enfriamos la calentura de nuestra pasión, ahí quiero volver, y si estando ahí en nuestro lugar no deseas volver a mi, entonces sabré que no queda nada de nosotros más que nuestra hija.
—Me hechas te de tu vida Jórdan, me arrojaste a los brazos de orto hombre, me dijiste que te habías casado, entonces decidí hacer mi vida también.
—¿Y tú crees que no me arrepiento de mi estupidez? ¿Que no me dolían tus noches con otro? Yo moría de imaginarte en sus brazos, y mucho más sabiendo que yo mismo fui el culpable.
—Sergio murió, y ..
—Lo sé, y lo siento mucho, Julianne, yo me fui para no verte a su lado. Ahora el destino te trajo a mí.
—¿Desde cuándo estás aquí? ¿Cómo es que mi hija tiene tanta familiaridad contigo?
—Tengo mis medios para salir de aquí cuando quiera, y voy cada semana dos veces para ver a mi hija a mitad de la noche como un ladrón, así como lo hacía con su madre. ¿Recuerdas? Yo subía por los muros y me colaba a tu habitación.
Jordan sonrió al igual que Julianne.
—Cómo olvidar... —Julianne se quedó en completo silencio al darse cuenta de las palabras que saldrían de su boca. —Eso es cosa del pasado, ya no vale la pena recordarlo. —continuó Julianne robándole la esperanza a Jordan de una reconciliación.
Jórdan cogió a la pequeña Arielle Anastasie y jugó con ella como si siempre estuvieran juntos, ella reía y estaba en completa calma en los brazos de su padre.
El día pasó entre compartir y les llegó la noche, todos estaban al rededor de la gran fogata en el centro del campamento, todos bailaban y aplaudían comían y el cruce de miradas entre Jordan y Julianne no pasaban desapercibidas para Álvaro y Atike.
—Ojalá se reconcilien, se merecen una segunda oportunidad
—Si, yo hablaré con ella. —respondió Atike a Álvaro.
Julianne volvió al barco para mirar a la pequeña Arielle Anastasie y verla dormir plácidamente le sacó una sonrisa. De pronto sintió una mano rodear su cintura y esa sensación de electricidad que recorrió su cuerpo al sentirla sobre su piel la transportó al tiempo que vivieron su amor.
—Charlotte, mi Julián, nunca dejé de amarte, vuelve a mí, amor mío. —susurró muy cerca de su oído provocándole un escalofrío en su columna vertebral. Julianne se giró muy despacio quedando frente a ti mirando sus ojos.
—Jórdan, yo, yo no puedo, no después de estar con otro hombre, la que en realidad falló fui yo, me entregué a otro, no fui fuerte ante tu desprecio y terminé casándose con otro.
—Ese es el pasado, y no me importa, no lo ocultaste, te casaste fuiste la esposa de Sergio ante todos, ya sea por las razones que tuviste, no me importa. Juntos superaremos y enfrentaremos la vida. Te espero mañana en nuestro lugar, si no llegas sabré que ya no tengo cabida en tu corazón. —sentenció Jordan antes de salir del camarote y volver a la reunión, tiempo después lo hizo Julianne, y continuaron festejando.
Ya casi amaneciendo Jordan se despidió de alvaro y Atike, se despidió de su pequeña y salió sin que Julianne pudiera verlo.
—Bien chicos, llegó la hora de partir, pero ante la madre anciana desea hablar contigo Julianne.
Habló Atike.
—Está bien, voy.
Julianne caminó en dirección a donde estaba madre, su rostro reflejaba confusión, la noche la pasó en completo desvelo, de su mente no salían las palabras de Jórdan.
"Te espero mañana en nuestro lugar, si no llegas sabré que ya no tengo cabida en tu corazón."
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Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomanceJulianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una a...