Me vestí con las batas hospitalarias y pase a mirarla, estaba ahí conectada a esos tubos, y ese sonido, que se mantuvo en mis oídos por mucho tiempo, al igual que sus palabras temblorosa que me fijo por último vez.
— Jórdan, mi amor, gracias por tanta felicidad, perdóname por todo el tiempo perdido.
— Ni hables mi amor, no te canses, ya habrá tiempo para hablar.
— No me queda mucho tiempo, te dejo lo más preciado de mi, mis hijas nuestras hijas cuida las, nunca les digas de su padre, deja que sea el destino, y la vida que los junte, pero no tu, son tuyas tus hijas y un padre no entrega a sus hijas. Prometelo.
— Te lo prometo cariño, la vida se encargará de unirlos, de mi boca no sabrán nada. Pero ya no te canses, tienes que estar bien, saldrás de aquí, y juntos llevaremos a nuestras hijas a casa, cuidaremos de ellas, tu rezaras cada noche por su bienestar y yo estaré ahí contigo mientras lo haces yo escucharé, por qué no se rezar, pero tú lo harás, estarás ahí para cuando despierten para ir a su primer día de clases, las ayudarás a vestir y las llevaremos a su primera dra de clases de kinder, y juntos las llevaremos, y cuando sean grandes, ellas te cobrarán de su primer novio, y trataras de controlar a este papá celoso por qué no aceptará que sus niñas crecieron y aman a otro, tú estarás ahí, y cuando estén paradas frente al espejo vestidas de blanco por qué se van a casar tú estaras ahí para darles la bendición, mi amor tenemos una vida entera para vivir, veremos y jugaremos con nuestros nietos, seremos unos viejitos con los cabellos blancos y felices, mi amor por favor, lucha, lucha por nuestro amor, no me dejes, no nos dejes, te necesitamos, tus hijas y yo te necesitamos para ser felices, y yo para vivir.
— Yo siempre estaré contigo mi amor, siempre, te amo Jórdan, te amo te amoo.
Fue lo último que pronunció, y se fue dejando un vacío en mi.
— ¡Carla! — Un grito de desgarrador salió de mi, todos corrieron a revivirla y así se terminó mi historia con Carla que solo duró meses.
Después del sepelio estuve sumergido en mi habitación sin saber del mundo, quería morir de tristeza pero luego recordé la promesa de cuidar esos tesoros que me había dejado y reaccioné, me levanté de ese letargo en el que me encontre y fui al hospital, pedí información del estado de mis hijas y pasé a mirar las, eran las gemelas mas lindas del mundo las miré través del cristal están eran pequeñas tan frágiles y tan parecidas a su madre, rubias de piel blanca.
Fin Flash Back.— Es por eso que no puedo entregar a mis hijas, se lo prometí.
Una lágrima rodó por sus mejillas al recordar el día que ella murió.
que decidió acompañarla."Nuestro amor fue interrumpido pero en otra vida será, tendremos tiempo en otras vidas y entonces será para siempre" — Le dije con lágrimas en los ojos dejando la en esa fría lápida que lleva el nombre de, Carla Moreno de Le Blank.
Julianne lo miró y sintió doler su corazón al ver el dolor que se reflejó en su mirada.
— Lo siento mucho, señor L'Blank.
Siento mucho haber hecho recordar ese tiempo triste, solo quería entender la razón para luchar contigo por ellas.
voy a tomar el caso, no dejaré que ese imbécil que creer que las mujeres somos objetos de juegos sexuales se quede con las niñas, entiendo el por qué Carla tomó esa decisión, yo hubiera hecho lo mismo y jamás perdonar algo así.
Jórdan se puso de pie, caminó hasta ella, tomó sus manos y la abrazó por la cintura.
— Perdóname mi vida, creí que jamás volvería a encontrar a otra mujer, y no quería contarte detalles tan comprometidos.
— Es una parte de ti, y la respeto, respeto tu dolor, y veo que cuando amas lo haces no solo con el corazón, di no también con el alma.
Julianne se abrazó a su cuello, unió sus labios y profundizaron ese beso que le devolvió a Jórdan la tranquilidad de que sus sentimientos pasados no interfería en los presentes.
— Amor, se que amaste a tu esposa, y estoy segura que si ella estuviera, tu jamás hubieras puesto tus ojos en otra, es por eso que estoy segura de tu amor.
— Te amo, y es por eso que deseo hablar con Fabrizzio, no quiero esconder nuestro amor.
— No lo escondemos, solo le damos prioridad al proceso de las niñas, cuando pase, viviremos juntos como la familia que somos.
— Está bien primero arreglaremos esta situación, no está bien visto que un profesional se entiende con su cliente. — Expresó Jórdan, rieron y siguieron ajustando pequeños detalles del caso.
Ginevra salió de la oficina dejando a Julianne y a su padre hablando, llegó al jardín y miró a Giorgia riendo feliz con Álvaro.
De pronto sintió una mano en su hombro, y se giró a mirar.
— ¡Hola Niñas !
— ¡Hola Atike! ¿Que sucede? .
— Nada niña, solo buscaba a Julianne, necesito saber que haré y cuál es mi trabajo aquí, tengo que hacer algo para pagar mis gastos aquí.
— Ven, vamos a solucionar lo.
Ginevra sonrió al verla, la tomó de la mano y fue a donde estaba la tía Mericci.
— Tía, ¿puedo hablar contigo?
— Claro mi vida, dime.
— Atike pregunta cuál será su trabajo aquí para pagar su sustento y tener como comprar sus cosas.
Mericci miró a Atike y sonrió haciendo señas de que se sentara a su lado.
— Atike, yo sé que allá en tu pueblo ayudaste mucho a mi hija y a Jórdan, eso vale mucho para todos nosotros, y yo lo valoro mucho, las amigas de mis hijos no tienen que pagar por su estadía aquí, puedes vivir aquí si todo el tiempo que sea, además no tienes familia más que nosotros, y ya eres parte de mi familia, eres como otra hija para Fabrizzio y para mí, es más pagaré una maestra privada para que te enseñe a leer y a escribir.
El corazón de Atike retumbaba de felicidad, nunca se imaginó que al ser despreciada por su tribu y por su esposo, sería ayudada por personas como los Ferrari.
— Gracias, muchas gracias, en mi pueblo un desterrado no recibe ayuda de nadie, y mi destino era morir sola.
— Tranquila cariño, respeto las tradiciones de todas las etnias, pero aquí no practicamos ese tipo de costumbres.
Atike se abrazó a Mericci y Ginevra se unió a ese abrazo.
— ¿Puedo llamarla madrina? Preguntó con la mirada al piso.
Mericci cogió su barbilla y levantó su rostro.
— Jamás le bajes la mirada a nadie, y claro que puedes llamarme como desees, es más, saldremos y compraremos muchos vestidos lindos para ti, y empesarás a estudiar. Y por el pago no te preocupes ya lo harás cuando seas una profesional y tengas tu trabajo ¿de acuerdo?
Atike la miró sorprendida, no creía lo que escuchaba, y aceptó feliz.
— Pondré todo mi empeño en aprender, y claro que sí acepto.
— No se diga más, vamos.
— Tía iré donde mi padre a decirle que saldré contigo.
— Esta bien amor, pregunta a Giorgia si desea ir con nosotras.
— Ella está feliz en el jardín.
Ginevra fue a la oficina donde estaban Julianne y lo que escuchó la dejó impactada, se quedó ahí escuchando la historia de su madre, esa que su padre jamás les contó.
"Madre mía, debiste sufrir con ese... Y ahora viene a decir que nos quieres cuando jamás amaste a mi madre. Tu no me vas a separar de mi padre Álvaro Sánchez, jamás lo harás si de mi depende.— pensó
Giró sobre sus talones, fue junto a Mericci y salieron de compras, llegaron al centro comercial, y Atike miró sorprendida todo aquello, agarró la mano de Ginevra y la apretó tanto que Ginevra sintió doler.
— Tranquila Atike, veras que te gustará y te divertirás.Caminaron y se adentraron en la aventura de las compras de vestidos zapatos y accesorios, Atike sentía su corazón retumbar en su pecho, estaba viviendo algo que jamás imaginó.
— Mira querida, tu cabello es muy hermoso, y vamos a ver qué más hermoso lo dejaran las manos expertas.
Entraron a un centro de belleza y empezaron con el trabajo de transformación de Atike.
Mientras trabajaban en Atike, Mericci vio a Ginevra sonreír sin ganas.
— Cariño, ¿sucede algo? Desde que salimos de casa te veo algo distante y pensativa.
— Tía, Jórdan es y será mi único padre, así la justicia y la ciencia declaren otra cosa, jamás aceptaré ser la hija de ese hombre que utilizó a mi madre en sus juegos tontos, te das cuenta, somos producto de la bajeza de un hombre sin sentimientos, mi madre lo amó y cuando estuvo a punto de decirle de nosotras, él simple mente la desechó como un objeto.
Mericci abrazó fuertemente a Ginevra, ella era muy joven para entender la vida y roles de los adultos.
— Cariño, todo a su tiempo, Álvaro cometió un error que le costó muy alto el precio, descubrir que amaba a tu madre y perderla junto a ustedes, y más perderse todos estos años viendo las crecer.
— Pues no se lo merecía, una persona que juega con los sentimientos de otra no merece que la vida lo premie.
Dos horas después de que Jerson trabajara en Atike, estaba mostrando su obra de arte.
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Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)
RomanceJulianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una a...