Julianne despertó, se quedó mirando a la nada mientras sus lágrimas volvían a rodar. Las limpió con rabia, se levantó de la cama y se miró al espejo.
- No una sola lágrima más, ya lloré lo suficiente como para seguir llorando por quién dejó de amarme así de pronto, seguiremos nuestras vidas sin el mi amor. Seremos tu y yo. - Se dijo Julianne mirándose al espejo y a acariciando su vientre.
Fue al baño y se metió bajo la ducha, ahí en esa lluvia artificial cerró los ojos y dejó que el agua corriera por su cuerpo, tenía la sensación de que se llevaba su tristeza, salió del baño buscó uno de sus trajes de oficina se vistió, se miró al espejo, y salió de su habitación.
Cuando estuvo en la sala, vio a Álvaro salir de la habitación de Atike, lo miró y achicó los ojos, y se acercó a él.
- Por lo visto pasaste la noche aquí.
Álvaro la miró y ya no la vio tan vulnerable como horas atrás.
- Me alegra que estés mucho mejor, Atike y yo estábamos muy preocupados.
- Ya estoy mejor, gracias. Álvaro, voy a ser muy clara contigo. - Habló mirándolo fijamente.
- Ya se lo que dirás.
- Y no me vengas con que Atike es una mujer adulta y sabe lo que quiere.
- Yo jamás jugaría con ella, la amo, y no quiero perder la, no volveré a cometer el mismo error dos veces.
- Por tu bien, espero que sea verdad, Atike no está sola, ella es como mi otra hermana menor, y no voy a permitir que la lastimes.
- Eso no sucederá, lo prometo, hablaré con tus padres para pedir permiso y cortejar la, es lo que ella me pidió.
- ¿Y tú, que deseas hacer?
- Quiero hacer las cosas bien con ella, quiero hacer lo correcto.
- Entonces tienes mi permiso. Y recuerda que te vigilo.- Fijo señalando sus ojos con sus dedos y luego señalarlo a el., Álvaro sonrió y le ofreció desayuno.
- Prepararé el desayuno ¿deseas algo en especial?
- No, no tengo hambre, comeré algo más tarde en la oficina.
Julianne se despidió de Álvaro y salió para tomar el ascensor y bajar al estacionamiento, subió a su auto y fue a la oficina.
- ¡Buenos días! Tráeme un jugo de frutas por favor.
- Enseguida, la espera el señor Sergio en la oficina.
Julianne entró a la oficina y vio a Sergio sentado en el sofá esperando por ella.
- Buenos días mujer hermosa. - Le saluda poniéndose de pie y caminar a ella.
- Hola Sergio, ¿Que haces aquí tan temprano? ¿Paso algo?
- Nada grave, solo vengo a solicitar una oficina en este bufete, quiero pertenecer a tu equipo.
Julianne sonrió feliz y lo abrazó.
- Que bueno que lo pensaste, te quería en mi equipo desde hace mucho.
- Pues bien jefa, usted dirá, ¿Cual es mi oficina?
- Será en este piso, junto a las de Virginia y Paulina.
- Perfecto, estamos completos entonces.
- ¿Algo le pasa a mi mujer linda? ¿Sabes que puedes contar conmigo verdad?
- Jórdan se fue, se casó con esa mujer.
- ¿Un mal entendido talvez?
- No lo creo, cuando fue el mismo que me lo dijo.
- ¿Es en serio? Ese anciano es un grandísimo imbécil.
- No se cómo pero se enteró de la apuesta.
- Yo no fuí.- Se defendió Sergio levantando las manos, Julianne se sonrrió sin ganas y respondió.
- Lo sé Sergio, se que no lo harías nunca.
- ¿Entonces?
- Creo me escuchó mientras hablaba con Vir y Pau.
- Lo siento, de verdad, lo siento mucho mi Julián.
- Tranquilo, no pasa nada, no me quiso escuchar, el se lo pierde, además no tiene caso, se casó y de fue. Vamos a trabajar.
Sergio la abrazó y dejó un beso en sus mejillas.
- Vamos a trabajar.
El día pasó de audiencia y juicios, mientras ella se sumergía en al trabajo, Álvaro y Atike vivían su idilio.
Álvaro preparó el desayuno y lo llevó a la habitación, con una rosa blanca delineó el rostro de su mujer.
- Ya es tarde dormilona, despierta para que desayunes., mirá lo que te preparé.
Atike se removió en su lugar, estiró sus brazos y abrió los ojos, y lo primero que vio fue la sonrisa de Álvaro.
- Buenos días mi mujer hermosa.
- Buenos días, mi poeta. - Dijo sonriendo y entrelazando sus manos con las de Álvaro.
- Gracias, gracias por la noche más maravillosa, y por enseñarme las diferentes formas de amar.
- Anoche le hice el amor a tu alma, a tu corazón, y a tu cuerpo se lo haré cuando estés consiente de que no lo harás lo obligación, si no por qué me amas tanto como lo estoy haciendo yo.
Atike lo miró, estaba sintiendo miles de sensaciones en su cuerpo, su corazón latía tan fuerte que podía no solo sentirlo si no también escucharlo.
- Gracias Álvaro, gracias por regalarme estás experiencias maravillosa, escucharte leer esos poemas para mí, significa mucho.
- Te amo mi hermosa, te amo.
Unió sus labios y le dio un beso tierno y lleno de amor, al que ella respondió.
- Bien señorita, a desayunar.
Comieron juntos en la habitación, el daba bocados a ella así como ella a él.
Después Atike se preparó para ir a las clases que recibía en casa de los Ferrari.
- Buenos días madrina.
- Buenos días cariño, ¿Que pasó ayer? Por qué Julianne salió de ese modo. ¿Paso algo?
- No madrina, todo está bien, anoche nos quedamos en el departamento, madrina, puedo hablar contigo por favor.
- Claro que si hija, dime.- Habló Mericci mientras caminó con ella a la sala de clases que habían acondicionado para ella.
- ¿Que pasa cariño? Me asustas.
- No es nada de Julianne, ella está bien, ya hablara con ustedes. Es sobre.. bueno son cosas diferentes que estoy viviendo, cosas que no viví antes, las costumbre de mi pueblo son muy diferentes a las de aquí, en todo, hasta en la unión de una pareja, aquí te unes a alguien si tú deseas hacerlo, en mi pueblo solo te escogen al hombre con quién compartirás tu vida y ya, no hay un romanticismo como lo veo en Julianne y., bueno como lo veo en ti y el padrino.
- ¿Quieres saber si estás enamorada de alguien?
Atike bajo la mirada y Mericci levantó su rostro.
- No sientas pena mi niña, aquí no importa si eres una mujer separada, el amor no mirá eso, no tengas miedo experimentar ese sentimiento, que es lo más hermoso de la vida, el amor.
- Tengo miedo madrina.
- ¿A que? A sentirlo, así es el amor, se ríe, se llora, se es feliz y triste, pero todo eso fortalece ese sentimiento. Lo hace fuerte di es verdadero y siempre vence todos los obstáculos.
- ¿Como saber si amo a esa persona?
Mericci la miró y sonrió.
- Cuando sientes que lo es todo para ti, que en tu corazón ya no hay cabida para alguien más, cuando sientes que estás incompleta si no estás con él. ¿Estás enamorada de alguien cariño? No tengas miedo enamorarte, si deseas contarme quien es dímelo, y si no respetó tu silencio.
- Es, es Álvaro, anoche, el y yo.
- Cariño, tu intimidad es tuya y de él.
- No madrina, no pasó nada, pero dormimos juntos, el me dijo que hay muchas formas de hacerme el amor, anoche me leyó un libro maravilloso.
- Álvaro es un buen hombre, se equivocó en su juventud, pero ahora es un hombre maduro, ahora y no desea jugar, el desea una compañera de vida, una mujer que lo amé tanto como lo permite el amor. ¿Lo amas?
- Creo que si madrina, nunca antes sentí esto por Hunno.
Mericci acarició sus cabellos y sonrió.
- Eres libre de amar a quien tú corazón escoja.
- Gracias madrina, eres lo mejor que la vida me dio como madre sustituta, mi padrino es un hombre maravilloso y tus hijos din y serán mis hermanos Tanti como lo siento por Julián.
Mericci abrazó a Atike y ella respondió.
Los maestro llegaron y Mericci salió del salón y Atike empezó su día.
Álvaro dejó a Atike en la mansión Ferrari y fue a su residencia, fue a su oficina y empezó a redactar la carta de renuncia, firmada y enviada, llamó a su amiga y jefa, y contó todo lo que había acontecido todo ese tiempo ahí en Capri.
Jisso entró a la oficina de Álvaro, interrumpiendo la llamada.
- Padre, tengo que viajar a Roma el trabajo me llama, Salvatore está de viaje de bodas y tengo que encargarme de todo, ya preparar mi viaje y no se cuando regrese .
- Bien hija, estaremos en contacto, ten buen viaje.
- Gracias padre, despide me de mis hermanas por favor.
Jisso salió de la mansión y emprendió su viaje, Álvaro alquilo un yate y mando hacer preparación para darle la sorpresa a Atike.
La tarde llegó al igual que la noche, Julianne salió de la oficina en compañía de Sergio.
- Vamos a cenar, vi que no probaste nada en todo el día.
- No tengo hambre pero tengo que alimentarme.
- ¿Y eso?
- Sérgio, Jordan se fue rompiendo me el corazón, pero me dejó alguien quien lo sanará, estoy embarazada.
- Felicidades mi mujer bonita, serás la mamá más hermosa del mundo. ¿Y ya lo saben tus padres?
- No, aún no, no pude decirle lo de Jórdan, te imaginas ¿Como les digo que estoy esperando un hijo suyo, si nunca nos vieron compartir ni un buenos días, nos vieron como abogada y cliente, no más.
- Mi bonita, sabes que estoy para ti ¿Verdad?
- Lo sé Sergio, y lo valoro mucho.
- Cuenta conmigo siempre, tu hijo tendrá otro tío que lo cuidará.
- ¿De quien serás tío Sergio? - Preguntó Virginia entrando a la oficina de Julianne.
- De mi hijo Vir,
- ¡Oh por dios! ¿Seré tía?
- Seremos es la palabra correcta, querida.- Habló Paulina corrigiendo a Virginia.
- Así será, que emoción tendremos un mini versión de ese daddy tuyo.
- Te pasas Paulina con tus bromas.
Todos rieron y salieron a cenar, festejarán la llegada del nuevo miembro de la familia Ferrari.
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Apuesta Por Una Noche (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)
Storie d'amoreJulianne Charlotte Ferrari, una joven multimillonaria tiene una noche de chicas en la que se aventura en una apuesta, tener una noche fugaz con un apuesto desconocido. Jórdan L'Blank, un viudo solitario apuesto, que se encuentra en la mira de una a...