CAPÍTULO 12. TRISTE RECUERDO

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— Jórdan, deseo que me cuentes todo, sin omitir nada desde el momento en que conociste a Carla. Todo. Así puedo estar clara en lo que formularé para la defensa.
— Amor, no hace.
— Señor L'Blank, le estoy pidiendo que me cuente cómo la conoció y por qué decidió no decirle jamas al señor Sánchez que tenía dos hijas. Quiero entender, por favor.
Jórdan miró a Julianne, y frente a él no era su mujer la que exigió escuchar esa historia, era una fría abogada que lo miró con desdén.
Jórdan recordó cuando se conocieron.
— Cuando la vi por primera vez en las empresas, ella era una jovencita de veinticuatro años, tenía una entrevista con Álvaro Sánchez, para trabajas en el conglomerado JAMCAVDROS. El y yo estamos buenos amigos, el era un papá soltero, me imagino que eso le atrajo a ella. Con el  compartíamos mucho, el siempre estuvo enamorado de su jefa, entonces yo le pedí que la vi tratará y me contratara para poder estar cerca de ella.
Julianne sentía un mal sabor de boca saber lo que el hizo por Carla, tragó el nudo en su garganta, parpadeó, y Jordan la miró.
— Amor, si deseas no.
— Continúe señor L'Blank. — Habló sin inmutarse.
Jórdan la miró achicando sus ojos.
— Julianne, no me siento bien recordar y contarte mi vida con ella.
— Por favor necesito saber y encontrar la razón de él por qué tú acción.
Jórdan continuó.
— Con el tiempo ella se enamoró de Álvaro y yo simplemente me mantuve al margen de su vida.

Flash Back.

Que hermosa se ve" —  Pensaba sin dejar de mirarla, pues estaba muy animada con conmigo ella reía y hablaba, eso era algo que a Álvaro le molestaba mucho inconciente mente.
Sentía celos, pues claro que los sentía se había enamorado de ella en ese juego erótico que le propuso, y él se negaba a reconocerlo.
Bebía su whisky uno tras otro sin dejar mirarla .
Carla mientras hablaba conmigo, no dejaba de mirar a Álvaro sus mirada se cruzaban.
Y decidí acercarme al verla algo mal.
—  ¿Bailamos? —  Pedí extendiendo le mi mano.
—  Por supuesto que bailamos. — Respondió ella mientras Álvaro se acercó a nosotros
—  ¿Podemos bailar? —  Preguntó con tono enojado.
—  No, no puedo. —  Respondió Carla, con la intensión de irse tomando mi mano.
Álvaro la detuvo por el brazo apretándola y pegando la a el.
—  Suéltame, por favor, no tengo nada de que hablar contigo.
—  Si, tenemos y mucho.— Le dijo el yo trate de darles espació pero ella me detuvo.
— Estoy con  Jórdan, lo amo tanto como el a mi, tú y yo somos solo juegos, recuerdas juego que no está permitido  incluir  sentimientos. Sin las reglas que pusiste y yo a este y jugué, y ese juego me aburrió.
Carla forcejeó y se soltó del agarre de Álvaro.
—  Jordán, sacame de aquí por favor.—  Me pidió.
salimos del salón hacia el jardín, el cuerpo de Carla temblaba como la hoja de un árbol, y yo traté de tranquilizarla dándole un abrazo, al que ella correspondió. Álvaro vio la escena y eso le causó un mal sabor de boca, saber a la que en silencio consideraba su mujer estaba siendo consolada por otro.
— Decidí irme lejos de aquí Jórdan y jamás nadie sabrá dónde estaré.
— ¿Ni siquiera yo?
— Claro que si, así puedes visitarme cuando puedas.
Carla se despidió de todos en la hacienda, a mi me tocaría llevarla a la cuidad, cuando llegamos se despidió de mi.
—  Gracias por todo Jordán, fuiste de gran ayuda y más por no delatar me con Álvaro y decirle que era una mentira lo que le dije de nosotros. Perdóname por utilizar te de esa forma.
—  Para eso estamos los amigos mi Carla, siempre puedes contar conmigo.
—  Lo se ahora, es hora de despedirme de ti y de todo esto que me rodea y recuerda lo estúpida que fuí.
—  No hace falta que te vayas.
—  Es necesario irme Jordán, Álvaro Sánchez jamás me dejara en paz cuando se entere de mi embarazo, no por qué me quiera, si no por quererme quitar a mi hijo.
Jamás me imaginé que la mujer que amaba estuviera esperando un hijo de Álvaro Sánchez y entonces fue que decidí alejarme de todos eso y marcharme con ella.
—  Entonces déjame ir contigo y no se diga más, me voy contigo vas a necesitar que te consientan y sobre todo que te cuiden y proteja.
—  No Jordán, tú tienes una vida aquí, tu trabajo está aquí, no puedo...
Uni  mis labios a los suyos.
Fue un beso correspondido por ella.
—  Jordán, no, yo, yo no puedo.
—  Déjame quererte Carla, yo te amo desde aquél día que llegaste la corporación a la entrevista de trabajo. Yo le pedí a Álvaro que te aceptara. — Sintió malestar con esta confesión que le hice, eso fue como un puñetazo en su estómago, escuchar que le dieron el trabajo por mi, ella que nunca me miró, y ahora yo estaba ahí pidiéndole una oportunidad .
—  Jordán yo no sabía. ¿Por qué nunca me lo dijiste.?
—  Te di señales, pero tú siempre miraste más allá. Déjame estar a tu lado, de cuidarte protegerte, a ti a tu hijo y si me dejas ser el padre, seré el papá más orgulloso de tu hija o hijo
Carla vio sinceridad en mis ojos, la amaba tanto, que no me importó ser el padre de su hijo con otro.
—  ¿Y si después te das cuenta de que no soy la indicada y te arrepientes? De que fui un error en tu vida, no Jor...
La interrumpí acunando su rostro en mis manos, y dejando un beso en sus labios.
—  !Nunca! Nunca me cansaré y me arrepentiré de ustedes, tú y y tú hijo serán mi familia, mi mujer mi hijo.
Ella aceptó y fue entonces que cambiamos de dirección, ya no sería Madrid, sería la isla de Capri, lejos de España.
Carla decidió darme una oportunidad.
Y me dediqué a conquistar su corazón, a enamorarla cada día, a hacerla feliz, a cumplir sus anteojos, a la hora que fuera.
—  Te amo Jordán siento que eres mi alma gemela esa que vivirá en mí para siempre.
—  Y tu también eres mi alma gemela y el amor de mi vida. Te amo mi mujer hermosa ¿Quieres ser mi mujer, mi amante, mi amiga, mi compañera de vida, mi cómplice? En resumidas cuentas, ¿quiere ser mi esposa? — Le pedí y en una ceremonia sencilla nos casamos.
—  Acepto ser todo eso y más, claro que quiero ser tu mujer tu amante y todo lo demás.
Y decidimos vivIr aquí en la isla de Capri Italia, Carla llevaba una vida tranquila trabajando en una de las cafetería más prestigiosa de aquí, juntos la montamos y ella la administraba, era gerente, los meses pasaban y su abultado vientre era más grande pues descubrimos que eran gemelas. Mis hijas crecían, ella les hablaba mientras acariciaba su vientre y yo igual.
—  Mis amores sean buenas chicas ya falta poco para que estén conmigo y papá, y necesito estar con todo para esperarlas.
Carla tenía siete meses de embarazo, y  me dispuse a acompañarla en contra de su voluntad, a estar pendientes de ellas en el trabajo.
—  ¿Como están las princesas de esta isla?
—  ¡Hola Jordán! ¿Como está tu día hoy?
—  Un poco más tranquilo hoy no hay vuelos, cancele todo tipo de trabajo para mí, estoy de vacaciones, voy a esperar a que mis princesas nazcan y entonces veremos, por eso decidí pasar por ustedes darles la noticia y llevarlas a cenar, y no acepto un no como respuesta.
Carla se carcajeó no tenía escapatoria.
Salimos del lugar a cenar al aire libre, de pronto Carla sintió un dolor muy intenso en su espalda baja era como partirse en dos.
—  ¡Aaaah! ¡Dios! Jordán creo que se adelantaron. Aaaagh. ¡No puedo!
—  Tranquila princesa, todo estará bien.
La ayudé a llegar al auto y la llevé a emergencias.
—  !Una camilla! ¡Una camilla!
Grité y de inmediato fue atendida.
La pasaron a la sala de urgencias, la doctora que lleva a su control no estaba en el país.
Yo parecía hacer una zanja en el suelo, no tenia noticias de ellas.
—  Familiares de la señora Carla Moreno.
Sin pérdida de tiempo contesté.
—  !Yo! Yo señorita. ¿Dígame como esta mi esposa?

—  Está muy delicada, perdió mucha sangre necesito que firme estos documentos de ingreso que no se llenaron por la urgencia.
Firmé todo lo que me pidieron,
—  El doctor lo espera en su consultorio para hablar con usted.
Caminé a toda prisa y me encontré con el doctor Fabrizzio Ferrari.
—  ¡Doctor! ¿Dígame como está mi esposa?
—  Se le practicó una cesárea de emergencia, perdió mucha sangre, las bebés están fuera de peligro, y están en termocunas por unas tres semanas, pero su esposa es muy delicada, la  esperemos que pase esta noche, entonces diremos que se salvará.
Jordán no podía creer lo que escuchaba ¿Estaba a punto de perder a la mujer que amaba? No podía perder la, no así.
—  Doctor por favor, salve a mi mujer, se lo pedí.
—  Hicimos todo lo humanamente posible señor Le Blank , ahora toca esperar.
— ¿Que le sucedió a mi mujer doctor?.
— Preeclampsia,
— ¿Qué es la Preeclampsia? Creí que eso les daba al inicio del embarazo.
— Hay preeclampsia leve y severa, y ella presentó las dos, de leve a servera en sus treinta y dos semanas se intensificó. La preeclampsia es una enfermedad que pueden tener algunas mujeres durante la segunda mitad de la gestación. Afecta al 2-8% de todos los embarazos
En las formas severas de la enfermedad puede haber afectación hepática, renal, neurológica, alteraciones en la coagulación e incluso aparición de convulsiones (en estos casos se denomina eclampsia). De hecho, la preeclampsia es una de las causas principales de muerte entre las mujeres y los bebés de todo el mundo.
—  Doctor salve a mi mujer, se lo pedí, mis hijas la necesitan, yo la necesito.
—  Esperemos, señor Le Blank.
— La puedo ver, por favor.
— Por supuesto, vamos.

Apuesta Por Una Noche  (6to Libro De La Saga Cielo Eterno)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora