La vida es un musical

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Era la celebración del primer aniversario del hotel, una gran celebración se encuentra en pleno apogeo mientras varios demonios disfrutan de la pequeña velada. Es modesta y solo están los pocos inquilinos que el mismo ha ido acumulando a lo largo de ese primer año, pero es significativo en el ámbito emocional, porque para la princesa del infierno es un gran logro. Y desde una esquina Vaggie no puede evitar estar feliz por Charlie, porque todo lo que ha deseado se ha cumplido, aunque no lo que ella en vedad deseaba.

A escasos metros de donde estaba ella, Charlie y Alastor se encuentran en un escenario iluminado por luces de colores, bailando al ritmo de una música suave y melódica. Ambos se mueven con gracia y elegancia, como si estuvieran en perfecta armonía. Estaban tan inmersos en su propia danza que nadie alrededor intentaba molestarlos, incluso ellos mismos se habían olvidado del resto a medida que avanza su baile, se miraban a los ojos y sonríen, compartiendo una especie de secreto entre ellos.

Y en sí mismo, Vaggie quisiera estar feliz, porque quien fue su compañera por tantos años en el infierno, nunca pudo llegar a entenderla como ella siempre espero que lo hiciera. En cambio, Alastor siempre estuvo allí, dando razón a sus ideas, aceptando o viendo el modo de cumplir sus expectativas a su ritmo y deseo, pero sin dejar de tener algo de realidad.

No la sobreprotegía ni la limitaba, la dejaba ser y se veía justo en el modo como allí estaban.

De repente, Charlie se separa de Alastor y comienza a girar en círculos, haciendo reír al demonio por su destreza y encanto. Sin embargo, en lugar de quedarse quieto, el wendigo se acerca a ella y la toma de la mano, uniéndose en un baile sincronizado. Sus movimientos son tan fluidos que parecen flotar en el aire.

Mientras siguen bailando, ambos demonios se acercan mucho más, ciertos brillos los cubre alrededor y todos a su alrededor se dan cuenta de lo mágico que es su baile juntos. Sienten como si estuvieran bajo un hechizo, como si el mundo a su alrededor desapareciera. En ese momento, todos los presenten comprenden lo mucho que Charlie y Alastor que están enamorados el uno del otro.

Solo por un baile y nada más.

Ambos veían la vida como un musical y resuenan en concordancia, a diferencia de ella, que nunca comprendió a la súcubo.

Pero, aunque fuera doloroso estaba feliz, porque Charlie estaba feliz al lado del demonio de la radio y aun si ella no fuera la causa de esa hermosa sonrisa, estaba dispuesta a mirarla en su esplendor, mientras seguía en una balada con el demonio de la radio.

Pero, aunque fuera doloroso estaba feliz, porque Charlie estaba feliz al lado del demonio de la radio y aun si ella no fuera la causa de esa hermosa sonrisa, estaba dispuesta a mirarla en su esplendor, mientras seguía en una balada con el demonio ...

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CELEBRACIÓN TARDÍA DEL PRIMER DÍA DEL CHARLASTOR MONTH

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