Pareja poderosa

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La oscura y desolada noche envolvía el campo de batalla donde Charlie se enfrentaba a los ángeles exterminadores. El aire estaba cargado de tensión y desesperación, mientras las llamas del infierno danzaban a su alrededor.
Agotada físicamente y con heridas que marcaban su cuerpo, se sentía rota emocionalmente. Había perdido a varios de sus valientes compañeros en ese brutal exterminio, pero su determinación seguía ardiendo en su interior. No estaba dispuesta a dejarse vencer, no cuando el destino del hotel Hazbin estaba en juego.
Justo en ese momento, una figura siniestra emergió de las sombras. Era Alastor, el demonio de la radio, con su sonrisa sardónica que ocultaba un dejo de alivio. No lo mostro, pero estaba feliz de encontrarla aun con vida luego de aquella masacre.
Su presencia ofrecía una sensación de esperanza en medio de la desolación.
Con un gesto elegante, Alastor extendió a Charlie su mano para que se levantara, invitándola a continuar con la batalla. Ambos estaban heridos, pero aun tenían una oportunidad.
No se podían dejar vencer contra los ángeles.
Con un asentimiento en silencio, Charlie invoco su tridente mientras Alastor dejaba salir sus tentáculos de sombra, desatando su magia oscura y sus habilidades sobrenaturales. Sus ataques eran rápidos y precisos, como si estuviera danzando al compás de una melodía macabra. Los ángeles se vieron sorprendidos por la llegada de este nuevo oponente pero no se dejaron vencer.
Por su parte, Charlie, revitalizada por la ayuda de Alastor, encontró fuerzas renovadas en su interior. Con valentía y determinación, se levanto del suelo y armada con su tridente se enfrentó a los comandantes angelicales. Cada golpe y movimiento reflejaban su deseo ferviente de proteger a su amado hotel Hazbin y a todos aquellos que habían encontrado refugio en él.
La batalla se intensificó, con explosiones de energía y ataques desgarradores. Charlie y Alastor luchaban en perfecta sincronía, cubriéndose el uno al otro y aprovechando cada oportunidad que se les presentaba. Juntos, formaban una fuerza imparable.
A medida que la lucha se prolongaba, Charlie encontró una nueva determinación en su interior. Ya no solo luchaba por el hotel Hazbin, sino también por honrar la memoria de aquellos compañeros que habían perdido la vida en este conflicto. Su determinación era inquebrantable.
Finalmente, con un último esfuerzo conjunto, Charlie y Alastor lograron soportar hasta el final del exterminio anual. Llegada la media noche, los fuegos artificiales del hotel resonaron y con ello los ángeles debieron retirarse, quedando resentidos ante el poder combinado de la princesa del infierno y el demonio de la radio.
La victoria fue amarga pero significativa. Charlie sabía que la lucha no había terminado, pero ahora y tan solo por un momento, estarían en calma.

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