Pasajes breves

¿Quién será?

Incluso para su edad, Alastor era un niño muy inteligente y aplicado.

Tenía excelentes notas en la escuela, captaba las lecciones con rapidez y respondía con habilidad cualquier pregunta que la profesora le hiciera en horario de clases. Y aunque era algo atípico para los niños de su misma edad, era un gran aficionado a la lectura.

Era un gran libro, pensaba el pequeño Alastor mientras seguía pasando página tras página sin parar desde hacía una hora. Siendo un obsequio de parte de Charlie, el niño estaba más que satisfecho con su última elección, pensó seriamente en comprar algo con la mesada otorgada por su madre para agradecerle el gesto.

En medio de su concentración, no noto hasta que fue demasiado tarde como un par de manos se abrían pasado desde ambos lados del sillón para cubrir sus ojos, impidiéndole ver.

— ¿Quién soy? —pregunto una voz risueña detrás de su cabeza, la increíble cercanía hizo que el niño sintiera un escalofrió.

— ¿¡Charlie?! —chillo con sus ojos aun cubiertos.

Cuando finalmente le dejo, la joven reía muy divertida con sus manos en la espalda. Una inocente sonrisa cruzaba sus labios.

— ¿Te asuste? —pregunto divertida, pero sin obtener respuesta.

Este procedió a tomar una de sus rojizas mejillas de manzana, apretándolas como forma de reproche por su acción.

—¡Duele, duele! —chillo por varios instantes al sentir la presión sobre sus cachetes.

Alastor se volteó hacia el frente, soltándola con un marcado gesto de molestia y enfocándose en su libro sin hablarle. Al notar su reacción, la nana procedió a disculparse.

—Lo siento, no lo volveré a hacer ¡lo juro! —prometió lloriqueando.

Al ver que no respondía sus disculpas, Charlie se sintió profundamente apenada, no quería que Alastor la odiara. Recientemente habían comenzado a llevarse bien y creyó que podría intentar más juego junto a él, quizás se había equivocado.

—No se enoje conmigo —volvió a pronunciar, más el niño no despego su vista del libro, aún muy molesto.

Charlie lloriqueaba, retirándose por ese instante creyendo que quizás era mejor no seguir molestándolo. Por su lado, Alastor aun respiraba ofuscado, hace un momento había estado tan cerca de que lo notara. Soltó el libro para pasar su mano contra su mejilla aún caliente, suspiro en exasperación, cada vez era menos difícil contener sus nerviosas reacciones ante las acciones de su adorable nana, y que esta hiciera de la nada, semejantes acciones, lo había tomado desprevenido.

—No tienes por qué enojarte con ella, Alastor —comento su madre mientras tejía lo que parecía ser una bufanda entre sus manos—, fue una simple broma.

Alastor lo sabía. Entendía que había sido una simple broma, un juego. Pero, la muchacha no sabía porque él había reaccionado de esa forma, creyendo que estaba enojado, cuando era todo lo contrario.

Solo estaba sumamente avergonzado.

—Charlie ha estado muy preocupada porque no has querido dirigirle la palabra en toda la tarde —indico—. Cree que sigues muy enojada con ella.

Ahora fue el turno del niño para sentirse mal, no quería hacerla sentir triste de ninguna forma.

— ¿Crees que si le hablo esta noche dejara de sentirse preocupada? —pregunto.

La madre de Alastor lo miró sonriente. A pesar de que este fuera muy maduro para su edad, reaccionando de diferente forma, en el interior, no dejaba de ser solo un niño de nueve años. Dejando de lado las agujas y la lana, llamo a su hijo con un ademan de la mano, el cual se acercó hasta quedar sentado en la cama. La mujer aprovecho ello para abrazarlo y acariciar cariñosamente sus cabellos.

—Por supuesto, mi amor. Charlie es una muy buena muchacha y te quiere mucho, estoy segura que se alegra mucho si vuelves a conversar con ella —comento.

Las mejillas de Alastor enrojecieron por el comentario, pero no se apartó del contacto, muy a gusto se encontraba con este.

Cuando ya estaba cerca la hora de la cena. La joven muchacha estaba preparando la comida mientras tarareaba una pequeña melodía hasta que noto que no se encontraba sola en la cocina.

—Hola Alastor —lo saludo amablemente al verlo ingresar. Su sonrisa estaba llena de nerviosismo pues aún temía que él la ignorara como toda esa tarde.

—H-Hola, Charlie —la saludo cortésmente.

Los ojos de Charlie brillaron al momento que las palabras salieron de sus labios. Ella de inmediato dejo sus tareas y se acercó a él, se agacho a su altura, viéndolo desde muy cerca.

— ¿Ya no estás enojado conmigo? —cuestiono temerosa. Las mejillas de Alastor enrojecieron solo un poco ante su tono, haciéndolo desviar la mirada.

—No.

Una gran sonrisa se formó lentamente en sus labios, brillando tanto que pudiera haber cegado a Alastor. La joven nana acaricio sus propios cachetes con euforia, antes de tomar al pequeño entre sus brazos.

— ¡Me alegra tanto! —chillo, afianzando el abrazo.

— ¡C-cinco metros de distancia! —exclamo, intentando separar a Charlie de él, con el rostro completamente rojo.

—Oh, lo siento, olvide que no te gusta ser tocado —se excusó, riendo nerviosamente. Sin embargo, la brillante sonrisa no se iba de sus labios.

En verdad, el pequeño Alastor no podía con ella.

Solo una sonrisa le había dado y su corazón ya latía como un loco.

No sabía cuánto duraría este sentimiento, pero esperaba que se controlara un poco.

De lo contrario, iba a volverse loco.

¡Hola, es Elle! Luego de tanto tiempo sin actualizar XD disculpen la desaparición, saben bien que me encuentro cursando mi embarazo (voy ya cerca del sexto mes) y ya ahorita sintiendome mucho mejor de los sintomas, he regresado a ustedes por el tiempo que me permita hasta dar a luz. No se cuanto sea y cuanto tome regresar una vez nazca mi bebe (que es una niña, wiiii), pero quiero escribir tanto como pueda mientras tanto. Este escrito lo había avanzado antes pero por todo el malestar, no lo había terminado junto con otros tantos tanto de Hazbin Hotel como de mis otros fandoms, es un trabajo inspirado en los artes de YochiYume (quien no la conozca, aquí dejo el link de su twitter https://twitter.com/Sheila96716588) y siendo completamente sincera, escribir esto tan tierno fue un bálsamo para mi alma golpeada por las circunstancias. Como bien habrán notado, amo escribir drama, pero también soy una romántica dulce empedernida y esto me da tanta felicidad que puedo morir sin problemas por exceso de dulzura. No solo quería escribir sobre este arte de Sheila sino también como Alastor tiene suficiente confianza a su madre para tratar todo ese tipo de temas, la relación que imagino yo que pudieron haber tenido es esta. De mucho amor y confianza. Voy a hacer todo lo posible de continuar todos los fics que tengo en pausa y darles más OS hermosos de esta pareja. A su vez, les aviso que dada mi situación (de apunto de ser madre) mi economía esta algo delicada, y luego de pensarlo mucho, finalmente me armé de valor para hacer el intento y abrir comisiones de escritos. Toda la información esta en mi twitter (@Ellexlightccs) y en mi kofi (Ellexlight95)Si no puedes comisionar, de verdad agradecería de corazón que compartieras esta información a tus conocidos. Y a la vez si estas interesado, manda mensaje o comenta tus dudas. ^^MUCHAS GRACIAS POR LEERME DE NUEVO. Espero leernos nuevamente, más pronto que tarde, muchos saludos desde Venezuela.