Pasajes breves

Rol inverso

Charlie Moningstar era un alma perdida en el infierno. Por azares de un destino cruel, había caído en desgracia por haber terminado con su propia vida, y ahora se encontraba atrapada en un lugar de sufrimiento eterno. Estaba bien, asumía su propio destino, aunque fuera terrible, lo acepto desde la primera vez que despertó en ese lugar.

Pero lo que más le dolía no era su propia condena, sino lo que veía cada año durante las purgas anuales.

Durante las purgas, todos los pecadores eran masacrados para evitar la sobrepoblación del infierno, por orden del rey Lucifer. Cada año, los ángeles bajaban con lanzas angelicales comandados por Adam y Charlie era testigo de esa brutalidad una y otra vez, y no podía soportarlo. No importaba lo que estos hubieran hecho o los pecados que estos estos hubieran cometido, seguía siendo injusto que tuvieran ese final.

Por lo que, pese a todo lo que eso implicaba, ideo un plan. Un plan arriesgado y peligroso, pero que una vez puesto en marcha, les daría a todos los pecadores una nueva esperanza para que las cosas fueran diferentes.

Pensó con fe que debía haber una segunda oportunidad para aquellos que realmente se arrepintieran de sus actos. Por lo que decidió abrir un hotel de redención en lo profundo del infierno, un lugar donde los pecadores pudieran redimirse y encontrar la paz. Y estaba emocionada como una niña por ello, porque esperaba que al menos un alma desdichada pensara que podría encontrar cierta ayuda con ella.

Pero cuando se reunió con los señores supremos y les contó a los demás sobre su idea, todos se rieron en su cara. Se burlaron y la ridiculizaron por sus estúpidos pensamientos, llegando a echarla y amenazar con romperla en pedazos, si volvía con una tontería así con ellos.

Charlie se sentía desdichada. Quería ayudarlos a todos, creía firmemente que, como ella, podría haber un gran arcoíris en el corazón de cada demonio. Pero hasta el momento, sus esfuerzos fueron en vano.

No tenía el poder para lograrlo por sí misma, y los pocos pecadores que estuvieron con ella, solo podían darle un ánimo moral, porque ni siquiera ellos mismos creían que la redención pudiera existir para ellos, que cayeron al infierno.

pero en medio de su desesperación, una luz esmeralda la ilumino en su camino.

Una enorme sonrisa y unos ojos rojos, dibujados con diales malignos, se centraron en una ocasión cuando se encontraba en lo más bajo de su situación.

El príncipe del infierno y demonio de la radio: Alastor, se posó frente a ella en una tarde mientras se escondía de todos en los jardines del hotel. Este con su sonrisa burlona, le extendió una mano.

Podrían hacer un trato: le daría un plazo de un año para cumplir su sueño de abrir el hotel para redimir a los pecadores. Durante ese tiempo, Charlie tendría que entretener a Alastor con todos sus intentos de redimir a un pecador, o lograrlo ella misma si llegaba a hacerlo. Si lograba tener éxito, el príncipe le daría todo el poder necesario y más para continuar con su tarea eternamente. Pero si fallaba, tendría que entregarle su alma por completo.

Cualquiera podría pensar que podría tratarse de una malévola treta del demonio. Alastor era conocido por ser un demonio de inmenso poder y terrible corazón, que fácilmente podría aprovecharse de la ingenuidad de Charlie. Pero con su eterna pasión y fe en los demás, Charlie decidió confiar en él, así que decidió hacer un trato con el príncipe del infierno.

La joven lo acepto, dispuesta a hacer cualquier cosa para salvar a los pecadores del infierno.

Durante ese año, se esforzó al máximo para llevar a cabo su plan. Trabajó incansablemente para convencer a los demás pecadores de que había una esperanza para ellos, de que podían redimirse y encontrar la paz.

Pero no fue fácil. Muchos se burlaron de ella y se negaron a creer en su idea. Otros la amenazaron y le advirtieron que dejara de intentarlo. Pero Charlie no se rindió. Siguió adelante, luchando contra viento y marea.

Durante ese año, Charlie también tuvo que cumplir con su parte del trato con Alastor. El príncipe del infierno la visitaba regularmente y le pedía que lo entretuviera de diferentes maneras. Charlie cantaba y bailaba para él, contaba historias y chistes, hacía todo lo posible para mantenerlo satisfecho. Este era un demonio muy particular y extraño, acompañado únicamente de dos vasallos pecadores, no parecía cercano a los propios reyes, mucho menos parecía querer torturarla como los rumores decían de él. Solo buscaba molestarla, hacer fallar algunos de sus planes, riéndose de ella, pero siempre intento salvarla cuando algo intento amenazar su integridad, así como estuvo allí con ella, cuando las cosas se tornaron difíciles.

Por eso, a medida que pasaba el tiempo, Charlie comenzó a descubrir más sobre Alastor. Se dio cuenta de que no era solo un demonio cruel y despiadado, sino también alguien solitario y triste. A pesar de su poder, el príncipe estaba atrapado en su propia oscuridad.

¿Cómo podría ella salvar el alma de un demonio que no tenía posibilidad de ser redimido?

Charlie decidió que no solo quería salvar a los pecadores del infierno, sino también a Alastor. Quería mostrarle que había otra forma de vivir, una vida llena de amor y redención. Quería ayudarlo a encontrar la paz y la felicidad, aunque fuera solo por un momento.

Como pudieron notarlo, estoy tratando de sacar adelante (un poco bastante atrasada) los especiales del Charlastor month 2023, ya tengo varias ideas adelantadas pero el trabajo no me ha dejado mucho tiempo esta semana. Estos dos capítulos me han gustado mucho y este en particular, planeo continuarlo en los próximos días, así que estén muy atentos.

Quiero agradecer a Praxidike.Gal, pues su fanart del segundo día Role inverse, me dio la idea para estos cortos, de verdad ame su arte y le doy sus créditos por aquí, espero puedan buscarla en twitter y ver su trabajo.