Primer beso

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Muchos años pasaron desde que Charlie acogió al pequeño Alastor en su casa y empezó a enseñarle sobre su magia.

Muchas cosas muy interesantes habían aprendido y una gran compañía habían descubierto al lado del otro.

Cómo establece la ley de la vida, en solo un abrir y cerrar de ojos Alastor se convirtió en un hombre joven, poseedor de una eterna sonrisa que era un recordatorio constante de las enseñanzas de su madre a quien tanto amo.

Sin embargo, si tenía que agradecer al universo por algo en aquel trágico giro del destino que le dió, sería como su vida cambio al ser encontrado por aquella adorable bruja, que con sus ocurrencias y la calidez de su alma, hizo todo por criarlo hasta hacerlo lo que el era. Todo su conocimiento era debido a ella y había dominado las artes de la brujería gracias a su paciencia y dedicación, pese a las preocupaciones que siempre tuvo.

Para Charlie, la magia era un don y también una maldición, un cuchillo de doble filo que podría ser muy peligroso si se utilizaba para otros fines, pero Charlie era una bruja sabía. Le mostró la magia en sus dos lados de la balanza, permitiendo elegir el arte que mejor se le diera y concediendo el valor de la confianza, ya que creía que pese a todo, siempre había un aspecto equilibrado entre el bien y el mal, que unía a todos los brujos.

Por eso se convirtió en su mentora y le enseñó todo lo que sabía sobre el arte de la magia.

Y Alastor explotó eso a libertad, escogiendo las sombras como principal artificio de la magia.

Era demasiado curioso como Charlie era una bruja que difundía la luz mientras explotaba el poder de la oscuridad, y aún así, se llevaban de maravilla, complementándose en cada proceso de su vida diaria.

Ella era su mejor amiga, confidente y la única familia que le quedaba.

Y disfrutar cada día en esa pequeña cabaña en medio del bosque era una total dicha, donde compartían risas, historias, bailes y experimentaban con nuevos hechizos.

Sin embargo, a medida que Alastor se hizo adulto, comenzaron a surgir sentimientos en su corazón.

Sentimientos que fueron poco a poco aflorando en él, producto de toda aquella convivencia y de aquel bondadoso corazón que lo salvó de hundirse en la desesperación.

No obstante, a pesar de esa certeza, la duda lo embarga ¿Sería suficiente para permanecer en el corazón de Charlie como un hombre? ¿O lo vería aún solo como un niño?

Pese a casa expresión de seguridad y ciertas burlas que había contra la ingenuidad de la inmortal bruja, las dudas lo embargaban.

Temía arruinar la hermosa relación que tenían si revelaba sus verdaderos sentimientos.

Cada noche, mientras observaba a Charlie practicar sus hechizos o reírse de alguna broma que él contaba, Alastor se debatía internamente. Quería expresarle su amor, pero también temía perderla si ella no sentía lo mismo.

Pero una noche en particular, algo extraordinario sucedió, una noche muy especial dónde la luna estaba en su máximo esplendor, celebrando el equinoccio de invierno.

Charlie agradecía al bosque en un ritual cada inicio de temporada, dándole gracias por su protección y por los frutos y animales que de este obtenía. Era un sagrado ritual que estaba ligado a ella, del que no podía negarse y que tendría que seguir haciendo por los siglos que vinieran, mientras ella permaneciera con la voluntad de seguir viva.

Y ese era el máximo despertar de su magia, donde esta despertaba en un aflorar de luciérnagas que danzaban con ella durante esa noche alrededor de una fogata.

Alastor la vio, anonadado, como cada año que ella desempeñaba ese acto. Mudo y con el corazón desbocado, recordó cómo se dio cuenta de su interés hacia ella la primera vez que vio aquel ritual a la tierna edad de catorce años.

La luz de la luna, las llamas y luciérnagas, daban en ella un ambiente tan propio, tan mágico, que le hizo sentir que era el momento correcto para decirle lo que sentía.

Así que camino hacia ella, interviniendo en el medio del ritual para desconcierto de la bruja, que iba a cuestionarle lo que hacía cuando este tomo su mano y con la otra invoco su propio cetro, guiándola en un nuevo baile, dejando fluir su magia en nuevo conjuro que imploraba la protección de un ser amado.

Sin poder evitarlo, Charlie lo miró con añoranza y felicidad, dejándose llevar mientras su magia conjunta era ofrecida como tributo al bosque, celebrando un nuevo rol desempeñado por el joven brujo, que rendía al bosque finalmente lo que ella llevaba años esperando.

Y ella rió, rio de verdadera felicidad mientras estaba tomada de su mano. Y es que ambos compartían una profunda conexión nacida de las circunstancias, y aunque la magia había hecho perdurar un poco más su relación, esperaba que el destino pudiera dejarlos unidos un poco más de tiempo.

Finalmente, cuando el ritual llegó a su fin y la luna había alcanzado su perigeo, dejando ver el máximo esplendor de su brillo.

Era algo tan hermoso, tan profundo y Alastor aprovecho ese momento de valentía para tomar borde de su rostro, bajando lentamente hacia su altura hasta alcanzar los labios que había deseado probar hacía tanto tiempo. Charlie estaba anonada, no podía creerlo, pero mientras el joven brujo la tomaba entre sus brazos, se dejó llevar por el momento y correspondió el beso, disfrutando del suave contacto.

Una vez se separaron, la misma sonrisa eterna de Alastor la recibió, pero esta vez había algo diferente en ella. Algo que ella nunca noto pero comprendió en el momento que este beso su mano, arrodillándose ante ella.

—Espero puedas aceptar este nuevo trato que te ofrezco, mi querida bruja inmortal —sonrió divertido el brujo mientras veía como el resplandor rojizo del rostro de su maestra iluminaba todo su rostro.

Era simplemente increíble.

No espero que eso sucediera.

No importara cuanto intento resistirlo en vano, al final había fracasado en su promesa con su madre, porque termino enamorándose de Alastor y ahora tenía la certeza, de que también era correspondida.

Tomando sus manos, las sostuvo contra su rostro, besándolas en el proceso.

—Es un trato que con gusto estoy dispuesta a aceptar —respondió. 

Vigésimo día del charlastor month 2023

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Vigésimo día del charlastor month 2023

Este es el final del especial "Los extraños del bosque" y "Magia" 

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