Pasajes breves

Perderse

Charlotte Morningstar, la princesa del infierno, heredera al trono, hija del traidor y de la primera pecadora.

Todos esos eran grandes nombres, llenos de poder y estatus que le fueron conferidos desde su nacimiento y que todos los seres vivientes y no vivientes deberían temer dentro de los 7 anillos del infierno.

Aunque todo eso era cierto, esos títulos se sentían tan lejanos a ella, que se sentía atada a cumplir las expectativas que ellos conferían.

Sin embargo, ese número de nombres que no la catalogaban como era, como en verdad deseaba ser.

Ella era algo extraño, animado y lleno de múltiples colores que buscan dibujar un arcoíris en la vida de todos.

Mas el infierno era solo un lienzo dibujado en rojo y negro que no permitía más, por ello, era diferente. Porque Charlie creía en la redención y que todos merecían una segunda oportunidad. Esta forma de pensar la hacía sentir como una extraña en su propio hogar.

Por mucho tiempo le dolió, pero lo acepto, por muy difícil que fue, aprendió que, si tenía a las personas que más quería a su lado, podría superar todo.

Pero lo que más la destrozaba era la decisión de Vaggie, la persona que más amaba en el infierno, de abandonarla. Vaggie estaba cansada de lidiar con los sueños de Charlie, que para ella eran imposibles de realizar.

Finalmente, después de muchas discusiones y desacuerdos, Charlie y Vaggie deciden separarse. A fin de cuentas, la polilla no quería pasar su condena junto a alguien que creía ciegamente en la bondad de los pecadores sin tomar en cuenta los sentimientos de los que tenía alrededor.

Y eso la destrozo, porque al final le hizo ver que no estaba logrando nada incluso con quienes tenía a su lado.

Eso la hizo encerrarse en sí misma y se sintió perdida, porque no estaba haciendo nada malo. Siguió aferrándose a su creencia en la redención. Sabía que no encajaba en el estándar del infierno, pero no podía dejar de pensar en la posibilidad de que existiera un arcoíris dentro de cada demonio.

A pesar de que muchos demonios no se arrepentían de sus pecados, Charlie seguía creyendo en ellos y en su capacidad para cambiar. Tenía que hacerlo, porque nadie más parecía querer eso.

Aunque eso la hizo sentir más sola que nunca.

Un día intento hacer algo diferente. Salió a las calles de la ciudad a buscar gente que pudiera querer redimirse y allí encontró a un demonio que estaba a punto de ser torturado por los demás. A duras penas logro que quienes lo hostigaban lo dejaran, pero luego de algunos insultos, por fin lo dejaron al considerar que Charlie arruino su diversión. Entonces ella se acercó y habló con él, tratando de entender que le había pasado y preguntando como estaba. El problema fue que este la insulto, diciendo que no se metiera en sus asuntos.

La aparto, tumbándola al suelo y bramando que necesitaba comprar una nueva bolsa de drogas. Al mismo tiempo, la lluvia empezó a caer y Charlie pensó que no podía ser más patética. Camino mojándose en el regreso al hotel, pero tuvo que protegerse debajo de un árbol en el parque cercano.

Una vez allí, la lluvia empezó a ser más fuerte, igualando la tormenta que se desarrollaba en su corazón.

Había tratado de ser fuerte, de mantenerse firme en sus principios y sueños, pero poco a poco todas las personas que amaban se alejaban de ella por eso. Quería tanto ayudar a los demás, pero odiaba tanto sentirse así, tan sola y abandonada.

Secándose las lágrimas que bajaron por sus mejillas, Charlie rogó que al menos alguien quisiera estar incondicionalmente con ella o no podría seguir así.

No podía soportar quedarse sola de nuevo.

La lluvia paro y la princesa estiro la mano para ver si seguían cayendo gotas de lluvia. Al hacerlo, noto como solo unos metros delante de ella, estaba el demonio de la radio. Este seguía con su eterna sonrisa, mirándola desde su sitio.

—¿Alastor? ¿Qué estás haciendo aquí? —le pregunto, ni siquiera dijo una palabra cuando llego.

It is wonderful my life

Please could you kiss my name

When the music's over?

Alastor empezó una suave tonada alegre, la mirada perpleja de la princesa se alzó sorprendida, no esperando que este empezará a cantar para ella.

Turn off light, it was such a sweet time

Could you pray for me, my friend?

It's starting over time

Su vista se ilumino, extendiendo su mano, la invitó a levantarse, sonriendo afablemente, acaricio su rostro con cariño.

Taking overnight

Taking over blue time

If you heard that screaming, shout in your mind

Ambos empezaron a bailar con soltura y alegría, Charlie veía extasiada al demonio escarlata mientras esté solo sujetaba su mano y daba un toque ligero con la otra en el borde de su nariz.

Taking over the shine

Taking over the shooting star

All I was talking about was music

(And that's called jazz!)

La melodía de su radio interna culmino y Charlie siguió sujeta a su mano mientras este la veía. Una sonrisa marcaba su rostro esta vez, y con eso el wendigo pareció satisfecho, sacando un pañuelo del bolsillo de su camisa para extenderlo a su rostro.

—Quizás no exista sol en este putrefacto lugar, pero sin dudas, luego de una poderosa lluvia, sale un hermoso arcoíris —dijo esto limpiando las lágrimas que aún quedaban en los ojos de la princesa.

Charlie lo miró, su corazón se estrujo y el deseo de llorar volvió, pero esta vez era por una situación completamente diferente que calentó su corazón hasta sanar un poco las heridas que este tenía.

—Gracias —fue lo único que pudo decir, conmovida por aquel gesto.

A pesar de las dificultades, Charlie nunca dejaría de creer en su sueño. Sabía que no era fácil, pero creía que cada pequeño paso podía marcar una gran diferencia. Y con Alastor a su lado, sabía que todo saldría bien. 

Vigesimo cuarto día del charlastor month 2023

Bueno, se que he tardado muchos dias en volver actualizar pero no podía dejarlo ya estando cerca del final. Espero hayan disfrutado esta actualización