Charlie y Alastor, el dúo improbable de Hazbin Hotel, se encontraron en un estado de ánimo juguetón una tarde de trabajo. Para nadie era un secreto el extraño e infantil humor que ambos disfrutaban, por lo que no era extraño encontrarlos bailar y cantar mientras se encontraban juntos en la oficina de la gerencia del hotel.
Por lo que a nadie le extraño como mientras seguían revisando los informes de renovación de las habitaciones del hotel, ambos decidieron participar en una competencia amistosa para ver quién podía inventar los chistes más tontos.
Un brillo divertido afloraba de forma juguetona en los ojos de Charlie quien comenzó con un clásico
— ¿Por qué los esqueletos no pelean entre sí? ¡No tienen agallas! —Se rió de su propio chiste, esperando provocar una risa de Alastor.
Alastor, con un brillo travieso en sus ojos, contrarrestó con su propio chiste.
— ¿Por qué ganó un premio el espantapájaros? ¡Porque era excepcional en su campo! — Se rió de su propia astucia, levantando una ceja hacia Charlie.
No dispuesta a retroceder, Charlie respondió rápidamente.
— ¿Por qué se puso rojo el tomate? ¡Porque vio el aderezo de ensalada! —Estalló en risas, encontrando su propio chiste increíblemente divertido.
Pero Alastor, siempre aficionado a los juegos de palabras, replicó
— ¿Por qué los científicos no confían en los átomos? ¡Porque componen todo! —Sonrió satisfecho con su ingeniosa respuesta, disfrutando de la cantarina risa de la adorable princesa que sostenía su estomago debido a lo gracioso de sus bromas.
La batalla de chistes tontos continuó, con Charlie y Alastor intercambiando juegos de palabras y frases ingeniosas que los hacían reír a carcajadas. No pudieron evitar disfrutar del momento ligero, bajando la guardia y abrazando la alegría de la risa.
Mientras compartían sus chistes tontos, una mano juguetona atrapaba la contraria y se acercaban mientras iban trabajando entre risas.
El final de la jornada culmino y pronto llegaría la hora de la cena, que estaba a cargo de Alastor por esa ocasión. Sus risas resonaron por los pasillos del Hazbin Hotel, trayendo sonrisas a las caras de los otros residentes. En ese momento, ambos demonios se dieron cuenta de que eran vistos con rareza, pero no les importaba.
La joven princesa se coloco su habitual delantal mientras el wendigo se remangaba las mangas de su camisa para empezar a preparar la comida. La hora de cocina fue igual de jocosa, acompañada de magia, bailes y risas. Un momento ameno en el que dejaba ver que, a pesar de sus personalidades contrastantes, encontraron terreno común en su amor por el humor y la diversión. Fue un recordatorio de que incluso en el caótico mundo del Infierno, había espacio para la risa y la ligereza.¡Finalmente llegué al margen de publicación de este bello mes especial para nuestro Charlastor! Espero que de verdad hayan disfrutado hasta este momento, estoy muy emocionada con todo y a pesar de las circunstancias familiares que atravieso, he logrado sacar un poco de tiempo para traerles estos especiales ¿Ha habido algunos que les haya gustado en particular? Los que vienen son igual de interesantes, algunos más largos otros un poco más cortos pero igual de dulces. Estén atentos a mi actualización de Lady Hazbin este domingo, espero estén todos atentos.
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Pasajes breves
FanfictionConjunto de One Shots Charlastor que se me han ido ocurriendo, algunos basados en fanarts hermosos de artistas de Twitter. Algunos de estos escritos tendrán un hilo conector, esta atento de ellos y disfrutalo.