12 No faltan señales, falta confianza

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—¿Crees que cumplan? —pregunta David con diversión.

—Deben hacerlo.

—¿La pasaste bien?

—Mucho, ¿y tú?

—Bastante bien, son unos chicos muy despiertos.

—Adolescentes —aclaro, él sonríe.

—Adolescentes —confirma—. Fue agradable.

—Me alegro. Supongo que salió como lo planeaste ―expongo segura de que tuvo mucho qué ver con este encuentro.

—Mejor de lo que esperaba. Superó mis expectativas, a decir verdad —sincera y no me sorprende.

—Eres bastante directo.

—Aprendí a serlo.

―¿No eras así?

―No. Cuando mi esposa vivía, no teníamos mucha comunicación que digamos. Mi vida se enfocaba en mi trabajo. No socializaba mucho.

¿Por qué lo dirá con tanta naturalidad? Yo solo de recordar lo mío con Samuel, me remueve un poco y más porque realmente disfruté mi vida con él. Me casé enamorada. Así que, todo lo que pasó me destrozo realmente.

—¿De qué murió? ―Me atrevo a preguntar.

—Leucemia. Ella no quería pasarse el tiempo en hospitales. Quería disfrutar a nuestro hijo, pero tuvo una recaída grave que la llevó finalmente al hospital y, ahí fue cuando lo supe. Ya era tarde para comenzar algún tratamiento.

―¿Te escondió su enfermedad?

―Sí. Y no la culpo. Yo me enfocaba bastante en mi trabajo para que a ellos no les faltara nada.

—¿Y Liam como lo tomó?

—Raro para su edad, pero hasta ahora ha sido bastante consciente. Es un niño muy alegre. Creo que mi hermana y su novia han influenciado mucho en eso.

—Tienes una hermana —repito.

—Sí. Se llama Ellis, y su novia, Tamy. Frecuentan mucho a Liam, lo cual han sido un gran apoyo para mí. Ellas ya vivían aquí en Michfield así que, cuando me ofrecieron el trabajo, lo acepté sin titubeos.

—Puedo imaginarlo.

Había olvidado ese detalle. El nombre de su hermana, el cual pensé que era su mujer o algo parecido.

―Ella jamás reclamó nada por no darle mi tiempo. Me sentía muy culpable por no haberme dado cuenta. Cuando ella murió, pasé mucho tiempo solo. Me encerré en mi mundo. Perdí un año de ver crecer a mi hijo, de convivir con él. Me sumergí tanto en mí, que no me di cuenta de lo egoísta que estaba siendo, mi hijo me necesitaba también. Ahora procuro socializar más y pasar más tiempo con Liam. Supongo que es bueno disfrutar mientras se pueda.

—Tienes razón. Pienso exactamente lo mismo.

—Y, ¿tú? Me gustaría saber más del espécimen raro ―Suelto una risa.

—Mi padre quería que fuera abogada y pues, lo soy. Me dediqué por completo a eso. Hasta que le di este giro a mi vida.

—¿Te gusta? Lo que estudiaste.

—Amo lo que estudié. No lo voy a negar. Logré obtener mi propia firma de abogados; con mi exmarido. Pero cuando decidí venir aquí, dejé todo eso atrás. Me pesó un poco porque fue el resultado que obtuve al dedicarme por completo a las expectativas de mi padre. Después de todo, había invertido mi vida en ello.

—¿Por qué te fuiste?, si se puede saber.

—Él..., él me engañó con otra mujer y ahora ella está embarazada.

Fue en un café | Bilogía Destino I | Finalizada ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora