David
Fue en un café...
Aún recuerdo aquel día, cuando la vi entrar en la cafetería, captó por completo mi atención. Me sentí como un idiota acosador observándola, pero no podía dejar de admirarla. En cuanto se acercó al grupo de mujeres, noté su hermosa sonrisa, tan natural, tan espontánea. Escuchaba atenta a sus amigas, y los gestos en su rostro, eran placenteros de admirar.
Dicen que después de la tormenta, llega la calma y estoy de acuerdo en ello.
Bonita es mi calma, y aunque me costó comprenderlo, nunca deje de amarla. ¿Amor a primera vista? ¡Claro que existe!, pero somos pocos los afortunados de experimentarlo, y no es fácil la experiencia, porque no basta solo sentir que conoces a la persona, es un verdadero camino que recorrer y conlleva piedras en el camino.
Ellis me quita a Kelly de los brazos y se la lleva para darle el biberón. Es una bebé muy tranquila y Liam no deja de presumirla.
Camino hacia la habitación para buscar a Regina. Está mirándose en el espejo. Lleva un vestido sencillo ceñido al cuerpo con la espalda destapada y su cabello recogido. Me acerco a ella abrazándola por la cintura; me encantan sus curvas.
—Eres hermosa por donde te veas —susurro depositando un suave beso en su cuello.
—David, no empieces —dice girándose a mí pasando sus brazos por mi cuello, y no me resisto, simplemente la beso.
Nos dejamos llevar por unos momentos fundiéndonos en ese beso, sin importar que las personas están esperando por nosotros abajo.
Unos golpes a la puerta nos interrumpen, es Tamy.
—Okey, chicos... ya tendrán tiempo para eso. Los invitados están esperando, qué tal si mejor se apresuran. Regina, te ves maravillosa.
—Gracias, Tamy. Ya bajamos —responde Regina sin quitarme las manos de encima.
—Parece que no podemos seguir haciendo que esperen.
—Tamy tiene razón, ya tendremos tiempo para esto y más, así que mejor bajemos antes de que sea Liam quien nos interrumpa esta vez.
Sonrío ante su mirada, y caminamos juntos de la mano hacia el jardín.
Los invitados nos observan acercándonos hacia donde se encuentra el juez que llevará a cabo la ceremonia.
Ella se ve contenta, se ve feliz y justo así es como me siento.
Esperé y soñé con este momento desde que la conocí, y ahora por fin estamos aquí, convirtiéndonos en una familia oficialmente.
Desde aquel día que me reveló lo de Kelly, no quiso irse y no iba a permitir que lo hiciera. Casi la pierdo por ser un cretino con ella y, aunque yo no encuentro modo de justificar mi comportamiento, ella insiste en que eran demonios con los que teníamos que luchar.
El juez dedica unas palabras para nosotros y finalmente firmamos las actas. Bonita es oficialmente la Señora Macfadyen. Nos abrazamos y damos inicio a la celebración, que ha sido pequeña, porque así lo quiso ella.
—Ven aquí mi pequeña princesa —digo al tiempo que cargo a Kelly.
Tiene diez meses y me encanta su sonrisa.
—Si quieres puedo llevarla a su cuna, no me importaría quedarme con la bodoque —dice Tamy haciendo pucheros y una voz graciosa que hace reír a Kelly.
—Déjala un rato conmigo —exijo—. Pasas todo el tiempo cargándola.
—Es que es tan preciosa —Vuelve a imitar esa voz graciosa—. Una bodoque que disfruta estar con su tía Tamy, ¿verdad que si mi gorda hermosa?
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Fue en un café | Bilogía Destino I | Finalizada ✔
RomanceDespués de encontrarse con una escena que le destrozó el corazón, Regina Mills decide huir a un nuevo lugar donde nadie la conoce. Empezar de cero le ha funcionado por algún tiempo, pero no es algo que vaya a durar mucho cuando su pasado la acecha.