38 Tras cada puerta

124 22 33
                                    

—¡Nueve años! —exclama Rose con lágrimas en los ojos.

Y es de esperarse. Yo me sentí igual, pero a diferencia de ella, yo fui cobarde y hui. Ella está aquí para calmarse, y pensar mejor las cosas.

―Rose... ―musita Jude.

—¡Esa maldita, perra, desgraciada, cínica!, estuvo con Tom durante nueve años. Todo ese tiempo estuvieron viéndome la cara. Ella fingió ser mi amiga, la integré a nuestro grupo ¡¿Cómo pudo?!

La rabia que irradia de ella, no se puede ocultar. Sus ojos hinchados, rojizos, estallando en ira, coraje, rencor, impotencia, revelan lo mucho que esto le duele. Y es que, ¿a quién no?

—¿En dónde estaban? —cuestiona Jude.

—Ellos... ¡Maldita sea! —grita exasperada, y se sienta en uno de los sofás recargando sus codos sobre sus rodillas—. Tom no sabía nada, mi regreso se había retrasado por un imprevisto con el departamento de mercadotecnia, pero al final se resolvió a tiempo. Tom creyó que yo llegaba hasta la semana próxima. Llegué al departamento y no lo encontré, supuse que estaba en la oficina, así que lo llamé y efectivamente, me dijo que tenía trabajo pendiente y saldría tarde, que incluso se había quedado solo porque el personal ya se había retirado. Llegué queriéndolo sorprender, ¡pero la sorprendida fui yo! ¡Esa puta barata estaba haciéndole un oral!

—Yo ya lo sabía —confieso y ambas me miran entornando los ojos, pero antes que digan nada, me apresuro a continuar—: Antes de que cuestionen cualquier otra cosa, que quede claro, que tenía toda la intención de advertirte, Rose.

—¿Y por qué no dijiste nada entonces, Regina? —cuestiona Jude.

—Porque lo descubrí al poco tiempo de que Rose se había ido. Y no fue lo único que sucedió —digo dirigiéndome a la afectada—. Te lo resumiré lo más breve que pueda.Mi madre murió, y mi padre vino a verme, así que tuve que viajar a Pennsylvania, tuve un aparatoso accidente que me dejó inconsciente por algunos dias. Cuando desperté me enteré de que estoy embarazada. Mi padre resultó no ser mi padre, y asesinó a mi exmarido. David terminó conmigo porque su hijo terminó envuelto en mi problema familiar, ya que mi padre falso lo secuestró. Susan se le anda montando también a David o esa intención tiene, y ahora no quiere saber nada de mí. Ah, y mi padre real, envió a Shane, el chico de la cafetería, a vigilarme, porque mi falso padre, había amenazado con mi vida. En fin, un cuento muy largo, pero eso fue lo más importante. Así que no tuve oportunidad de decírtelo.

—Regina... —susurra tratando de procesar todo lo que le solté—. ¿En qué momento?... bueno, lo entiendo.

Se queda pensativa y callada.

—Rose, lo mío ya ha pasado. Solamente quiero que sepas que, estoy de tu lado. Y si no te lo dije, fue por ese motivo.

—Descuida, Regina. No tenía idea —menciona un poco tranquila.

Es claro que mi experiencia la desvió un poco de su asunto. Rose, es el tipo de mujer que pide el chisme con lujo de detalle, pero eso, será en otra ocasión.

—Regina...

—No, Rose —interrumpo—. Estamos hablando de ti, solamente necesitaba justificar mi silencio. ¿Qué piensas hacer?

—Iré a mi departamento, ya se los dije. Necesitaba desahogarme con alguien de confianza, porque no quiero adelantarme a los hechos de mis decisiones.

—Rose —intervine Jude—. De acuerdo al tiempo que dices que han estado juntos, creo que deberías hacerte a la idea de que exista la posibilidad, de que el hijo de Susan, sea de Tom —advierte sin la intención de angustiarla más.

Fue en un café | Bilogía Destino I | Finalizada ✔Donde viven las historias. Descúbrelo ahora