Mi nombre es Kamado Tanjiro y mi estado actual es: Adoptado por Zenitsu y su novio, Tengen Uzui.
ya sé... unos dicen "¿para cuándo Tanjiro? 18 años de edad y nunca te hemos visto una pareja, ni como travesura o rebeldía para los jóvenes de ahora".
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
Y llegó Octubre 🍃
Perfectísimo día, ¿Por qué? Agatsuma Zenitsu no debía trabajar donde su abuelo luego de la escuela.
Hoy no abriría el taller mecánico, pero le pagaría de todos modos. Su abuelo se encontraba con una tremenda reseca después de pasarse de shots con sus camaradas en las apuestas.
Era una de sus tantos encuentros con sus antiguos amigos.
Su tenaz ancestro quién era tan rígido con el trabajo, tuvo que suspender el dia por su embriaguez de la noche anterior.
— ¿Quién es el perezoso ahora, abuelo? — se dijo con ironía y cierta maldad.
El karma le había llegado al viejo.
Se dirigía hacia la casa de su novio, o bien, por el mismo recorrido que haría si fuera a su casa.
Cosa de vecinos.
Como hoy no debía trabajar aprovecharía para pasar tiempo con él, después de todo, luego de ese "incidente" por la noche de casamiento su relación con Tengen había mejorado. La comunicación entre ellos había vuelto al menos, su novio se veía más relajado.
Quizá sí era por la universidad su actitud extraña como le había dicho Tanjiro.
¿Cómo adivinaría Zenitsu que Uzui pensaba lo mismo de él? Ambos hasta esa noche sospechaban sus cambios de conducta, pero aquello quedaba escondido en sus pensamientos.
De camino había comprado unos dulces para su amor. Ya se lo imaginaba comiendo cada uno de ellos de esa forma tan sexy como lo hacía.
Con su voz tan seductora.
Tocó la puerta esperando al otro para que le abriera, pero tardó unos minutos. Tocó nuevamente después de esperar y ésta vez sí sintió los pasos de Uzui acercarse a la puerta.
Ésta se abrió.
— Hola, amo-
— Sí, hola cariño — le dijo el más alto junto con un beso rápido apenas tocando sus labios.
Zenitsu tuvo que correrse de la entrada unos pasos al sentir que la puerta era cerrada.
Tengen no dijo nada, sino que el rubio le vio como llevaba a su oreja su celular luego de sostenerlo todo el tiempo. Se dio paso hacia al final de la casa.
