34. ESPECIAL POST-NAVIDAD.

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26 de Diciembre 🍃

— Sigue derecho, faltan un par de calles — decía el de aretes mientras el mayor manejaba en su moto.

El de ojos azules escuchaba a su novio indicarle el camino, manejaba sobre el asfalto con su nave negra, dando aceleradas de vez en cuando resonando su motor.

— Según la dirección que nos dio Makomo, estamos bastante cerca.

— Bien.

Posteriormente de todo lo ocurrido, después de que el dilema haya llegado a su fin, quedaba algo por arreglar. El de mecha negras lo meditó, toda esa noche sin poder dormir muy bien. Luego de pasar por momentos tan intensos esos meses, de remediar memorias sin terminar, dolores sin declarar, faltaba las disculpas sin dar.

Disculpas hacia esa persona que aún tenía por suerte en el mismo espacio-tierra que él, y que debía de agradecer.

Lo pensó por toda la madrugada, la molestia había surgido desde que pudo descargarse con su novio lo ocurrido con sus padres, y como si fuera un paso a la vez en su proceso de sanar, ahora después de la pelea con Sabito, estaba de camino hacia a ver a su hermana.

De reencuentrarse con Tsutako.

Estaba muy nervioso, demasiado. Creía que el de aretes no se había dado cuenta, pero esto no era así. El de mechas rojas supo que estaba con falta de horas de sueño, y cuando le comentó el por qué resolvió sus dudas. Este de todos modos se sorprendió cuando le pidió su compañía para ir, lo justo era que él fuera por su cuenta, sin presión, pero al parecer necesitaba apoyo, su apoyo.

Y presentarlo.

Ahora estaban de camino, luego de que Makomo haya conseguido la dirección de la casa de Tsutako gracias a Urokodaki.

Sólo esperaba que lo recibiera puesto que iba sin avisar, pero le entendería si no quería verlo nunca más en su vida.

La había abandonado.

Pero todo fue por... no querer ser una carga más para ella.

— En la siguiente manzana debe ser, Giyuu.

Este asintió con su casco moderno puesto, al igual que su novio, para bajar la velocidad al mínimo. Así podría divisar mejor las casas de ese lugar.

— Aquella!, La casa gris con flores a la entrada! — apuntó una en medio de la manzana con una entrada muy bonita y pilares visibles allí — Tiene la dirección correcta.

Este le escuchó para ir hasta donde le habia indicado y frenar lentamente hasta quedar en frente de la casa.

Allí estaba.

Estaba a unos pasos de ver a su hermana en su nueva casa.

— Tanjiro, n-no estoy seguro de esto...

— Tómate el tiempo que necesites, ya estás aquí.

Él es Tomioka Giyuu, mi amigo 》GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora