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...

— Que hermoso día, ¿verdad, Tanjiro?

Uzui se limitaba a manejar mientras los otros dos hablaban. Estaba atento mirando de reojo su celular, esperando alguna respuesta. Aún así no le era molestia para escuchar dichoso la canción.

— ¡Precioso! El sol suficiente para disfrutarlo.

— verdad, pensé que se nos iría el sol hace unos minutos esperándote.

— ¡Ah, lo siento! Creí estar en hora, te hice esperar mucho, Zenitsu.

Ah! Amor, no lo rezongues más, pobrecito. Además, son apenas las 10:00 de la mañana, tenemos todo el día.

Tanjiro formó un pequeño puchero en su defensa por las palabras del mayor.

— ya, ya, está bien, pero es para que no se le haga caprichito. Tiene que aprender — se cruzó de brazos como tal gesto paterno retando a su hijo.

A veces Tanjiro en serio pensaba que esos dos lo veían como su niño. A decir verdad, siempre estaba acompañándolos para donde fueran, pero no porque él insistiera, sino porque lo invitaban.

Todo empezó con una salida, luego dos, luego una más, y para cuando pudo darse cuenta ya estaba siempre abordo del auto. Otras veces venía también Inosuke, ellos eran el trío de mejores amigos, pero no salía muy rentable porque siempre había que darle de comer y se ponía a pelear con cualquiera que pudiera parecerle un reto de ¿Quién es el más fuerte? Para absolutamente querer ganar.

Tanjiro es un ángel. Nos lo quedamos a él.

Aún así, Inosuke siempre prefería pasar sus ratos libres en el bosque. En cambio a Tanjiro lo adoptaban con la excusa de que tenía que pasear más y salir de casa. Y no estaban equivocados, él era un chico de casa, y estaba cómodo con eso.

Cabe destacar que entre Zenitsu y Tanjiro tenían la misma edad, pero aún así el rubio podía comportarse sobreprotector con su mejor amigo. Viceversa, Tanjiro lo cuidaba a él cuando tenía miedo de algo.

— Bien, antes tengo que hacer una parada. Será un momento — dijo el de pelo gris.

— ¿Es para devolverle los apuntes a tu amigo?

— Sí, ya que estoy de salida, paso a dejárselos, me deberá un favor por haberle salvado los apuntes — rió a su favor.

— La universidad... — suspiró ante los comentarios de su novio — me da nervios con solo pensar que éste es mi último año y ya el próximo tener que ingresar a una carrera.

Él es Tomioka Giyuu, mi amigo 》GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora