Mi nombre es Kamado Tanjiro y mi estado actual es: Adoptado por Zenitsu y su novio, Tengen Uzui.
ya sé... unos dicen "¿para cuándo Tanjiro? 18 años de edad y nunca te hemos visto una pareja, ni como travesura o rebeldía para los jóvenes de ahora".
...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
...
[2/2]
Mientras tanto, los queridos amigos esperaban a su chico de mechas bordó para completar su trío de confidentes.
Pero no llegaba.
Y no llegará al lugar, pero este es un detalle que los dos van a enterarse luego, por el momento aún estaban allí en la habitación.
Zenitsu escuchaba música a través de sus auriculares, esos cascos grandes sobre sus oídos. Estaba sufriendo, su corazón estaba sensible, necesitaba de sumarle repertorio musical acorde a su situación.
¿Pues claro que "Mientes" de Camila podría funcionar, no?
— Gonpachiro nos abandonó — rugió como jabalí sentado sobre su cama.
Se escuchaba como comenzaban a caer una gotas por la ventana del cuarto, había empezado a llover.
— ¿Tú crees? — pucherio el rubio — encima se pondrá a llover, ¿Qué tal si se resfria?, o peor, ¿Sí le cae un RAYO!?
— A TI TE CAERÁ EL RAYO SI EMPIEZAS A LLORAR DE NUEVO — tironeó sus mechas dejando caer de su cabeza los cascos — TE TIRO A LA CALLE, ME HACES ENOJAR!
Se quejó el de ojos miel por eso, pero mayor eran sus pequeñas lágrimas.
— P-Perdón, pero estoy muy sensible — sorbió sus mocos quitando la mano de su amigo de su cabeza — ¿No ves que potencialmente mi novio me engañe?
— Y tú también lo haces, no te hagas el inocente.
— yo no lo engaño, Inosuke! — aclaraba — sólo desaparezco porque trabajo con el abuelo.
— pero el viejo no sabe eso, Monitsu.
— Pues claro que no!
— Con el poco cerebro que tienes es obvio que no se te iba a ocurrir una excusa — se cruzó de brazos enojado.
— no sabía que hacer.., además me sobrepasó el hecho de que Uzui esté... — bajaba el volumen de voz.
— ya, ya, Monitsu.
Suspiró el rubio.
— no creo que podamos hablar — articulaba — al menos, yo no creo que pueda sostenerme de pie si lo llegara a ver.
— ¿y qué harás? — le dio miró — ¿Te esconderías toda tu vida?
— Planeo mudarme aquí — abrazó su almohada y se recostó sobre la cama flexionando sus rodillas.
