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...

— Mm...~ Giyuu...~ — ronroneaba por los besos en su cuello, pasando esa densa lengua en algunos rastros de saliva de camino.

Era exquisita la manera en que lo follaba en arrastradas embestidas sobre él.

Lo apretaba contra la cama, profundo, suave, abrazándose a su cuerpo, moviéndose el de ojos marinos hacia adelante sutilmente cuando se enterraba.

Las piernas flexionadas del de aretes, se apegaban a su cadera en medio de ellas, envolviendo con sus brazos su nuca, apretando de vez cuando esa espalda dura.

Sus ojos carmesí lagrimosos veían nublado el techo del cuarto, su novio se acechaba encima de su cuerpo.

Sentía su abdomen rígido, tonificado, sobre el suyo.

— Precioso...~ — gruñó pasando su nariz detrás de su oreja.

La besó.

El día comenzaba en esa mañana amaneciendo. De unos besos a otros más, y más deseosos, terminaron en toques más placenteros para comenzar a coger de la manera tan apacible como ahora lo estaban haciendo.

Excitantemente blando.

— ¿T-Te sientes bien, verdad? — preguntó mirando sus ojos rojos llorosos.

— S-Sí... — besó sus labios cariñoso.

Sintió como su novio mayor besaba su nariz luego, con la misma calidez.

— E-Eso está bien... — tomó su mentón para conectar sus ojos coloridos.

— y-ya no duele... Mm~ — gimió algo alto por placer punzante de repente aumentando en su cuerpo — n-no te detengas...~

Suplicó dulcemente en su boca.

— n-no lo haré... — siguió ese delicioso vaivén.

La cama rechinaba tranquila, a la par de las idas, un sonido haciendo eco en la habitación testigo de esos dos.

Los rayos del sol se aparecían entre medio de la ventana cerrada, con su persiana baja aún.

No se habían levantado, se despertaron para expresarse ese amor entre ellos.

Aumentó el ritmo, algo más insistente, lo suficiente para sentir en ambos los cosquilleos avisando su clímax.

Sus respiraciones se hicieron pesadas percibiendo sus límites.

— Bésame...~ — ronroneó tomando sus mejillas en sus delicadas manos.

Giyuu sin dudarlo le hizo caso, llegando a su orgasmo juntos en medio de sus labios unidos. Se sintió satisfecho terminar dentro de su novio, aprisionándolo de esa manera tan dulce como ya podía darse cuenta.

Él es Tomioka Giyuu, mi amigo 》GiyuuTanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora