Capítulo 3

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Carlos.

Los días pasan y Silvia está casi todo el tiempo con Raquel y Dylan. Está mucho más pegada a Raquel y Raquel está muy pegada a ella. No deja que nadie se acerque y mucho menos que se la lleven a dormir fuera de casa. Emma solía llevársela a pasear pero ahora no la deja. Con decir que a mí tampoco deja que me la llevé a tomar helado. Se tomó unos días en la empresa solo para pasar el mayor tiempo con nuestros hijos. Reforzó la seguridad y también empezó a hacer averiguaciones acerca de Jorge, Sonia y los hijos de Matías.

Estoy desde la puerta que da hacia el jardín, Raquel está sentada en las piernas de Silvia mientras Ana se acerca a ella. Hablan y parecen discutir, luego Ana viene enojada hasta mi.
Ana- Se está saliendo de control. No me deja ni siquiera acercarme. Habla con ella.
No espera mi respuesta solo se va. Me acerco a Silvia y ella voltea a verme.
Silvia- Ya le dije que no y no harás cambiar mi opinión.
Carlos- estás yendo demasiado lejos Silvia.
Silvia- solo estoy cuidando a mi hija.
Carlos- también es mi hija. Raquel ve por tus cosas, te voy a dejar en casa de Ana.
Silvia- Carlos yo dije que no.
Raquel- Papito, yo me quiero quedar con mi mami. Hoy haremos galletas para merendar con Judith y Dylan.
Carlos- No prefieres ir con Ana y tu prima.
Raquel- No claro que no.
Silvia- ya la escuchaste.

Silvia me mostró la nota donde amenazaban a mi hija y por supuesto tome precauciones y estoy buscando a los culpables pero todavía no se mucho. También amo a mi hija y no quiero perderla pero Silvia está pasando todos los límites. Camino alejándome de ellas pero la voz de Silvia hace que me detenga.
Silvia- No vayas a faltar a la merienda, tenemos una sorpresa para ti.
Raquel- Si papito... Te encantara.
Volteo y sonrió mientras asiento. Voy a mi habitación y me encierro para terminar unos pendientes.
Al llegar la hora de la merienda Silvia entra a la habitación sin golpear.
Silvia- Te estamos esperando amor.
Carlos- Ya voy.
Silvia- No te enojes por favor.
Carlos- no estoy enojado, solo me preocupas.
Silvia- yo estoy bien.
Carlos- ¿Sabes que te amo?
Silvia- Últimamente no. No me besas, no me abrazas, no me haces el amor.
Carlos- No hemos tenido tiempo pero... Besos si te puedo dar.
Silvia- damelos.
Me acerco y la beso en los labios mientras mis manos atrapan su cintura haciendo que su cuerpo este muy cerca del mío.
Silvia- te amo amor.
Carlos- te amo Silvia.
Nos besamos lentamente olvidandonos de todo o al menos eso creí yo.
Silvia- bueno, no tardemos mucho. Raquel estará buscándome.
Carlos- Que te parece si hoy salimos a cenar.
Silvia- no. Mejor cenamos aquí.
Carlos- pero sería lindo ir a un lugar hermoso.
Silvia- lo pensamos luego ¿Si?
Carlos- ok.
Silvia toma mi mano y caminamos por el pasillo, luego bajamos las escaleras y vamos a el comedor donde ya nos esperan.
Raquel- siéntate papito.
Silvia- Verás la hermosa sorpresa que te preparamos.
Carlos- a ver.
Raquel- Pili... Puedes empezar a servir.
Pili es la mujer que nos ayuda en la casa, antes solía encargarse también se Raquel, solo por unas horitas, pero Silvia ya no la deja. Pili sirve galletas de estrellas y lunas para Judith y Dylan. Luego se acerca a mi y deja unas galletas con forma de corazón con glasé rojo y letras blancas. "Te amo" Está escrito con la letra de Silvia y con adornos en los bordes hechos por Raquel.
Raquel- Comela y dinos si te gusta. Sacamos la receta de un libro que era de mi abuelito.
Silvia- así es... Mi papá solía hacerme las cuando era niña.
Ambas sonríen, se parecen tanto, sus ojos brillan curiosos mientras llevo la galleta a mi boca y la desgusto. Hago un gesto de satisfacción.
Carlos- mmm... Está muy rico. Me encanta.
Dylan- Si mamá, está deliciosa.
Judith- me encantó. Es muy deliciosa.
Silvia- que bueno que les gustó. Ambas lo hicimos con mucho amor.
Carlos- gracias a las dos.
Raquel- entonces pronto haremos más. ¿Verdad mami?
Silvia- claro.
Terminamos de merendar, quiero ir con Raquel a revisar sus cuadernos cuando Silvia toma la mano de la niña y la aleja de mi.
Silvia- papi está ocupado. Mejor te ayudo yo y al terminar vemos una película.
Raquel- ¡Si!
Dejo pasar ese momento aunque me molesta mucho. No es la primera vez que sucede.

Al anochecer Raquel se queda dormida en los brazos de Silvia, ella me pide ayuda para que la lleve hasta la habitación de Dylan. Allí dormirán junto a su hermano y la novia. Le regaló a la niña un juguete que la deja abrazar para dormir, es un oso de peluche que tiene una alarma por si algo sucede. Por supuesto esa alarma va conectada a otro aparato que tiene Silvia.
Ella va detrás supervisando todo, nos quedamos hasta acomodarla bien y luego salimos hasta nuestra habitación, ella se quita su ropa y se coloca el pijama.
Carlos- Silvia, mañana llevaré a la niña por un helado al salir del colegio.
Silvia- No puedes porque yo iré por ella y tenemos clases de baile. Osea ella tiene clases y yo voy a verla.
Carlos- tú descansa y yo la llevo.
Silvia- no. No te molestes iré yo.
Carlos- pero quiero estar con mi hija.
Silvia- Lo puedes hacer.
Carlos- ¿Cuando?
Silvia- todo el tiempo.
Carlos- No la dejas sola ni para ir al baño. Estás todo el tiempo con ella, entiendo que quieras protegerla pero yo soy su padre.
Silvia- yo no digo lo contrario... Estás haciendo un drama sin necesidad alguna.
Ambos levantamos el tono de voz. Ella se acomoda en la cama y yo me siento a su lado.
Carlos- Quiero tomar un helado con ella.
Silvia- compra helado y lo traes aquí. De hecho podría ser el postre.
Carlos- mañana voy a salir con mi hija y tú te quedarás aquí.
Silvia- No. No te atrevas a llevártela... A Raquel no le pasará lo que le pasó a Dylan. Ambos van a estar conmigo. Tú ni nadie me los van a quitar.
Carlos- yo no te los quiero quitar.
Silvia- Entonces hazme caso.
Carlos- esto no está bien Silvia.
Silvia- tu no estás bien. No te vas a llevar a mis hijos.
Carlos- Yo no los quiero alejar de ti.
Silvia- Ya lo hiciste una vez... No lo harás otra vez.
Carlos- ¿Que?... Osea que crees que yo tengo que ver con esa nota.
Silvia- estabas metido en el secuestro de Dylan, tranquilamente podrías estar en esto.
Carlos- no lo puedo creer... Gracias por tu confianza y amor.
Digo con sarcasmo y ella me mira mientras se da cuenta que estuvo mal.
Camino hasta mi antigua habitación, cierro con llave y por más que escucho su voz no abro la puerta. Me dolió saber que desconfía de mi, no la culpo porqué si la lastimé mucho pero también sé que le demostré que cambie. Pero ella parece no saberlo.

Pasan horas hasta que por fin logro dormir, no desayuno ni almuerzo, solo duermo. Cuando decido salir encuentro una nota tirada en el piso, parece ser que la deslizaron por la puerta.

"Carlos perdóname. No te vamos a molestar porque nos vamos, no te preocupes que me llevo a algunos de seguridad y todo lo necesario. Adiós y espero que estés bien. Perdón."

Entonces me cambio rápidamente y busco en sus habitaciones pero no hay nadie. Busco en sus closet y falta ropa así que me desespero y pregunto a todos mis empleados pero nadie sabe dónde se fueron. Llamo a Emma pero su hermana me dice que se fue con Silvia a un viaje pero no sabe dónde. Llamo a Ana y Fiorella pero no saben nada.

Carlos- Silvia... ¿Dónde estás?

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