Capítulo 34

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Silvia se quita los zapatos y el vestido. Se queda en ropa interior y se acuesta en la cama quedándose dormida al instante.

Por otro lado Carlos va a ver a los niños habla con ellos y va a la habitación en busca de Silvia para castigarla. La puerta está con seguro pero el lleva otra para abrirla. Al abrir la puerta la cierra con seguro y camina hasta llegar a Silvia. El la ve y piensa que ella está jugando entonces habla.
Carlos- Silvia Mírame y repíteme todo lo que dijiste.
Ella no abre los ojos, no se mueve y sigue dormida profundamente.
Carlos- ¿Te acostaste con ella? ¿Cuando?... Yo sé que no es cierto y que solo quieres provocarme celos ¿Verdad?
Carlos no obtiene respuesta y se sube arriba de ella sin ser amable.
Carlos- No tienes que hacer nada... Yo lo hago todo.
Carlos la observa y acaricia sus piernas mientras besa su cuello y Silvia se remueve solo un poco como peleando consigo misma para despertar. Carlos besa en medio de sus senos y hace a un lado el sostén para atrapar su pezón y morderlo. Silvia se queja sin ánimos y lo empuja débil.
Carlos- Dime si quieres que me detenga.
Silvia no responde y Carlos pasa su dedo índice por todo su cuerpo. Silvia lanza un suspiro largo y se voltea dejando ver sus glúteos. Carlos le quita el broche del sostén y la vuelve a voltear para quitar el brasier y lanzarlo lejos.
Carlos- ¿En serio estás dormida? No me hagas pensar mal de ti.
El la besa y atrapa nuevamente su pezón mientras su mano viaja a la entrepierna de ella, sus dedos comienzan a moverse sobre la fina tela y ella se remueve aún más.
Silvia- mmm... No... No.
Se pone de costado y continua con los ojos cerrados. Carlos insiste porque aún piensa que está jugando. La voltea y la besa en los labios mientras su rodilla abre las piernas de ella.
Silvia- Déjame dormir... Por favor... Tengo sueño.
Dice totalmente cansada, Carlos se aleja y busca una sábana para cubrir su cuerpo. La ve dormida y sonríe ya que se ve tan tierna. Su cabello tiene broches y el lo quita para que esté más cómoda.
Carlos- Ay Silvia, discúlpame pensé que estabas jugando... En serio estás cansada, en la noche no te escaparás de el castigo que te tengo.
El se acerca y besa la frente de ella y ella sonríe aún dormida. Sale de la habitación y va con los niños.
Mateo- ¿y mamá?
Carlos- está dormida, está cansada.
Mateo- está triste por mi ¿Verdad?... Voy a verla.
Carlos lo detiene porque quiere que Silvia descanse. Además está desnuda y Mateo no puede verla así.
Carlos- Déjala descansar. No vayan a entrar a la habitación hasta que ella le dé la orden. ¿Ok?
Al unísono- ok.
Carlos juega con ellos y luego va a ver a Emma que también duerme. Se le hace raro que ambas estén dormidas pero supone que en la noche no pudieron dormir mucho. La deja descansar y va a el jardín. Piensa en Mateo, ya tiene que incorporarse a clases pero no sabe si estará a el nivel de su salón. Mateo dejo el colegio a los 10 y quizás no sabe muchas cosas. De todos modos ya tiene un maestro particular. Había decidido maestro porque Silvia estaba muy celosa de que se tratara de una maestra muy guapa. Sonríe cuando recuerda esa escena, no podía ser más hermosa cuando está celosa y con esa mirada que lo quiere matar.
Carlos- Que haría sin ti Silvia. Yo te amo.

Pasan las horas y llega el momento de cenar, cenarían temprano ya que querían poder descansar lo más posible. Ya mañana harían compras de uniforme y todo lo que Mateo necesita. Luego Silvia y Carlos tendrían una salida a solas. Sería algo de novios, un paseo, cine, helado y una gran conversación.
Carlos va a la habitación de Silvia y nuevamente cierra con seguro. Ella  se quitó la sábana y está de costado dándole la espalda. Aún está muy dormida.
Carlos- Amor... Despierta preciosa.
Ella no se mueve, parece no escucharlo. Entonces el se acerca y le da besos en la espalda pero ella aún sigue dormida.
Carlos- Come algo y luego vuelve a dormir. No voy a permitir que sigas sin comer.
Apoya su mano en el hombro de ella y la mueve lento. Silvia lo ignora.
Carlos- Emma despertó hace mucho y tu no... Silvia tienes que comer.
Dice perdiendo la paciencia porque es seguro que todo lo hace para no comer y seguir durmiendo.
Carlos- ¡Silvia!
Silvia- no quiero... Comer. Vete.
Dice sin abrir los ojos, Carlos la voltea con brusquedad y se sube arriba de ella mientras le quita las bragas rápidamente. Ella abre los ojos.
Silvia- Ah, ¿Qué haces?
Carlos- te despierto.
Silvia- Déjame.
Dice volteando y dejando ver sus glúteos. Cierra sus ojos esperando a que Carlos haga lo suyo. Sonríe sin que el la vea. El se quita el pantalón llevándose consigo el calzón. Se sube arriba de ella y se acomoda para penetrarla en esa posición.
Silvia- ¿Qué haces? Déjame Dormir.
Dice fingiendo estar entre dormida. Ella curva la espalda para que él pueda acomodarse mejor entonces Carlos la penetra y besa su espalda y cuello. La embiste duro y ella gime olvidando a los niños. Gime alto y cada embestida hace que sus manos aprieten más la almohada.
Carlos- ¿Estás despierta ya?
Silvia- Pues... Todavía tengo sueño y mucho.
Dice excitada y con dificultad. El exquisito placer se apodera de su cuerpo y esa posición hace que el orgasmo llegue rápido pero ella lo evita por él. Por su espalda recorre un calor intenso que termina en su entrepierna y gime aún más con cada embestida fuerte que Carlos hace. Luego él la toma de las caderas y hace que apoye sus rodillas y sus dedos van a estimular su clítoris.
Silvia- Ah, por Dios. Voy a acabar.
Carlos- No lo hagas aún.
Silvia- Oh, Carlos... Mmm.
El acelera sus movimientos con fuerza mientras ella agarra con fuerza las sábanas y gime fuerte.
Silvia- Ah, Dios... Dios.
Dice mientras siente sus piernas temblar y su cuerpo se sacude mientras sufre los espasmos del orgasmo. Carlos se mueve rápido y eso hace que Silvia no soporte pero aún así le gusta. Al pasar unos minutos el se vacía dentro de ella y gruñe mientras muerde su hombro.
Silvia- Ah Por Dios. Carlos... Te amo.
Carlos- Te amo Reina.
El se mueve nuevamente pero ella deja caer su cuerpo haciendo que el se aleje. Ambos se acuestan, ella aún boca abajo y el acaricia su espalda.
Carlos- Vamos a comer.
Silvia- pues fíjate que que me agostaste.
Carlos- comes y dormimos.
Silvia- ok, pero no tengo fuerzas.
Carlos- No aguantas nada mi amor.
Silvia- Ya no me molestes. ¿Me llevas?
Carlos- ¿A dónde?
Silvia- no sé... A comer.
Ambos sonríen y Carlos la viste primero con ropa interior y luego le coloca un vestido de pijama. Ella se pone de pie sin ganas y se coloca la bata. Carlos toma su mano y ella no quiere caminar.
Carlos- oye... Gritaste mucho.
Silvia- Ey, ¿Los niños?
Carlos- en la cocina, espero no te hayan escuchado.
Silvia- no, que pena... Pero es que se sintió tan rico por Dios, no me aguanté tenía que disfrutarlo.
Carlos- ¿Sentiste lo de hace horas atrás?
Silvia- algo, pero no del todo.
Carlos- me rechazaste. Que feo.
Silvia- estaba súper cansada. Pero gracias por dejarme descansar.
Carlos- Oye, te sentí muy...
Silvia- Basta... Ahora no me digas. Vamos a comer.
Carlos la toma de la cintura y caminan así hasta la cocina encontrándose con sus cuatro hijos y Judith. Todos los miran y ella baja la mirada apenada.

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