Capítulo 5

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Silvia.

Llegamos a nuestro hotel y los niños nos llenan de preguntas que no obtienen respuestas. Los mando a dormir ya que es demasiado tarde, y Carlos y yo nos vamos a dormir ya muy cansados.

Por la madrugada Carlos esta inquieto y logra golpear mi pómulo con su puño, lo cual me duele mucho y me levanto viendo directamente el reloj. Son las 4 am y yo solo logro sobarme mi mejilla y despierto a Carlos quien se exalta.

Carlos- ¿Que pasó?

Silvia- Tenias una pesadilla... ¿Verdad?

Carlos- si, juro que parecía tan real... Yo creo que estamos en peligro.

Silvia- lo sé.

Ella seguía con su mano en la mejilla y le dolía. También notó que se le estaba inflamando.

Carlos- Pero el peligro esta demasiado cerca y no lo estamos viendo... ¿Que te pasa, mi amor?

Silvia- Es que me golpeaste mientras tenias la pesadilla. Me duele mucho.

Carlos- A ver, dejame ver.

Ella quita la mano que cubre su mejilla izquierda y Carlos se preocupa mucho y corre por hielo. Al llegar con hielo busca una toalla, envuelve el hielo y se acerca a mi.

Silvia- tranquilo, mi amor... Cálmate.

Acerca el hielo a mi pómulo y duele más así que grito y lo hago en voz alta. Luego de segundos llegan mis hijos y la novia de Dylan muy asustados.

Dylan- Tú no fuiste, ¿Verdad?

Dice mirándolo muy de cerca, Carlos baja la mirada y antes de que Dylan golpee a su padre, me interpongo en medio de ambos. Me veo a mi misma enojada, mi hijo es mi vivo retrato.

Silvia- Cálmate hijo. Te juro, te prometo que fue sin querer.

Carlos- jamás golpearía a tu madre.

Dylan- ya lo hiciste, mírala... Tiene la mejilla inflamada.

Silvia- mi amor, escuchame, por favor.

Tomo de ambos brazos a mi hijo y hago que me mire. Dylan al principio no me mira, pero busco esa mirada.

Silvia- Tenia una pesadilla y me golpeó sin querer. Yo jamás permitiría que alguien me golpee por mas que lo ame mucho... Te lo prometo.

Dylan besa mi frente creyendo lo que le dije, de todos modos mira con recelo a Carlos.

Raquel- Mami... Emma fue al baño y jamás volvió.

Al escuchar eso corro a cada habitación, la llamó en voz alta y ella jamas respondió. Salgo por el pasillo del hotel y pregunto desesperada por Emma pero nadie la vió salir. Carlos le preguntó al de seguridad.

- Me pidió ayuda y los seguí... Le dí un golpe a aquel hombre pero habían más y se la llevaron.

Carlos- ¿Por qué nadie nos avisó?

Escucho  eso y corro a la calle. Hay policías, patrullas por toda la zona y lloro.

Silvia- Mi chiquita... ¿Donde estas?

Lloro mientras un oficial se acerca. Me golpeada y me hace varias preguntas que por supuesto él no cree y manda a arrestar a Carlos. Le pido a el oficial que lo deje libre pero no me hacen caso.

Silvia- No te preocupes, yo voy a sacarte.

Carlos- No, tu busca a Emma que yo llamo a Hugo.

Silvia- Dime de quien sospechas.

El carro se va con Carlos dentro y no logra saber de quien se trata. Lo primero que pienso es en dos personas, Jorge y Sonia. Reúno a los de seguridad y los regao pero entre ellos falta uno. Ezequiel, fue el infiltraron en su casa.

Silvia- búsquenla por todas partes, contraten más gente... Por el dinero no se preocupen. Solo encuentrenla.

Hablo con mis hijos y dejo a cargo a Dylan y salgo en mi coche con uno solo de mi seguridad, con el que más confío. Pasan largas horas donde busco y supe por la policía que no salio del país, mucho menos de Acapulco. Recibo un llamado, es la madre adoptiva de Emma, esta enojada y con mucho dolor, pero tiene noticias.

- Esta en el hospital, cerca de tu hotel.

Con mi mejilla roja y algo azulada rápidamente voy hasta el hospital. Allí pregunto por Emma y me llevan hasta su habitación.

Silvia- Mi amor, perdóname.

Veo golpes en su rostro, sus manos están lastimadas, sus rodillas también y tiene una herida de bala en su pecho, cerca de su hombro.

Silvia- No te cuidé mi amor. No me vayas a dejar.

Mis lagrimas  mojan mi rostro y toma la mano de Emma. La joven abre sus ojos, hermosos, lentamente.

Emma- Mami...

Me sorprende demasiado por como me llamó, Carlos y yo juramos jamás hablar de eso ¿Cómo lo sabia?

Silvia- No debí dejarte ir hija... Perdóname por fallarte mi amor. Perdóname por alejarte de mi. Tu lugar era conmigo, No me vayas a dejar mi amor.

Emma sonríe a medias y luego cierra sus ojos. Grito por un doctor y beso la mano de Emma.

Silvia- Tu eres mi hija... Si te pierdo me muero mi amor.

Una enfermera me saca de la habitación y ella llora aun más, recuerdo mi historia con Emma, recuerdo el porque la deje ir.

Silvia- Jamás debimos separarnos mi amor. Mi bebé... No debí darte en adopción y mentirte tanto sobre tu origen... Perdón.

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