Capítulo 35

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Los cinco cruzan sus brazos y la miran enarcando una ceja. Silvia baja la mirada y toma la mano de Carlos quien le hace señas de que no digan nada pero los jóvenes no le hacen caso.
Dylan- come mami.
Ellos están a punto de terminar, Silvia se sienta y mira el plato con asco, de todos modos lleva un bocado a la boca pero al escuchar a sus hijos lo deja nuevamente en el plato.
Dylan- ¿Te estaban torturando?
Emma- Cuántos gritos Dios mio.
Mateo- eso es lo que decía.
Carlos- niños, su mamá no se siente bien.
Emma- claro, por eso le diste... Atención.
Silvia seguía callada, luego hace un gesto serio y mira a todos, nota a Judith ajena a los demás.
Silvia- Ya no sigan, disculpen no debí hacer esto.
Emma- pero bien que lo disfrutaste.
Silvia- No pasará más, estoy cansada de escucharlos molestarme. Basta, en enserio.
Judith- Silvia, por mi no se preocupe, esa es su intimidad y la entiendo perfectamente.
Silvia- estoy muy apenada contigo. No puedo mirarte a los ojos corazón.
Judith- yo no pienso nada malo de usted, la respeto y tiene todo el derecho de disfrutar de su intimidad en el momento que sea y como quiera.
Silvia- gracias corazón, eres una linda.
Dylan- Tu lo dices porque no la escuchas todos los días.
Judith- No es el momento de bromear Dylan, tu mamá no está bien.
Emma- Todavía está...
Carlos- Emma no es momento de bromear.
Silvia se levanta dando un golpe en la mesa que hace que los jóvenes se espanten. Carlos había notado lo de hace algunos días, su gesto de desagrado al ver la comida, eso era lo que la ponía tan mal, no podía comer a gusto.
Silvia- disculpa Judith, no cenaré hoy.
Judith- ¿Estás bien?
Silvia- Si.
Ella se va mientras Carlos ve con enojo a sus hijos.
Carlos- Cuando les diga que no es momento de broma, quiero que me hagan caso.
Emma- perdón.
Dylan- te vamos a hacer caso.
Mateo- Papi, ¿notaste que mami no puede comer?
Raquel- No se le antoja nada y... Antes la escuché vomitar.
Carlos- no sabía lo de los vómitos... Pero note que le evita que le hablen de comida.
Emma- ¿Que le pasa a mamá?
Judith- Le duele no poder disfrutar de la comida, con solo verla se siente triste porque no puede pobrarla.
Dylan- ¿Por qué no me dijiste esto?
Judith- Te hablé y te dije que algo andaba mal con ella y no escuchaste.
Mateo- voy a ver si quiere comer.
Carlos- ok, pero no la obligues a comer todo.
Mateo agarra el plato de su mamá y va a la habitación. Abre la puerta y la encuentra acostada con los ojos cerrados y mueve sus piernas nerviosa.
Mateo- mami, ¿Me perdonas?
Ella se sienta y por fin puede ver los ojos de su hijo. Sonríe y agradece que deje lejos la comida. No soporta el olor.
Silvia- ¿Que tengo que perdonar?
Mateo- no quería mirarte así no recuerdas a Jorge.
Silvia- mi amor, eres mi hijo y no me importa si eres exactamente igual a ese hombre porque tu no eres el. Tu mirada no es la de el... Tu mirada es dulce y llena de amor.
Mateo- ¿Segura?
Mateo- mami, tenemos mucho dolor por sanar. Pero yo te amo y desde que tengo uso de razón sé que tu eres mi mamá. Yo solo se que mi familia está a tu lado.
Silvia- Me arrepiento tanto de no haber preguntado más por ti, debí insistir y obligar a Jorge para que pueda verte.
Mateo- Mami... El tiempo de...
Silvia- Dios es perfecto.
Mateo- exactamente. Esto tenía que pasar ahora.
Silvia- jamás olvides que eres mi hijo, yo soy tu madre y te amo. Sin ti no puedo vivir mi amor.
Mateo- lo bueno es que me diste un papá y hermanos.
Silvia- Está es tu familia.
Mateo- te amo mami. Te amo con todo mi corazón.
Silvia abraza a Mateo y besa su frente. El niño se separa de ella apenas y la mira arrugando las cejas.
Silvia- ¿Que pasó?
Mateo- Dime tu.
Silvia- llama a tu papá y vayan a dormir ¿Si?
Mateo- si.
Mateo corre en busca de Carlos. Carlos llega con prisa y ve a Silvia. Agarra el plato y se acerca para sentarse frente a ella.
Silvia- No, no puedo.
Carlos- solo inténtalo.
Silvia- ¿Y crees que no lo intente?
Carlos acerca un bocado a su boca y ella logra probarlo pero su estómago se revuelve y ella corre al baño privado. Carlos deja la comida en la cama y va con ella. La ve volviendo el estómago mientras su cuerpo tiembla. El la toma de la cintura mientras agarra de su cabello para que no le moleste.
Carlos- Tenemos que ir a un médico. Hace días estás así.
Silvia jala la cadena y se cerca a lavar sus dientes pero sus manos tiemblan mucho. Carlos toma el cepillo y coloca dentrifico.
Silvia- Tengo náuseas, luego si llego a probar la comida lo termino vomitando y tengo mareos y estos últimos días muchísimo sueño.
Carlos se coloca detrás de ella y la ayuda a cepillar sus dientes.
Carlos- mañana luego de comer iremos a el médico. ¿Ok?
Silvia- ujum.
Silvia se inclina para escupir cuando siente la masculinidad de su esposo y olvida lo demás. No quiere pensar en nada porque la asusta. Mueve su trasero para provocar a su marido.
Carlos- mi amor, no voy a hacer nada. Estás enfermita y yo solo quiero cuidarte.
Silvia- Yo quiero que me hagas el amor.
Carlos- Estás débil mi amor.
Silvia- Es porque no te gusto ¿Verdad?
Dice dando un paso para salir de allí pero Carlos la vuelve del brazo y ella lo mira seria. Carlos la carga en brazos y la lleva a la cama pero ella siente el olor de la comida muy fuerte.
Silvia- llévate eso. Es muy fuerte el olor.
Carlos se lo lleva y Silvia busca un perfume y lo huele antes de empezar esparcirlo por toda la habitación. Se acerca a la ventana para respirar el aire fresco. Carlos entra a la habitación y siente el aroma del perfume muy fuerte y la ve.
Carlos- Esto está muy mal... Me preocupa.
Silvia- Carlos tengo miedo.
Ella llora, llora recordando semanas atrás. Maria había hablado con ella en esos momentos donde estaban a solas y jamás quiso decirle la verdad por más que Silvia insistía.
Carlos- ¿Por qué?
Silvia- Yo... Estoy aterrada de que todo sea verdad y...
Carlos- ¿De que hablas?
Ella llora y camina de un lado a otro perdiendo el equilibrio. Carlos agarra de sus brazos y la abraza pero ella se aleja.
Silvia- Tengo todo los síntomas, esto me pasó con Emma y Dylan... ¿Y si estoy embarazada? Se que no estoy en edad pero... Puede ser.
Carlos- ¿Cómo? Es que...
Silvia- Me asusta pensar en que Jorge haya... Él me besaba y se acostaba conmigo cuando estaba en coma, María no me quiso decir todo. Descubrí que me tocaba y me besa cuando yo estaba fingiendo no haber despertado. En esos momentos no llego tan lejos pero... ¿Y si lo hizo antes?
Ella suelta un llanto de mucho dolor y miedo. Sus manos tiemblan y va a la cama para evitar caer.
Silvia- ¿Si Jorge abuso de mi y estoy embarazada de el?... Yo no quiero eso, yo me muero si eso pasa. No puedo con esto. Por favor ayúdame, dime qué no es verdad por favor.
Ella habla hipando y Carlos se preocupa porque eso puede ser verdad, no está seguro y no puede decirle que es mentira cuando el también duda. Carlos toma la mano de ella y Silvia la quita.
Silvia- Dime qué es mentira. Dímelo por favor.
Carlos- No puedo decirte eso...
Silvia- vete... Déjame sola. Yo no merezco tenerte conmigo. No puedo hacerte esto. Déjame sola.
Grita pero en lugar de salir Carlos la abraza fuerte mientras ella lucha para separarse de el. Carlos llora al escuchar el llanto de su esposa. Silvia va dejando de luchar y abraza fuerte a Carlos como diciendo que no la deje ir jamás.
Silvia- Perdóname... Perdón.
Carlos- Tu no tienes la culpa. Es ese maldito que no nos deja en paz.
Silvia- No quiero Carlos... No quiero.
Carlos- Mi amor, yo estoy contigo en lo que decidas, si tu no quieres así será. Pero antes debemos estar seguros. ¿Y si no es eso?
Silvia- ¿Entonces que puede ser?
Carlos- no sé.
Silvia- No lo quiero... Odio a Jorge, lo odio con todo mi corazón.
Carlos- Yo también.
Silvia sigue llorando hasta que se queda dormida. Carlos va a ver a los niños que ya duermen y regresa a la habitación y se duerme.

De madrugada Silvia abre sus ojos y se levanta lentamente sin hacer ruido. Se ve sin la bata y descalza busca una cajita de cigarrillos y se va a el jardín. Ve a seguridad que la observan y enciende el cigarrillo y guarda la caja entre sus senos. Da una pitada y segundos después suelta el humo. Esto está estresandola demasiado, no podía seguir pensado en esa posibilidad. Si se hacía real no lo soportaría y buscaría la manera para dejarse morir, eso pensaba y la asustaba ya que están sus hijos y no pensaba en ellos sino en su dolor. Da una pitada larga y siente los brazos de Carlos sobre su abdomen, recarga su mentón en el hombro de ella.
Carlos- ¿Desde cuándo fumas?
Silvia- solo cuando lo necesito. (Suelta el humo)
Carlos- Hace frío amor.
Silvia- No importa. Necesitaba esto, estar sola y pensar.
Vuelve a llevar el cigarrillo a su boca y aunque a Carlos le molesta el humo no dice nada respecto a eso.
Silvia- Te molesta ¿cierto?
Carlos- ¿Que cosa?
Silvia- el humo.
Carlos- puede ser... Pero no es algo que puedas dejar así como así.
Silvia- eso mismo, yo fumo desde que era adolescente.
Carlos- con más razón. No es como que me pidas dejar de mirar a las mujeres, eso no se puede hacer así de la nada.
Silvia se aleja de Carlos enojada y arroja la colilla del cigarrillo. Camina alejándose de él sintiendo el césped en sus pies descalzos. Tararea una canción sonriendo pensando en enojarse con el para tener el sexo que le negó, pero esa sonrisa se borra se detiene abruptamente mientras respira espantada. Luego corre a la salida empujando a Carlos.

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