Capítulo 29

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Emma

Pasaron dos semanas intensas donde mamá no nos deja solos por nada, y eso me hace feliz, pero me preocupa. Los niños los ven como amor, yo lo veo como otra cosa, como una obsesión, y lo entiendo porque recibimos amenazas de Jimena.
Aun no puedo entender cómo se les puede escapar a la policía y a todos los que trabajan para mamá y Carlos. Sé que Carlos tiene contactos con personas peligrosas y que ellos no la encuentren es muy extraño.
Observo los movimientos de mamá, no deja que nadie nos toque o nos hable más de 5 minutos si son desconocidos. Tiene una aplicación donde les dice dónde nos encontramos, nos rastrea desde un teléfono. Todas las noches nos observa cada dos horas para saber si seguimos aqui. Si seguimos vivos, porque sé que nos mira desde muy cerca para cerciorarse de que respiremos. 
Por otro lado ella y Carlos están muy unidos, hacen todos juntos. Se aman tanto que algún día quiero que alguien me ame como Carlos ama a mí mamá. No sé todo lo que vivieron pero todo queda borrado con cada gesto de amor. Carlos sabe lo que pasa por la cabeza de mi mamá, tiene miedo, pero hay algo más que eso y cada día es más fuerte. Esa mirada ya no es de temor, algunas veces se encuentra mirando la calle desde la ventana y su mirada es de tanto odio que me asusta lo que llegue a pasar con ella o lo que ella haga. Su mirada vuelve a ser dulce cuando uno de nosotros la abrazamos o la miramos mientras sonreímos. Amo ver como Carlos al verla así la abraza desde atrás y ella sonríe y voltea a verlo, en ese momento solo existen ellos en el mundo y sin palabras se dicen lo mucho que se aman. Mamá no podría vivir sin Carlos, y Carlos no podría vivir sin mamá.
Tengo pesadillas pero no sé lo quise decir a mamá, mí mente me dice que soy grande como para correr a la cama de mamá así que hago lo que antes me asustaba, ahora resulta que es un lugar seguro.

El clóset.

Ahora estoy dentro, estoy llorando y con una pequeña linterna. Cubro mí boca y mi mente vuelve a cuando tenía 4 años. Jimena metió al clóset porque se me salio decirle a la vecina que ella me empujó cuando caí de la escalera.
Ese día me castigo horrible, la vecina había llamado a la asistente social y ella fue a vernos. Yo actúe como si ella fuera la madre más buena del mundo. Lo peor llego cuando esa mujer se fue, solo estaba Jimena y yo. Ella me hizo sentar en la silla a la fuerza y busco una tijera. Mi cabello largo y hermoso me llegaba hasta la cintura y lo cuidaba porque pensaba que algún día mamá me haría trenzas y peinados hermosos con moños. Ella sabía que amaba mí cabello y lo corto de la manera más horrible y luego me golpeó con el cinturón. No escucho más que mí llanto y la risa de malvada de ella. Trato de llorar más bajo porque ella amenaza con abrir la puerta y golpearme más.

Escucho sus pasos, me llama y camina de un lado a otro. Se escucha como cae algo y luego se acerca al clóset. Lo agarro con ambas manos para que no lo abra. Me va a golpear.
Emma- ¿Por qué no me amas mamita?
Digo bajito. Entonces ella con fuerza abre la puerta ye abrazo a mi misma para no verla. Me da miedo.

Silvia.

No ver a mi hija me asustó tanto, la busque por toda la habitación hasta que escuche algo en el clóset. Trato de abrirlo pero no puedo hasta que lo hago con fuerzas. Mis lágrimas caen al verla abrazada a ella misma, escondiendo su rostro entre sus rodillas y con una pequeña linterna.
Ella llora más sin mirarme, entonces veo a su costado y allí hay algo. Es un papel doblado y muy viejo, es una foto mía.
Emma- ven por mi.
Dice bajito y lloro aún más, no se que demonios le hizo esa mujer a mí hija pero me las va a pagar esta y todas las que me hizo.
Silvia- mi amor... Vine por ti hija.
Ella llora aún más y no me mira. Poso una mano es su hombro y ella se asusta más.
Silvia- shh chiquita, mírame mi amor. Ven... Ven conmigo.
De a poco levanta la mirada, su cabello rubio cubre su rostro pero veo sus ojos azules mirándome con temor y luego con dolor. Se levanta y me abraza.
Emma- mamita eres tu. Eres tu mami.
Silvia- Soy tu mamá mi amor... Vine por ti.
Emma- no me dejes más. No me dejes con esa mujer. No me abandones.
Eso me parte el corazón y la abrazo fuerte y la llevo hasta la cama para sentarnos.
Silvia- ¿Que pasa mi amor?
Emma- ella me cortó mí cabello y me golpeó y me encerró en el clóset. Se reía de mi porque yo lloraba del miedo. Ella es mala... Me golpea, no me dá de comer y hace que mienta... Me da miedo y ya se que no es mi mamá, por eso no me quiere. Me trata mal y ya no la soporto más.
Su llanto es desgarrador, está en medio de una crisis, como si acabará de pasar eso que tanto la lastimó. Ahora se un poco de lo que Jimena le hizo a mí hija, le cortó su cabello y lo peor de todo es que la golpeaba.
Emma- me da miedo la oscuridad... Pero tengo una lamparita. Yo sabía que vendrías por mi mami.
Tomo las mejillas de mi hija y hago que me mire. Ella me mira y de a poco cae en la realidad.
Silvia- Te amo con todo mi corazón. Perdóname por favor. Perdón hija.
Emma- Ella fue mala, cruel, me hizo cosas horribles.
Silvia- Ya no te va a lastimar más. Yo te voy a cuidar, nadie te va a lastimar nunca más.
Emma- ella es una mala persona.
Silvia- yo puedo ser peor, ella ya no nos hará más daño. Ya no.
Emma- Yo quiero que desaparezca de nuestras vidas.
Silvia- ¿Eso piensas?
Emma- solo así seremos felices. Ella tiene que ir a la cárcel.
Silvia- eso no es suficiente. Yo me voy a encargar de hacer su vida miserable y que desaparezca para siempre.

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