Kara D. es una de las corresponsales de guerra más intrépidas y con mayor prestigio, su pasión por contar historias y ser la portavoz de aquellos desafortunados la llevará a recorrer lugares peligrosos, su prosa y detalles al momento de transmitir l...
Obs.: Bueno, aqui el epilogo! final de todo, quiero decirles que fue un verdadero placer escribir esta historia para ustedes...esto no es un hasta adios a esta historia, que en lo perosnal tiene un lugar especial en mi corazón ya que fue la segunda historia que lance despues de Roma, por ello, quiero decirles que habra una sorpresa...este atentos a mi aviso.
◼️◼️🔷🔷◼️🔷🔷🔷◼️🔷🔷◼️◼️
Pov. Kara
Dicen que llegar a un estado de resiliencia es un viaje tan largo que no todos están dispuestos a embarcarse, por suerte yo decidí hacerlo y no puedo estar más orgullosa de mi por haberme atrevido a hacerlo, ya que ahora me encuentro en un momento de mi vida que no podría estar más feliz.
Ahora sé que todos tienen su propio destino, pero no todos deciden escucharlo y seguirlo, por suerte y después de ignorarlo por mucho tiempo, él mismo me dio una segunda oportunidad y finalmente decido seguirlo.
— Cariño, ¿ya tienes todo empacado? —llegando a la habitación y casi descubriendo mi regalo especial—
— Si. —guardando a toda prisa la cajita en mi bolso de mano—
— Bien, porque salimos en una hora y tenemos que estar en el hangar en media hora. —se veía algo tensa, nerviosa diría yo—
— Todo listo cariño, pareces nerviosa, ¿Todo bien? Porque si por el viaje, dejame decirte que llegaremos a tiempo a Dublín y a la celebración del aniversario de tus padres. —buscando saber la causa para poder ayudarla, no me gustaba verla así—
— ¿Qué? ¿Yo, nerviosa? Para nada, es imaginación tuya vida, sabes como soy con los tiempos, soy maníaca del control y quiero todo a tiempo, nada más, disculpa, no fue mi intención darte esa impresión. —era tan dulce y tierna cuando intentaba esconder lo evidente, que solo me provocó ir por ella y besarla para luego abrazarla—
— Tranquila, no debes pedir perdón por nada, te amo exactamente como eres. —tratando de reconfortarla—
— Eres perfecta para mí. —aceptando la muestra de afecto—
— Y tu para mi. —nos dimos otro beso, era momento—
Una vez listas dejamos el penthouse y nos dirigimos al hangar, donde Sam, Alex y Rubs nos esperaban.
— ¿Lo tienes? —susurrandome al oido—
— Si, casi lo descubrí, pero fui más rápida, me llegó ayer, es precioso, ¿quieres verlo? —estaba ansiosa por mostrarle a alguien para que me diera su opinión y quien mejor que mi hermana—
— ¿Aquí? —esta demente?!—
— ¡No! —alzando la voz por inconsciencia, logrando atención no deseada—
LEN: Está todo bien? —tanto mi novia como mi cuñada quien tenía a mi sobrina en brazos se acercaron a donde mi imprudente hermana y yo estábamos sentadas—
— Si cariño, solo le decía a mi hermana que jamás llevaría una remera del real madrid, eso sería alta traición para mi sangre roja...Sara vendría a patearme el trasero desde Londres, si sabe que cometí tal sacrilegio. —tratando de safar del apuro con lo primero que se me vino a la mente—
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
