James y Steve regresaron a su hogar, la penumbra del lugar reflejaba la oscuridad que había nublado la noche de James.
Steve, con una mezcla de preocupación y paciencia, esperó a que James recobrara cierta lucidez.–Cuéntame,qué pasó?- preguntó Steve, sus ojos mostraban la inquietud al ver a su amigo en tal estado. Pues James no era el tipo de persona que bebía alcohol sin razón alguna.
James, luchando contra las palabras entrecortadas, intentó relatar todo lo que había ocurrido y la confusión que sentía. Steve escuchó atentamente, asintiendo de vez en cuando
–Creí que todo iba bien, Steve. Pero de repente, mi mundo se arruinó - murmuró James, mirando al vacío como si buscara respuestas en el aire.
Steve puso una mano reconfortante en el hombro de James.
–Vamos a resolver esto, amigo. Necesitas descansar ahora, mañana será otro día.Después de su charla Steve ayudo a James llevándolo a su habitación. Después de unos minutos James se quedó profundamente dormido pues había sido un día muy agotador.
Gina.
Gina se encontraba en la habitación del hospital, aún procesando lo que había sucedido la noche anterior. Ali, preocupada por su amiga, estaba a su lado, ofreciéndole apoyo silencioso.
Mientras Gina se preparaba para ducharse, Ali notó el celular sobre la mesa.
–¿Puedo usar tu celular para hacer una llamada rápida?- preguntó Ali, extendiendo la mano hacia el dispositivo.
Gina asintió–Sí, claro, tómalo.
Ali agarró el celular y, mientras lo desbloqueaba, se topó con las fotos de James y Sharon en el bar.
Su expresión cambió instantáneamente, mostrando sorpresa y preocupación.Gina notó la expresión de Ali
–¿Qué pasa Ali ?Ali nerviosa , intento borrar las fotos rápidamente antes de Gina las viera , pues ella no quería que su amiga sufriera más.
–No pasá nada Gina, creí que había marcado a otro número - dijo nerviosa, no le gustaba mentirle a su amiga
Gina dudando, decidió no tomarle tanta atención así que se metió a la ducha , ya que era lo único que la relajaba estando aún en el hospital.
Después de un rato Gina y Ali esperaban ansiosas la llegada del doctor , quien decidiría si Gina estaba lo suficientemente recuperada como para ir a casa.
Finalmente, la puerta se abrió, y el doctor entró con su bata blanca y una expresión seria.
El doctor revisó la ficha médica de Gina y sonrió levemente.
–Buenas noticias, Gina. Tu recuperación ha sido sorprendentemente rápida. Parece que podrás ir a casa hoy. Sin embargo, asegúrate de seguir las indicaciones y tomar los medicamentos según lo prescrito.
Gina agradeció al doctor con una sonrisa, aliviada de poder dejar el hospital. Ali, al notar la tensión en la expresión de Gina, le dio un suave apretón de hombros.
–Estarás mejor en casa.
Gina asintió con una falsa sonrisa.
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Una Simple Casualidad
RandomEl viaje de la vida está lleno de sorpresas, giros inesperados y sobre todo, de simples casualidades.