Cap 41

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Gina decidió volver ya que no se sentía muy bien.

Busco a James pero no lo encontraba y comenzó a desesperarse, ya que sentía que varias personas presentes en el salón la miraban lo que hacía que el corazón de Gina latiera más rápido.

Se abrió camino entre los invitados, cada paso sintiéndose más pesado que el anterior. La visión se le nublaba y la habitación parecía girar. Finalmente, alcanzó el jardín exterior, donde el aire fresco la golpeó, pero no la alivió.

Se apoyó contra la pared, tratando de recuperar el aliento mientras sentía una oleada de ansiedad apoderarse de ella. Su pecho se sentía apretado y su corazón latía rápidamente, su cuerpo temblando ligeramente mientras el pánico la dominaba.

–No, otra vez no - dijo mientras intentaba calmar aquel nudo que tenía el la garganta.

Por mucho tiempo intento ocultar esa parte de ella, pero al notar que su pasado seguía presente en su vida no pudo controlar sus emociones que había intentado guardar por mucho tiempo.

Lo que parecía una linda noche, se convirtió en un tormento y todo conectaba con Matteo.

En el fondo el tema de Matteo aún le afectaba más de lo que ella quería, tal vez porque sus sentimientos hacia él nunca desaparecieron. Y solo disfrazó esos sentimientos en un odio que realmente no sentía, ya que el amor por el nunca se fue.

Ella aún amaba esa parte de él, la parte linda que él le mostró solo a ella. Aunque después demostró lo contrario por razones equivocadas.

El primer chico, nunca se olvida.........

....

Después de unos minutos James comenzó a buscar a Gina con la mirada

Miró a su alrededor, buscándola, pero no había rastro de ella. Su corazón comenzó a latir con preocupación mientras miraba entre la multitud, sus ojos escaneando frenéticamente las caras a su alrededor. Cada segundo que pasaba solo aumentaba su ansiedad, su mente imaginando los peores escenarios. Se abrió paso entre la multitud, llamando su nombre, esperando contra toda esperanza escuchar su voz en respuesta. El ruido de la multitud parecía hacerse más fuerte, ahogando sus llamados desesperados. Justo cuando sentía que la desesperación lo envolvía, vislumbró una silueta familiar en la esquina del jardín.

Al estar más cerca pudo ver a Gina la cuál trataba de respirar mientras envolvía con sus manos su pequeña pancita de embarazo con lágrimas corriendo sobre sus mejillas.

– Gina Cariño, ¿qué te pasa?

Preguntó, su voz suave y preocupada mientras colocaba sus manos en sus hombros.

–No pue... Pued....— dijo Gina mientras negaba la cabeza al no poder hablar.

–Hey, shhh... está bien. Respira hondo, cariño.

Dijo suavemente, sus manos moviéndose para sostener su rostro, sus pulgares limpiando suavemente las lágrimas que caían por sus mejillas.

James podía sentir que ella evitaba su mirada, con los ojos bajos y el cuerpo todavía temblando ligeramente. Con suavidad, movió su mano para levantarle la barbilla, tratando de que lo mirara.

–Cariño, mírame. Por favor, mírame.

Gina nego lentamente.

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