Cap 10

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Gina había tenido una conversación tensa con su padre sobre su relación con James, y aunque la charla había terminado en un acuerdo frágil, había dejado una huella en Gina. Cuando volvió con James después de la charla con su padre , él notó de inmediato la expresión preocupada en su rostro.

-¿Gina, estás bien?- preguntó James mientras la abrazaba con ternura.

Gina se apoyó en su hombro y suspiró.
-Sí, James, estoy bien. Solo que... después de hablar con mi padre, no puedo evitar sentirme un poco abrumada.

James la miró con preocupación.
-¿Qué pasó en la conversación, Gina?

Ella se mordió el labio, tratando de encontrar las palabras.
-Mi padre no está contento con que estemos juntos. Le preocupa cómo afectará su imagen en el mundo de los negocios. Me pidió que reconsiderara lo que está pasa entre nosotros.

James asintió con comprensión.
-Entiendo por qué estarías preocupada por eso, pero, Gina, no quiero que te sientas atrapada entre tu familia y lo que está surgiendo entre nosotros. Esto debería ser una decisión que tomemos juntos.

Gina asintió, agradecida por su apoyo.
-Sé que tu opinión importa, James. Y quiero estar contigo. Pero la presión de mi familia es intensa, y no sé cómo equilibrar todo esto.

James la miró con cariño.
-No tienes que hacerlo sola, Gina. Estamos en esto juntos, y encontraremos una manera de manejarlo. Pero lo más importante es que sigas siendo tú misma y que no te sientas atrapada por las expectativas de los demás.

Gina le sonrió, agradecida por sus palabras reconfortantes.
-Tienes razón, James. No quiero perderme a mí misma en este proceso. Gracias por estar a mi lado.

James la besó suavemente en la frente. -Siempre estaré aquí para ti, sin importar lo que enfrentemos. Prometo que juntos superaremos esto.

Después de un rato Gina se dirigió junto a su madre, y James junto a Steve.

James se encontraba charlando con Steve a cerca de los mejores autos del momento hasta que se vieron interrumpidos por el pequeño espectáculo de fuego artificiales.

James y Steve salieron del salón.

Encontrándose con las primeras explosiones de colores que llenaron la noche. Los fuegos artificiales iluminaron el cielo estrellado con destellos de color rojo, azul y verde, creando un espectáculo de luz y sonido impresionante.

James y Steve miraban maravillados el cielo, compartiendo momentos de asombro y admiración. Los estallidos de luz se reflejaban en sus ojos, y una sonrisa se dibujaba en sus rostros.

-Esto es increíble -comentó James, con los ojos fijos en el cielo.

Steve asintió con entusiasmo.
-Sí, no puedo recordar la última vez que vi fuegos artificiales tan impresionantes.

A medida que el espectáculo continuaba, compartieron risas y emociones, señalando sus fuegos artificiales favoritos y disfrutando de la magia de la noche.

-Estoy contento de que hayas venido, Steve. Esta noche es tan especial para mí.

Steve asintió, agradecido por la invitación. -Yo también, James. A veces, es bueno tomarse un tiempo para disfrutar de las cosas simples y recordar la importancia de la amistad.

Cuando el último fuego artificial iluminó el cielo con un resplandor dorado, James y Steve chocaron sus copas para brindar por sus nuevos negocios.

Y con eso dieron Fin al evento.

Gina no pudo despedirse de James puesto que lo perdió de vista entre tantas personas, así que decidió marcharse junto Ali .

A la mañana siguiente

Gina y Ali se reunieron en su cafetería favorita, pequeña y acogedora con un ambiente relajante. Mientras disfrutaban de sus cafés, Gina comenzó a hablar sobre la fiesta de la noche anterior.

-Ali, tienes que escuchar todo lo que sucedió en la fiesta de anoche ,Fue una locura-exclamó Gina, sus ojos brillando de emoción.

Ali asintió, intrigada.
-¡Cuéntame todo! ¿Qué pasó?

Gina comenzó a relatar la historia, describiendo los momentos de baile con James, la conversación que tuvo con sus padres y el dilema en el que se encontraba. Ali escuchaba atentamente, asintiendo y haciendo preguntasa lo largo de la historia.

Después de escuchar la historia de Gina, Ali sonrió .
-Vaya, Gina, suena como una noche llena de emociones y decisiones complicadas. Pero en el lado positivo, es bueno que hayas tenido tiempo para hablar con tus padres.

Gina asintió, agradecida por el apoyo de su amiga.
Sí, definitivamente me ayudó a aclarar mis pensamientos.

Luego, Ali decidió compartir su propia experiencia de la fiesta.
-También tuve una noche interesante, Gina. Conocí a Cris. Era amigable, divertido y teníamos mucho en común. Pasamos un buen rato charlando y riendo juntos.

Gina se entusiasmó.
-Eso suena genial, Ali ¿Cris te gustó?

Ali asintió, con una sonrisa juguetona.
-Sí, la pasé muy bien con él. No sé a dónde llevará esto, pero fue una noche divertida.

Gina rió.
-Parece que ambas tuvimos noches inesperadas. Espero que las cosas sigan yendo bien con Cris.

La conversación fluía fácilmente entre las dos amigas, compartiendo risas y pensamientos. Sin embargo, Ali miró su reloj con preocupación.

-Gina, lo siento, pero tengo que irme- anunció Ali con una sonrisa apenada. -Tengo una entrevista de trabajo y no quiero llegar tarde.

Gina asintió comprensiva.
-Buena suerte, Ali. Estoy segura de que te irá genial. Nos vemos pronto.

Ali se despidió de Gina y se apresuró a salir de la cafetería, dejando a Gina sola en su mesa. Gina se quedó con su café, perdida en sus pensamientos por un momento.

En ese momento, Matteo, el chico del que estaba enamorada, entró en la cafetería. Sus miradas se cruzaron, y Matteo se acercó con una sonrisa cautivadora.

-Gina! Qué sorpresa verte aquí , dijo Matteo mientras tomaba asiento frente a ella.

Gina se sintió nerviosa, pero decidió ser amable.
-Hola, Matteo. ¿Qué te trae por aquí?

Matteo jugueteó con una servilleta mientras respondía.
-Solo estaba pasando por la zona y pensé que sería un buen momento para hablar.

Gina asintió, curiosa por saber qué quería decirle con exactitud Matteo.
-Está bien, adelante.

Matteo parecía buscar las palabras adecuadas.
-Gina, he estado pensando mucho en nosotros y en cómo terminó nuestra última conversación. Quiero que sepas que no quería lastimarte ni hacerte sentir insegura. Era un niño bastante imbécil que no se preocupo por lo que en verdad era importante. Me importas mucho.

Gina lo miró, sus emociones mezcladas.
-Lo aprecio, Matteo. Pero lo que pasó me afectó, y no puedo evitar sentirme herida.

Matteo asintió con pesar.
-Entiendo, Gina. Lo siento sinceramente. No quería que termináramos así.

Gina reflexionó por un momento antes de hablar.
-Lo que pasó no se puede cambiar, Matteo. Pero debemos ser honestos el uno con el otro y entender si hay un camino a seguir o si debemos seguir adelante.

Matteo asintió, aceptando la sinceridad de Gina.
-Tienes razón, Gina. Quiero encontrar una forma de seguir adelante, sea cual sea el camino.

La conversación entre Gina y Matteo continuó en un tono más tranquilo y reflexivo, mientras ambos intentaban abordar los desafíos que habían surgido en su relación.

Pero por fin entendiendo que sus sentimientos ya pertenecían a alguien más.


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