Gina, envuelta en la calidez del abrazo de Ali, se permitió sentir el consuelo momentáneo que su amiga le brindaba. A pesar de la decepción, la resiliencia comenzó a aflorar en ella.
Decidida a no dejarse vencer por la tristeza, Gina se separó de Ali, limpió sus lágrimas y le agradeció con una sonrisa débil.
–Gracias por estar aquí, Ali. Necesito un tiempo para procesar todo esto, dijo, buscando un poco de espacio para reflexionar.Caminó hacia la ventana, observando la ciudad que parecía reflejar su estado de ánimo. El teléfono vibró, y al revisarlo, vio un mensaje de su padre, Tony, preocupado por la discusión.
–Lo siento, papá, murmuró para sí misma.La noche se extendía ante Gina, llena de incertidumbre. Sabía que tomar decisiones apresuradas no sería la solución.
A la mañana siguiente Gina observó a su madre desde la ventana y decidió ir con ella para contarle a cerca de la decisión que había tomado.
Gina se sentó con su madre, compartiendo las palabras que pesaban en su corazón.
–Mamá, sé que esta decisión es difícil para todos, pero necesito hacerlo. No puedo seguir evitando lo que realmente siento y lo que quiero en mi vida.
La madre de Gina la miró con ojos llenos de comprensión y tristeza. Acarició suavemente el rostro de su hija y suspiró.
–Lo sé, cariño. Siempre serás mi niña, pero también entiendo que has crecido. Haz lo que sientas que es lo correcto para ti.Gina asintió, agradecida por la comprensión de su madre. A pesar del dolor que ambas sentían, sabían que la vida a veces requería tomar caminos difíciles.
–Mas tarde iré a recoger mis cosas de la empresa
–Esta bien cariño
Gina se dirigió a la empresa en busca de sus pertenencias, intento pasar desapercibida ante James.
Gina se encontraba frente a su escritorio, contemplando la montaña de recuerdos que hacían ante ella. Cada documento, cada objeto, llevaba consigo una historia de esfuerzo, logros y, ahora, despedidas. Con manos temblorosas, comenzó a embalar sus pertenencias, desenterrando recuerdos de momentos compartidos con James , risas en momentos de estrés y el susurro de negocios que habían resonado en esas paredes.
Entre los objetos, encontró una pequeña nota que James le había dejado en su primer día. Estoy seguro de que haremos cosas asombrosas aquí juntos. La sonrisa que se formó en su rostro se mezcló con la tristeza del adiós inminente.
Guardó con cuidado un trozo de papel que representaba más que simples palabras escritas. Cada objeto llevaba consigo la esencia de una etapa que llegaba a su fin. Cerró la caja con una mezcla de gratitud y nostalgia.
Los objetos personales le contaban a Gina una historia de crecimiento, desafíos superados y la complicidad compartida con sus colegas. En esos momentos de empaque, sus ojos brillaban con lágrimas contenidas, pero también con la determinación de enfrentar el futuro.
Mientras guardaba la última caja, cerró los ojos por un momento, dejando que el eco de las experiencias vividas resonara en su mente. Con un suspiro, tomó las cajas y se dirigió hacia la puerta, llevando consigo sus pertenencias. Con ayuda de algunos trabajadores de la empresa llevo sus pertenencias a su auto.
James
Después de la confrontación con Gina, James sintió un remolino de emociones. Decidido a arreglar las cosas, se encaminó hacia el lugar donde sabía que ella podría estar, la empresa. Sin embargo, lo que James no sabía era que Gina ya estaba considerando dejar atrás ese capítulo de su vida.
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Una Simple Casualidad
RandomEl viaje de la vida está lleno de sorpresas, giros inesperados y sobre todo, de simples casualidades.