Cap 30

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James

Sin más tiempo para hablar, James cuelga el teléfono y se levanta del lugar donde estaba sentado de inmediato. Va a vestirse rápidamente, poniéndose su camisa favorita y su chaleco. Una vez que está completamente vestido y con el equipo adecuado, sale de su habitación y comienza su viaje hacia donde esta Gina. Él sabe que le llevará un tiempo, pero cuando finalmente llegue allí, se sentirá mejor al estar junto a Gina.

Después de varias horas, finalmente James estaba afuera de la casa de Gina.

James estaba nervioso mientras se acercaba a la puerta con su llave en mano. Sabía que Gina estaba sola en casa y no debería haber problemas para entrar, pero la situación con Matteo lo tenía en alerta máxima.

Mientras James intentaba abrir la puerta, Gina, aún alterada por la visita de Matteo, escuchó el ruido y se sobresaltó. Su corazón latía con fuerza cuando imaginó lo peor. Sin pensarlo dos veces, corrió a la cocina y agarró un sartén de cocina, preparada para enfrentar cualquier amenaza que pudiera entrar por la puerta.

James finalmente logró abrir la puerta, pero antes de que pudiera decir una palabra, se encontró con Gina parada frente a él, sosteniendo un sartén en alto. La expresión de terror en su rostro dejó a James sin aliento por un momento, pero rápidamente entendió la situación.

-¡Gina, soy yo! -exclamó James, levantando las manos en señal de paz-. Soy yo

Gina lo miró con sorpresa y alivio al reconocerlo, bajando lentamente el sartén. Su corazón aún latía con fuerza por la adrenalina, pero al ver a James allí, su miedo desapareció.

-Lo siento, mi amor. Estaba asustada. Pensé que... -sus palabras se trabaron mientras luchaba por contener las lágrimas.

James entendió de inmediato lo que estaba pasando y la abrazó con ternura, sintiendo su corazón latir en sintonía con el de ella.

-Está bien, cariño. Estoy aquí ahora. Todo va a estar bien -susurró James, acariciando suavemente su cabello mientras la abrazaba con fuerza.

Después del abrazo, James se apartó un poco para mirarla a los ojos. Había un brillo de preocupación y cariño en su mirada mientras sostenía su rostro entre sus manos.

-Estoy aquí para ti. Siempre. No tienes que enfrentar nada sola -dijo James con voz suave y reconfortante.

Gina se sintió reconfortada por sus palabras y por la seguridad en su voz. Entonces, sin decir una palabra, James inclinó la cabeza y le dio un suave beso en los labios. Fue un gesto tierno, lleno de amor y preocupación.

Gina lo miró a los ojos con amor, sintiendo la conexión entre ellos más fuerte que nunca.

- No te alejes nunca más

-No lo haré, lo prometo. No volveré a alejarme, no puedo volver a hacerlo. Te extrañe demasiado.

Gina lo abrazo recostandose en su pecho, dejando escapar un suspiro pesado mientras las lágrimas empezaban a rodar por sus mejillas. La tensión y el estrés finalmente la alcanzaron, y no pudo contener más sus emociones.

James acarició suavemente su cabello mientras la sostiene, brindándole el apoyo que tanto necesitaba en ese momento.Mientras acariciaba suavemente su cabello castaño con la otra mano, comenzó a jugar con los mechones entre sus dedos, sintiendo la suavidad y el aroma familiar de su pelo.

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