Cap 22

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Ya habían pasado 6 meses , y Gina se habia adaptado perfectamente a Italia , su nuevo hogar.

Sentía que todo iba mejorando pero en el fondo siempre iba a tener ese vacío en el corazón.

Intento dejar ese sentimiento atrás, sabiendo que nunca podría por más que lo intentará.

Cada día recibía mensajes de sus padres orgullosos de todo lo que había logrado en el aspecto laboral y preguntando en como se encontraba.A lo que respondia que se encontraba bien

.......

Una mañana soleada en Italia, Gina decidió tomarse un día libre. Caminó por las encantadoras calles adoquinadas, descubriendo pequeñas cafeterías y tiendas locales. El aroma del espresso flotaba en el aire mientras se sumergía en la atmósfera animada de la ciudad.

Durante su paseo, Gina se encontró con un parque tranquilo y decidio sentarse en un banco a disfrutar del paisaje.

De repente, su teléfono vibró con un mensaje de Matteo. Sus palabras eran amigables y llenas de buenos deseos, pero Gina no pudo evitar sentir una mezcla de emociones al recibirlo. Guardó el teléfono en su bolso para responder más tarde

Decidió volver a su hogar, en dónde esperaría a Alessia para pasar algún momento amigable a su lado. Mientras organizaba algunas cosas en su apartamento, el teléfono sonó, y era un mensaje de Alessia.

–¡Hola! ¿Qué te parecería salir esta noche? Hay una fiesta increíble que no querrás perderte. Te prometo que será divertido y una excelente oportunidad para relajarnos un poco. ¿Qué dices?

Gina sonrió al leer el mensaje y respondió
–¡Claro! Nos vemos en unos minutos. Empezó a arreglarse, eligiendo cuidadosamente su atuendo para la ocasión.

Gina y Alessia se dirigieron a la fiesta con entusiasmo, sumergiéndose en la vibrante vida nocturna de Italia. La música resonaba en el aire, y las luces de la ciudad creaban un ambiente festivo.

En la fiesta, Gina y Alessia se mezclaron entre la multitud, riendo y disfrutando de la compañía de nuevos amigos. Gina se dejó llevar por la música.

Alessia le presentó a algunos conocidos, ampliando el círculo social de Gina en su nueva ciudad. Conectó con cada uno de ellos pues ella era una chica encantadora.

Mientras ella iba a pedir algunos tragos a la barra, un joven italiano se acercó a Gina con una sonrisa encantadora.

–Ciao bella- le dijo, extendiendo la mano para saludarla. –¿Eres nueva por aquí?

Gina, intrigada por la situación, le respondió con una sonrisa.
La conversación fluyó entre risas y charlas ligeras mientras disfrutaban de la música y el ambiente. Alessia, notando la interacción, le guiñó un ojo a Gina, alentándola a dejarse llevar por el momento.

Las risas y la música llenaban el lugar, Gina se permitió vivir el momento, dejando de lado por un instante los recuerdos que la atormentaban.

Mientras Gina bailaba con el italiano, la música y las luces creaban un ambiente mágico. En un instante, mientras giraba con gracia, la imagen del italiano se difuminó en su mente, y por un breve momento, vio la figura de James. Un destello de nostalgia y melancolía cruzó por sus ojos, pero rápidamente volvió a concentrarse en la danza, tratando de alejar esos recuerdos.

Gina, envuelta en un mar de emociones, decidió retirarse de la fiesta sin decirle a Alessia. La imagen fugaz de James en su mente la hizo darse cuenta de que lo extrañaba, anhelando que él estuviera a su lado. Sintiéndose abrumada, se deslizó discretamente hacia la salida y camino por unos largos minutos. Finalmente llegando a su hogar.

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