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Stormy pasó horas allí encerrada, que ni se dió cuenta que Pacifica estaba ahí. La rubia prendía y apagaba la linterna.
—¿Puedes dejar de hacer eso? Es molesto.—pidió Stormy.
—Lo siento.— se disculpó apenada y la pelirroja la miró confundida al escuchar el tono.
—¿Qué te sucedió?
—Básicamente me enteré que mi familia es una farsa. Dipper contó que mis padres ya sabian del maleficio y me acusó a mí de mentirle. Y tiene razón, pero me obligaron.— contó.
—Lamento su pelea.—no sabía que decirle.—Yo también pelee con Eddie por si hablamos de peleas de parejas.
Pacifica la miró.
—¿Qué pasó?
—No fue una pelea en sí, pero me pidió ser su novia y le dije que no. Luego de eso se fue de la fiesta.—respondió.
—Lo lamento.
Ella se encogió de hombros.
Se escucharon algunos pasos rápidos y voltearon. Frente suya apareció Dipper con su cabello mojado al igual que su ropa por la lluvia.
—¡Pacifica, aquí estás! El fantasma convierte a todos en madera y empezó a decir rimas y no sé porque... ¡Te necesitamos!—le tomó la mano pero Noroeste la suelta.— ¿Pacifica?
—¿Saben por qué este cuarto estaba con llave?— enfocó con la linterna y miraron al frente encontrándose con cuadros.—Esto es lo que encontré aquí, un registro pintado de todas las cosas horribles que mi familia hizo hasta ahora. Mentir, engañar y también estoy yo.—apagó la linterna.—No te dije la verdad porque me asusta enfrentar a mis malvados padres.
—Pacifica, he cometido muchos errores hoy.— miró también a Stormy.— Lamento haberte dicho esas cosas, pero que seas hija de tus padres no significa que debas ser como ellos. Aún no es tarde.
—¡Es muy tarde!- escucharon.
—¡Oh, no!—exclamó Dipper. Pacifica corrió primero y Dipper miró a Stormy aún sentada.— ¿No vendrás?
—No quiero lastimar a otra persona.— dijo.
—...No me lastimaste, Stormy.
—Si, lo hice.
—Luego hablamos, ¿si? Solo Pacifica puede parar con esta maldición así que tranquila.
—...Está bien.— Dipper se fue corriendo dejándola sola.
Las horas pasaron y Stormy escuchó la música de fondo. Sintió pisadas acercándose y se dió vuelta encontrándose con Mabel.
—¡Stormy! ¿Qué haces aquí?—se sorprendió.
—¿Ya están todos bien?- preguntó.
-Si, aunque no sé que sucedió.— respondió.
—Entonces el maleficio se acabó finalmente.— suspiró aliviada.
